viernes, 16 de diciembre de 2011

El retroceso duele




México era un país insignia de progreso, al menos para Latinoamérica. Me apena que eso ya no sea realidad, gobernantes lacayunos nos han devuelto a un pasado que creíamos sepultado: clericalismo, militarismo y un capitalismo corporativo con aroma a hacienda porfiriana.



No todo es noticia que apunta en ese sentido. Tres nuevos Consejeros del Instituto Federal Electoral que pueden revertir la mediocridad de los seis que están instalados. Si no lo hacen no los culparemos, los comprenderemos.



El discurso del Ministro Juan N. Silva Meza, con motivo de su informe de labores da aliento, esperanza y realidad de que el Poder Judicial, al menos, se presume independiente y crítico del Ejecutivo. No puedo aventurar más.



Duele que el asesinato de dos estudiantes normalistas rurales en Guerrero, que realizaban una toma de autopista y eran custodiados por las “fuerzas del orden”  hayan sido cazados sin que se sepa quién fue. Las condiciones en un Estado de derecho vigente no habrían supuesto el hecho ni como hipótesis. La autoridad municipal, estatal y federal dieron muestra de no estar coordinadas, mucho menos preparadas. Molesta que quien se supone conductor de los destinos nacionales, Felipe Calderón, no haya hecho pronunciamiento alguno respecto a ése crimen. No ha solicitado cadena nacional, ni su vocera ha dado comunicado alguno. Como si lo ocurrido fuera de otro planeta.



Vemos como avanza la reforma ¿estructural? Para legalizar el activismo público de las iglesias, cuando su libertad y su campo de acción es del ámbito privado. Se olvidan el costo en términos de intolerancia y, sobre todo de sangre derramada, que significa darles más poder a las iglesias. Si estábamos bien en materia religiosa gracias a la llamada Ley Calles, quien por cierto fue fundador del PRI, por qué se concede con tal gratuidad el retroceso. Las iglesias a sus templos. Quien quiera entrar que entre, quien no, pues no. Esto es consecuencia del reconocimiento virtual que se hizo a la iglesia católica en tiempos de José López Portillo, que abrió un proceso de fortalecimiento de la jerarquía católica, al que se opuso Jesús Reyes Heroles. Lo sabrá Emilio Chuayfett, quien se presume albacea de las citas del Tuxpeño. Lo entiendo del panista Javier Salazar. Y algo tienen en común estos dos diputados, su vinculación a actos de asesinato colectivo: Acteal y Pasta de Conchos.



Se sienten tan seguros y conformes desde la derecha, que el alienígena Roberto Gil Zuarth considera que Felipe Calderón está en Los Pinos por la gracia de Dios. Entonces, ley, instituciones y voto ciudadano son una quimera. Quien está en el poder es por decisión divina. Es una ofensa, un insulto al orden civil tal afirmación. En un fraseo irresponsable se derruyó la modernidad y las prendas ilustradas que nos separan del oscurantismo medieval.



De qué nos culpa Dios para castigarnos con estos gobernantes. La consternación de Abraham se entiende. Digo, si reviramos en su lógica su festinación.


martes, 13 de diciembre de 2011

Son los intereses




Es común a las campañas electorales el ruido que producen los contendientes. Se trata de hacer inaudible el mensaje de los adversarios. El mensaje generalmente no es recogido en sus partes para ser integrado, las propuestas tratan de dar gusto a casi todos, se adopta el giro que la audiencia específica demanda, a los empresarios lo de los empresarios, a los trabajadores lo de los trabajadores, a los jóvenes y mujeres también. Y así, al son que les toquen bailan. Las diferencias ideológicas se diluyen pues el asunto se dirime entre los salvadores y los malvados. Lo único constante es el eje sobre el cual se monta el discurso, la arenga, el “proyecto”. Los mismos políticos se han encargado de devaluar las identidades partidistas. Sin pruritos de por medio, una mañana pueden amanecer defendiendo una opción, al mediodía cambiar por otra, sin que ello represente alguna conmoción de su conciencia, mucho menos una sanción. El cambio de posición partidaria se lleva bien con el cinismo. La ocasión hace a las banderas.



Esta falta de rigor, de consecuencia más bien, hace que los discursos pretendan ser llegadores aunque carezcan de sustancia. Si es el Partido Acción Nacional, su guía es infundir miedo en los electores. Si de la coalición de izquierda se trata, el tema articulador es el amor ¿Alguien le preguntará a López Obrador cuáles son sus lecturas amorosas en la que basa su república? En cambio, la alianza que apoya a Peña Nieto se centra en el Estado eficaz, lo que de ello quiera o pueda entenderse. El caso es que durante el año electoral en curso la estridencia y el denuesto harán lo necesario para minimizar la mesura y la serenidad.



Lo que no harán los candidatos es una exposición clara sobre sus intereses personales y los intereses terrenales de sus apoyos, de los grupos dentro de las fuerzas políticas y extrapartidarias, de lo compromisos no enlistados en las plataformas respectivas. Los intereses quedan en el subsuelo o resguardo de la luz del día. Los arreglos de los cuales nos enteraremos años después de iniciada la próxima administración. Esta lamentable condición será reforzada por el fortalecimiento de los poderes fácticos que se ha venido desplegado en las últimas décadas y que son un auténtico regreso al siglo xix. Los intereses nacionales hace tiempo que la globalización los pulverizó, al grado de carecerse un proyecto industrial o de subordinar la seguridad a los dictados de los Estados Unidos, por ejemplo. Los intereses de la ciudadanía que se resumen en el reclamo de seguridad y justicia para todos –en su significación extensa y diversa- tampoco merecen tomarse en serio. Si acaso, son el chacoteo de las campañas, su toque “populista”.



Son los intereses de los menos los que mantienen al país en la postración y de esos poco se hablará.      



En medio de este páramo se despierta el México bronco de todos tan temido, evidenciando palmariamente el fracaso de nuestras élites. No es un paréntesis de horror que en el más guadalupano de los días, el 12 de diciembre, se difunde la noticia de dos muertos en la autopista del Sol, que comunica al Puerto de Acapulco con la ciudad de México, en el camino atraviesa Chilpancingo, Guerrero. Una toma de la vía federal por parte de estudiantes normalistas rurales. Rodeados por policías municipales, estatales y federales, abren fuego en contra de ellos sin saber cuál de las corporaciones o quién hizo los disparos. Bajo otras circunstancias de las ya conocidas y recurrentes en este sexenio, Gabriel Echeverría de Jesús y Jorge Alexis Herrera, se suman a la lista de asesinados en la espiral de violencia que vive el país. Ese es el México ensangrentado en el que discurrirá el año electoral y no parece preocupar demasiado a la autoridad federal que sólo cuando mueren los suyos clama la ayuda celestial y pronuncia encendidos discursos. Tampoco conmueve a un gobernador que si tuviera vergüenza debería renunciar o pedir licencia para no ser obstáculo en la investigación de hechos.



Son los intereses que ciegan y no dejan ver la realidad.


miércoles, 7 de diciembre de 2011

En casa del jabonero




Seguimos sumidos en la anécdota con tal rehuir los temas centrales que tiene que atender el proceso electoral en curso. La laguna mental o ignorancia en cuestiones literarias de Enrique Peña Nieto ha servido para calar al aspirante presidencial. Lo vergonzoso es que sus adversarios hagan el papel del burro hablando de orejas. Por ejemplo, Ernesto Cordero diciendo que su resbalón fue menor en lo que a confusión de nombres y obras de autores. No señor, resbalón es resbalón. El meollo es querer presumir aficiones que no lo son tanto y exhibirse como tontos con iniciativa. Otro ejemplo es López Obrador. Con qué cara le hace recomendaciones a Peña Nieto para que ingrese en un taller de lectura cuando el mismo AMLO resultó todo un fósil de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. A quién quiere apantallar. Ya envalentonado aprovecha para afirmar que Peña Nieto “encarna la corrupción” como si el tabasqueño no hubiera designado un secretario de finanzas que salió un pillo o no hubiera desarrollado relaciones corruptas con el empresario argentino Carlos Ahumada, por mencionar lo que alcanzó el registro de la prensa. No es mejor para la sociedad que AMLO se dedique a difundir su proyecto de la república amorosa o pretende que se le devuelva su célebre vulgaridad del “Ya Cállate chachalaca”. Acaso se quiere llegar al ridículo de exigirle a los contendientes conducirse con civismo.

Llevamos más de una década padeciendo la catarata de obscenidades y expresiones vacuas o de mal gusto en las campañas electorales –campañas tales a las que personalmente me resisto a considerarlas parte de “la normalidad democrática” y sí como síntoma de la degradación inducida en la convivencia pública- en las que tienen mucho que ver los gabinetes o compañías que lucran haciendo el mercadeo de candidatos a cualquier puesto de elección popular. Agencias privadas que diseñan campañas con servicios integrados de encuestas, radio y televisión que se encargan de construir un producto, pero que están lejos de darle forma a un gobernante enfocado al servicio público. Esas agencias son fábricas de decepciones.

¿Por qué tanta calentura? Pues porque en tiempos de campaña se hacen amarres para asegurar negocios privados o todavía creen que el enriquecimiento obedece sin desviación al cumplimiento de la ley del mercado. Ahí vemos desfilar a los candidatos, bien modositos todos, ante las organizaciones o grupos empresariales, ofreciéndoles al país para su beneficio pues no es correcto en estos tiempos ser crítico de los empresarios. No hay ganas de enfriar la temperatura que genera el incendio de la inmundicia electoral con ofertas que nos hablen de esquemas eficaces y probados en contra de la corrupción, de fortalecimiento de la educación pública en todos sus niveles. Nada de eso. Lo que hay es el rebajamiento de las instituciones por la conducta condescendiente de los contendientes con la industria del entretenimiento. Luego, en el gobierno, se desobligan por andar de anunciantes de negocios privados. Para eso no se les paga.

La calentura también proviene del presidente Calderón que está haciendo campaña a favor de su partido y en contra de las instituciones electorales. Actuando con el mismo descaro que su antecesor, Vicente Fox Quesada. Si el clima político se sigue deteriorando el principal responsable será Felipe Calderón Hinojosa.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Sombras nada más






Este lunes muy temprano recogí el ejemplar de 24 Horas El Diario sin límites en el lugar acostumbrado, en las inmediaciones del Bosque de Tlalpan. Algo que no puede hacer, por ejemplo, quien radica en Chihuahua. Voy a la nota sobre el evento del pasado domingo de Felipe Calderón y sus acarreados, del cual se destaca: “Habló sin parar durante una hora y 13 minutos”. Nada extraordinario, hablar en público ante un auditorio anclado a un recinto es tarea de los que detentan el Poder. Es algo muy antiguo, como los sofistas en la democracia ateniense de la Grecia Antigua. Es algo muy arraigado, como lo constató Pierre Clastres en las tribus de la Amazonia. Es algo muy nuestro, como la milenaria tradición del Tlatoani. La Jornada agarró otro giro, la descalificación que hizo Calderón de sus críticos sin dar nombres. Ah, cobarde. Según este diario, el Presidente se dice censurado por combatir al crimen. No sé de dónde sacó eso, pues censura no es lo mismo que crítica. Estaba deslenguado el señor Calderón: “La intervención palmaria y evidente de los delincuentes en procesos electorales”. Si es así es de preguntarse por qué no los agarraron en flagrancia a los delincuentes y dieron inicio a proceso. Pura palabrería de quien ya está interviniendo en el año electoral en curso, aunque lo tenga prohibido. Reforma resaltó la sinceridad presidencial: “Me he rebelado contra la fatalidad”. Y vuelve otra vez. No existe quien se regocije en la fatalidad propia, pues en la ajena créanme que sí. Fatalidad acaso no es destino, destino no es obra de la mano de Dios (Libro de Job) Para la columnista Aurora Berdejo, le recalcitró el estado se sitio que se impuso en una porción de la capital del país para poder llevar a cabo el evento presidencial. Y esos son los defensores de la democracia, digo yo, esos panistas que actualizan las técnicas del acarreo.



Pasando a otra jerarquía, el precandidato del PRI a la presidencia de la república, Enrique Peña Nieto dio de qué hablar por hablar de lo que no es lo suyo: las letras. Ni leerlas, ni escribirlas. No sé si se le ha exigido de más, pero si me preocupa que orientaciones de este presidenciable (todavía lo es) no se comenten con el mismo furor y pasen como si nada ante el respetable. Me refiero a la cercanía que dicen que tiene Peña Nieto con Pedro Aspe, incluso se ha filtrado que Luis Videgaray es recomendado de Aspe. No se puede ser tan desmemoriado como para no recordar que Aspe dejó prendida de alfileres la economía en los estertores del sexenio de Carlos Salinas. Por algo el entonces Presidente no lo consideró su sucesor y se inclinó, en un primer momento de decisión, por quien fuera responsable de su política social, Luis Donaldo Colosio. Después vino el asesinato del candidato priísta, hecho cuyo beneficiario efectivo fue la tecnocracia. Salinas sabe que el neoliberalismo es una doctrina muy desestabilizadora como para encargarle la política.



Ya para no dejar títere con cabeza, López Obrador pone la suya. Cómo está eso de que su hijo es considerado para formar el equipo de “precampaña”, que por cierto legalmente tiene vedada como candidato único. También está anotado el famoso Nicolás Mollinedo, el chofer del entonces jefe de gobierno que cobraba como director. Lo que son ganas de hacerse la vida difícil: nepotismo y amiguismo. Por eso la gente no cree en los políticos y se merecen un título de tango.


jueves, 1 de diciembre de 2011

Remediar





El resumen del sexenio, que ha entrado en su año de desahucio, no tiene los mejores números, ni las mejores frases elogiosas. Un cuadro negro que sólo en los bordes parece admitir matices al contraste de la luz que lo rodea. Felipe Calderón prepara su salida, se apea para abrir paso a sucesor(a), quien no precisamente tendrá las fórmulas exactas para disipar el teatro deprimente que deja el sexenio, la docena panista, la era de la aventura neoliberal que se inició antes de la alternancia y obstruyó la transición democrática. Hay que decirlo con claridad, aunque sean los más, no todos los muertos, ni el desastre actual son manufactura de Calderón.



Son muchos años en los que se ha vendido la panacea del libre mercado y nadie desde la política quiere confrontar. Ideológicamente el mercado está blindado y no tiene amenazas desde el campo de las fuerzas políticas institucionales. Por ahora, no hay movimiento social que conmueva la paz librecambista. No hay "ocupy", tampoco indignados. Resiste a duras penas el Movimiento por la Paz con Dignidad y Justicia que exige reparación de daños por la guerra emprendida por el gobierno en contra del crimen organizado. Los que sobran son los cínicos de la ilegalidad y la impostura. Y hasta ellos tienen derechos. 



Que no haya una oposición social creciente y organizada en contra del orden económico y el sistema de partidos no niega su posibilidad, su realización futura. Hasta ahora la migración a los Estados Unidos y las remesas que genera, así como la expansión de las actividades informales (incluidas las de franca delincuencia) han servido de amortiguamiento del desempleo y la caída del ingreso de las mayorías que ha generado el modelo económico.



Entendámonos, dejar una sociedad, un país, un Estado, al libre juego de las fuerzas del mercado es un crimen. En México estamos rezagados. Brasil hizo ajustes, Argentina también. El PRI puede ser opción, sí y sólo sí, Peña Nieto no quiera hacer el papel de María Estela Martínez de Perón. La desastrosa Isabelita.



Independientemente de los candidatos, de los partidos, la ciudadanía está llamada a establecer los términos generales exigibles al próximo gobierno. Nada tiene que ver la OCDE, ni el gobierno de Estados Unidos. La ciudadanía quiere un ataque frontal a la corrupción, transparencia total del ejercicio de los poderes públicos. Cobertura creciente y de calidad de los servicios públicos de educación. Que grupos económicos –monopolios y similares- no decidan las políticas a seguir. Vigencia extrema de la laicidad del Estado y de la legalidad. Ahí están las bases para un México justo. No más injusticia.


Este es un llamado a remediar en el sentido extenso de la palabra y que debe considerar toda reforma por venir.


martes, 29 de noviembre de 2011

La decisión del PRI




Como inevitable, Enrique Peña Nieto es el precandidato único del Partido Revolucionario Institucional que desea contender formalmente por la presidencia de la república, el todavía lejano 1 de julio del 2012. La declinación de Manlio Fabio Beltrones días antes a participar en la interna del PRI, el martes 22 de noviembre para ser precisos, se acomodó impecablemente a los reflejos del viejo partido. El rito de la aclamación del predestinado se cumplió recién el domingo 27. La unidad se preservó y ahora viene lo bueno: competir. Esa parte decisiva del guión electoral, cuya ejecución en las últimas elecciones presidenciales no ha sido impecable y ha carecido de unidad por parte del PRI. Hay que recordarlo.



Peña Nieto tiene en sus manos la candidatura priísta. Todo lo que haga, diga o gesticule será celosamente seguido por sus correligionarios y sus adversarios. Pero particularmente para el Partido Acción Nacional, el mexiquense representa un reto y ya se sienten urgidos de tener una definición de contraste (Bueno, estos panistas piensan que tienen oportunidad de ganar cargando con el fardo de doce años de mal gobierno. Bueno, su oportunidad tiene descripción: fraude) Es precisamente el contraste la tarea más difícil que tienen los blanquiazules pues Peña Nieto no se distingue mucho del PAN. Él sigue invocando las “reformas estructurales”, al poder salvífico del mercado para abatir los grandes problemas nacionales. Él ha mostrado obsecuencia hacia la inapropiada intervención del clero en la política. Él no ha dicho esta boca es mía frente a la creciente injerencia de Washington en el debate nacional. El contraste, como se ve, va a ser difícil. Para él, la revolución mexicana es un lastre ideológico, cenizas es. No comparte esa nostalgia que todavía algunos, no muchos, alentamos, pero no tienen por qué hacer suya los jóvenes priístas aunque en ello les vaya su definición.



El desafío para Enrique es comparable a la situación del ser ante el abismo. Cómo hacer una propuesta educativa en los brazos de la profesora Elba Esther Gordillo. Cómo una propuesta ambiental del brazo y por la calle con Jorge Emilio González Martínez.



Más complicado será romper con el círculo vicioso que heredará de resultar electo presidente: inseguridad, corrupción, injusticia y fragilidad del Estado de Derecho. Temas que, salvo el primero, no ha osado abordar. Falta audacia para encarar lo que la gente le pide al PRI, hacer un ajuste con el pasado de corrupción para dar inicio a la verdadera rendición de cuentas que no supo construir el PAN.

  

Ante el electorado, el ciudadano de a pie, dos coaliciones electorales están haciendo el verdadero contraste. El PAN es lo de menos, pues hacer campaña y cargar cadáveres no son llevaderos.


miércoles, 23 de noviembre de 2011

¡Ay! WikiLeaks, cómo haces falta




Cuéntame una de narcoaudios. Esa es la proposición editorial de Milenio Diario: “Narcoaudios, suficientes para anular, dice Aureoles” El encabezado se refiere a las pasadas elecciones del 13 de noviembre en el estado de Michoacán y expone el dicho de un candidato perdedor, Silvano Aureoles, que redunda lo expuesto con anterioridad por la candidata perdedora, Luisa María Calderón.



Como todo golpe bajo, de las cañerías se diría en el siglo pasado, la información sobre la fuente  de origen queda velada.



El hecho es que como el resultado electoral no les favoreció, los perdedores están decididos a echarlo abajo, pasando por encima de la autoridad electoral y de los ciudadanos que fueron a votar. Pero la maniobra deja ver la miseria política de quienes prometieron un “México sin mentiras”, de “vocho, changarro y televisión” y de “manos limpias”. Lo que revelan los narcoaudios es el fracaso rotundo de la autoridad federal, de todas sus dependencias encargadas y/o dispuestas por orden de la superioridad para combatir al crimen organizado, que han caído en la desviación de un propósito legítimo y demandado por la ciudadanía, para utilizarlo con fines netamente electorales y poselectorales. Y así ha sido desde el origen de esta estrategia, la triste historia de un presidente constitucional y su pleito personal con la legitimidad, es decir, su pleito con las mayorías.



Es un total fracaso de Felipe Calderón porque precisamente donde inició su principal acción de gobierno resulta, según la filtración, que el crimen organizado tiene intervenidas las elecciones. Para qué quieren más presupuesto en seguridad si a fin de cuentas el crimen los puede derrotar (Y eso que no se está contabilizando otros recursos federales que se pusieron a disposición de la hermana del presidente Calderón. Toda una historia de peculado y nepotismo en espera de sus ocho columnas)



Ya con la derrota a cuestas, es cuando el gobierno panista exhibe parte del trabajo sucio que realizó durante el proceso electoral o ¿acaso las grabaciones las produjo después de las elecciones? Pues quiero suponer que las grabaciones son producto del trabajo de inteligencia, de espionaje. Se trata de un caso de omisión por no actuar en el momento del “descubrimiento” sonoro o es un montaje de los que acostumbran los gobiernos surgidos del PAN. Un enredo muy de la casa blanquiazul. Impunidad e impudicia, no tienen castigo y exhiben sus turbios manejos.


Es en situaciones como esta que la indefensión ciudadana frente al gobernante se hace escalofriante. Es entonces que uno tiene que reconocer la necesidad de mecanismos como la revocación del mandato para poner a raya a los gobernantes que abusan del poder, pues la utilización de los narcoaudios tiene ese sello. Ahora resulta que el joven Poiré pone el grito en el cielo por lo que sabe de Michoacán, él que sí ha practicado el espionaje, pues a eso se dedicaba en el CISEN y se seguirá dedicando desde el despacho de Gobernación.


jueves, 17 de noviembre de 2011

Dos pasos para atrás





Ayer les externé mi interpretación sobre la definición del candidato de la izquierda para contender en las elecciones presidenciales del 2012. Concluí señalando que la ciudadanía estaría pendiente los pasos que dieran las otras fuerzas políticas. Pues bien, en el Partido Revolucionario Institucional ya dieron sus respectivos pasos.



Gracias al periódico Reforma, el día de ayer nos enteramos de la convocatoria que dicta reglas a los interesados en ser postulados por el PRI como candidatos a la presidencia. El meollo es que una redacción aprobada, totalmente inocua y que se inspiraba en el principio de equidad, redacción que postulaba un candado para impedir la cargada –inveterada conducta del viejo PRI que le da la vuelta al debate y prefiere el aplastamiento de las candidaturas únicas. Digo, esa redacción modernizante respecto de los usos y costumbres del PRI, fue rasurada por su dirigente nacional Humberto Moreira y borró el candado. Lo inocuo se hizo inicuo (Contrario a la equidad, según el diccionario de la RAE)



¿Qué fue lo que pasó? Muy sencillo, Enrique Peña Nieto no quiere pasar por el trámite de competir al interior de su partido. Las encuestas lo ponen como el puntero y no cree necesario arriesgarse a que se expongan de nuevo sus puntos débiles que, paradójicamente, son sus fortalezas: su limitada elaboración discursiva que no rebasa la cuadrícula neoliberal y sus compromisos con los poderes fácticos. Por eso Moreira modificó la convocatoria.



Ese fue un primer paso para atrás. El segundo ocurrió el día de hoy con la firma de la alianza del PRI con el partido de Elba Esther y el PVD (Partido Verde Dólar) No se acuerdan en el PRI que la profesora se entregó al candidato del PAN en las pasadas elecciones presidenciales y azuzó a los gobernadores priístas para que operaran en contra del PRI. Que Moreira urda alianzas con Elba Esther se entiende, pues ella es su patrona. Pero el priísmo qué ¿No vale? A Moreira se le olvida que México ya cambió. Lamentable también es la alianza con el Verde que de ecologista tiene lo que yo de astronauta. Su verde es el del dólar con el que compran lujosos apartamentos sus juveniles dirigentes. En las actuales condiciones de malestar social esos membretes son un lastre para el PRI. Al tiempo.



A qué le tiene miedo Enrique Peña Nieto: a romper con el artificial equilibrio del mundo contralado en el que fue criado y ha vivido, según esto para mandar. Se considera predestinado por una creencia seudoaristocrática. No entiende la cultura del esfuerzo que es inherente a la democracia. Estas interrogantes sólo las puede despejar el mismo Peña Nieto.


miércoles, 16 de noviembre de 2011

La izquierda ya decidió





En el deporte nacional de la sucesión presidencial, la izquierda partidaria ha dado el primer paso. De acuerdo al procedimiento convenido, de seleccionar al aspirante de la izquierda mediante encuestas, se ha erigido a Andrés Manuel López Obrador como su propuesta única a registrar en calidad de candidato por la presidencia ante el Instituto Federal Electoral.



Como en todas las fuerzas políticas, hay de todo y no merecen que se meta las manos al fuego por ellas, salvo para preservarlas como instituciones del régimen democrático frente al imperio impúdico de la fuerza o la acción descarnada de los poderes fácticos.



No tiene caso reproducir aquí el estereotipo del maligno que se ha construido sobre AMLO pues hay material en exceso.



Si se hace a un lado la descalificación, uno tiene que preguntarse por qué López Obrador repite como candidato de la izquierda, más allá de los dichos fóbicos que sus adversarios han creado sobre su persona entre la ciudadanía.



Cuenta la larga marcha que inició desde que fue declarado no vencedor por el Tribunal Electoral. Del otoño del 2006 a la fecha, AMLO no ha dejado de recorrer el país. Cuenta la promesa, el guiño, de no actuar como el ogro de la inversión privada. Pero para mí, lo más decisivo que avala una segunda postulación por la presidencia del Macuspano es su persistencia por atender la deteriorada vida material de los mexicanos, deterioro que ha sido detonante de la crisis de seguridad que hoy vive el país.



Lo que hoy pone a López Obrador ante una segunda oportunidad es el fracaso del neoliberalismo como cornucopia. Si el mercado hubiera desplegado las bondades que se le atribuyeron otro sería el cantar de la izquierda. Hoy, lo sabemos, hasta sectores del empresariado están cansados de tanto neoliberalismo. Existe un México más desigual, donde las instituciones públicas son disfuncionales y están a merced de las grandes empresas pues el gobierno se ha convertido en su oportunidad de negocio por excelencia. Un México donde antes se controlaba a los poderes fácticos y ahora éstos someten a las instituciones nacionales.


AMLO ha dado con el tema que va guiar la contienda por el 2012, lo que no quiere decir que él tenga las soluciones. Nada más se deslinda del manido recurso de convocar a las reformas estructurales y ofrecer más de lo mismo.



Somos testigos de cómo el neoliberalismo está dislocando a la Unión Europea, al grado de tumbar tres gobiernos Mediterráneos si incluimos el de José Luis Rodríguez Zapatero. Vemos como renace Argentina después del horror de “el corralito” financiero y de la exhibición de imágenes de la hambruna entre su población, allá por el año 2001.



Con esta definición de la izquierda, la ciudadanía queda a la espera de que se corra el velo entre las otras fuerzas políticas contendientes.




lunes, 14 de noviembre de 2011

Perdió Calderón





Calderón perdió a su colaborador político más importante, José Francisco Blake Mora, quien fuera ocupante del despacho de la Secretaría de Gobernación hasta el día de su fallecimiento accidental en helicóptero del Estado Mayor Presidencial, el viernes 11 de noviembre por la mañana. Aunque las facultades de ese ramo de la Administración Pública Federal han ido disminuyendo desde hace varios lustros, pues esa dependencia ya no controla los procesos electorales ni el tema de la seguridad, lo cierto es que desde gobernación se organiza, coordina y conduce la relación del gobierno federal con los gobernadores, el Legislativo, el Poder Judicial y los partidos políticos, entre otros ámbitos donde se consensan  las decisiones públicas. No es un puesto menor. Que fue un accidente, así lo dice la autoridad y así fue. Pues de no ser así el gobierno quedaría muy, pero muy mal. Con esta información no se juega. ¿Que por qué Dios llamó a Blake Mora y acompañantes a su seno? Esa pregunta no la hace el creyente, acepta sin reparo la decisión divina. Pero es la ambigüedad del político que está convencido de la verdad incontrovertible de su fe, pues tiene voluntad y no la tiene por causa de un ser superior.



Será acaso el karma trágico instaurado por el gobernante que le es devuelto implacablemente. Esto no es especulación, nada más espiritualización del lamentable acontecimiento. De la nubosidad informativa que no se ha podido evitar, pues el contexto de violencia criminal y la propaganda de guerra que distribuye el propio gobierno ahí están y no es invención. Es lo que dispara la especulación. De lo filtrado sale la especie de que el día del accidente, en la hora previa del abordaje de la nave, el Lic. Blake solicitó el cambio de helicóptero debido al que le ofrecían no contaba con las plazas necesarias para su comitiva. El lugar de reunión no era remoto, qué va. A una hora y media de la ciudad capital está el municipio de Xochitepec, Morelos. Pero no se quiso ir por carretera, ni se aceptó la primera aeronave. Cuántas veces la soberbia o la prepotencia nos impide tomar las cosas como se dan en una primera exhibición. Pensar que sólo iba a atestiguar una reunión nacional de jueces. No se diga más.



Pierde Calderón las elecciones en Michoacán de ayer domingo 13 de noviembre, su hermana Luisa María fue derrotada según las cifras del PREP (Programa de Resultados Electorales Preliminares) en la disputa por la gubernatura. Fausto Vallejo, del Partido Revolucionario Institucional, es el virtual ganador. Ni los recursos de las dependencias federales, ni la protección del EMP, ni el miedo inducido pudieron torcer la voluntad de los michoacanos a favor de la llamada “Cocoa”. Tanta alevosía para cumplir un capricho familiar le arroja pérdidas a Felipe Calderón. Ahora resulta, a toro pasado, que según el PAN y el PRD hubo apoyo del crimen organizado a la campaña de Fausto. Así no se puede. En la victoria y en la derrota electoral los votos cuentan ¿O no?



Ya es tiempo para que desde el gobierno se prepare el cierre de la administración. Lo que no se hizo en cinco años no se va a resolver en unos cuantos meses. Serenidad y enfoque se le pide al gobierno, no más despliegue publicitario. A un poder conquistado defectuosamente y peor ejercido, se le exige deponer la actitud facciosa, entreguista y clerical que ha mostrado durante toda su gestión.



miércoles, 9 de noviembre de 2011

La prueba es Michoacán





Inesperadamente, las elecciones locales del estado de Michoacán del próximo domingo 13 de noviembre han adquirido una connotación que incide en el sentido de las elecciones federales del 2012. Los electores michoacanos tienen en sus manos una decisión de trasciende su propio estado. El asesinato del presidente municipal de La Piedad el pasado miércoles 2 no precisamente es una acción del crimen organizado. Esto se afirma mientras no se demuestre lo contrario por la hasta ahora sinuosa investigación judicial. La investigación ya se manoseó y la hipótesis del crimen de Estado tendría que considerarse.



1 Desde que circuló la noticia del asesinato del edil la información fue confusa, ni los panistas presentes en el lugar y la hora del crimen ofrecieron una versión consistente. Entre las versiones difundidas por tuiter, recogidas por la prensa, y las primeras entrevistas concedidas al otro día a medios como MVS, se aprecia la irresponsabilidad del actor político “afectado” (Partido Acción Nacional) para dar cuenta a la sociedad del suceso lamentable.



2 La torpeza de los panistas consistió en endosar el crimen, sin pruebas, al gobernador de Michoacán, Leonel Godoy. Todavía peor, los panistas insertaron el hecho delictivo dentro de la campaña electoral en marcha. Adicionalmente, pero no menos importante, embijaron la investigación de la procuraduría estatal con la intervención inadecuada de la PGR.



3 El error que desnuda la incompetencia del panismo en Michoacán, encabezado por su jefe nacional, Felipe Calderón, es la nulidad o inexistencia del cuerpo de seguridad del abatido edil. No es creíble que Ricardo Moreno anduviera por la calle como un militante más. No es creíble porque el discurso de la seguridad ha sido bandera de la actual administración sexenal de México y no se entiende que esa bandera no alcance ni a los hijos predilectos del actual gobierno federal.



La conclusión es desagradable para todos: si en Michoacán se dio el inicio de la guerra calderonista en contra del crimen organizado y allí mismo ejecutan a una de sus figuras locales, entonces el discurso triunfalista no tiene de dónde agarrarse. En sustitución, la estrategia de linchamiento del adversario, de manera inequívoca el gobernador Godoy, evita referirse al fracaso del gobierno federal en su lucha en contra del crimen organizado. La encomiada cruzada pretendidamente nacional se reduce a la incompetencia local. Por ahí hubiéramos empezado antes de declarar la guerra, para no padecer el clima de inseguridad que se ha expandido por todo el territorio nacional y sobre el cual se pronostica, más, una crisis violenta por la inseguridad.


Por lo expuesto, los ciudadanos michoacanos que salgan a votar el próximo domingo están en la posibilidad de declararse firmemente sobre el gobierno de Felipe Calderón. Para bien o para mal, es su conducta como gobernante la que está en tela de juicio. Más importante aún, el día 13 de noviembre será una fecha decisora para afirmar la continuidad del antiguo régimen en manos blanquiazules o por el contario, exigir con el voto un verdadero cambio en las pautas conductuales del gobierno. Que los que gobiernen no lo hagan para su partido, sus amigos y sus familiares, que no sean un gobierno faccioso y de unos cuantos, que sea representativo de todos y, sobre todo, que garanticen los derechos de todos.



Lo que suceda en Michoacán nos atañe porque como mexicanos padecemos una afectación común: una mente criminal nos gobierna.


jueves, 3 de noviembre de 2011

Tres comentarios




Uno: ya avanzada la noche de ayer miércoles 2 de noviembre de 2011, dos horas después del execrable crimen,  me enteré por CNN en español de la ejecución –no encuentro otra palabra- del presidente municipal de La Piedad, Michoacán. Cosa de considerar, Ricardo Guzmán Romero era un personaje desconocido para la inmensa mayoría de los mexicanos. Él, quien fuera abatido en la recta final de las campañas locales de ese estado, con las cuales se renovarán alcaldías, congreso local y gobierno estatal el próximo domingo 13 ¿Qué oportuno asesinato? No les parece. Deja todo a la especulación previa desinformación. O el crimen organizado le está ganando la guerra de inteligencia –perversa- a los gobernantes o dentro de los gobernantes relacionados con ese estado de la república hay quien ha decidido traspasar los límites. El problema, me parece, le ha puesto una bomba en las manos del presidente Calderón, quien es a la vez michoacano y hermano de la candidata a gobernar ese estado por su partido Acción Nacional. Es una bomba porque si gana su hermana serán acusados de beneficiarse con el crimen del edil. Es una bomba porque durante los últimos años existe un déficit de indagatoria y condena conforme a derecho de los miles de crímenes que se han cometido en este país. Si se da con los criminales será mal visto, pues se le echará en cara al gobierno de investigar con parcialidad en un caso que implica el asesinato de uno de sus militantes. Si no se da con los criminales también será mal visto, pues se confirmará que el Estado no tiene capacidades para dar y enjuiciar con los criminales.



Dos: un desplegado a favor de Marcelo Ebrard cuyo contenido no es nada deleznable. Muchos coincidimos con lo que allí se expresa. No sé qué tanto pueda incidir en el resultado de las encuestas que nominarán al candidato de la izquierda, pues Andrés Manuel López Obrador la lleva de calle en los ejercicios demoscópicos previos. Lo que me queda claro es que López Obrador debe entender que las encuestas no le otorgan un cheque en blanco, dicho esto de resultar beneficiado por el ejercicio de consulta. Eso sí, échenle un vistazo al elenco de este desplegado y compárenlo con el que apoya el lanzamiento de MORENA. Ideológicamente no hay abismos, es cuestión de ver que en uno está Jaime Ross y en el otro pronunciamiento está Rolando Cordera.



Tres: la presentación esta mañana del Programa para México, en el Polyforum Cultural Siqueiros ubicado en la esquina de Insurgentes Sur y la Calle de Filadelfia, en la colonia Nápoles de la Ciudad de México. Programa que es la conclusión de los distintos foros que organizó en las últimas semanas la Fundación Colosio. Lo que vale considerar no es sí se trata de un documento salomónico que atiende por igual los planteamientos de Enrique Peña Nieto y los del senador Manlio Fabio Beltrones. No. Eso es muy superficial. Lo que nos indica con elocuencia el evento es que en el PRI hay dos aspirantes y la inclusión está asegurada. Para que se aplaquen los que se frotan las manos con una contienda fratricida dentro del PRI.


lunes, 31 de octubre de 2011

La democracia que gime




La democracia plebiscitaria que vivió México durante mayor parte del siglo pasado tenía un pluralismo de ornato. El resultado de la mayoría de las elecciones estaba preestablecido desde la enunciación del candidato del partido hegemónico. Las reformas sucedidas desde 1977 han considerado la incertidumbre de los resultados electorales como la demostración de que la competencia entre partidos es real, demostración de que la voluntad ciudadana tiene un papel decisivo. Ha sido un largo camino el recorrido para que la democracia (electoral) sea creíble. Es así por exigencia de la ciudadanía y el consenso de las fuerzas políticas.



No obstante, después de colmada la alternancia política en el año 2000, se ha venido abriendo paso una actitud retrógrada que quisiera volver al esquema de resultados electorales consolidados con anterioridad al día de las elecciones. Saber quién es el bueno antes que considerar que es lo mejor para el país, qué proyecto se requiere para atender las necesidades materiales y espirituales de un pueblo prostrado en la pobreza y la ignorancia.



Ya en su oportunidad, Vicente Fox quiso imponer en una primera intención a su sucesor. Un fuerte movimiento opositor lo llevó a imponerse sobre el candidato que no quería que ganara. Para ello el señor Fox se valió de campañas negras e intervino a favor del candidato de su partido. Había otros interesados en incidir para predeterminar antes de la elección al ganador: los poderes fácticos debidamente orientados por la industria de la radio y la televisión. Todos sabemos que el resultado del 2006 no fue contundente e inobjetable, que lejos de traer la tranquilidad del deber cumplido en cada ciudadano, el karma de unas elecciones en las que se traficó con cuotas de votos en lugar del sufragio libre, nos devolvió una sociedad dividida, polarizada.



Por ello la reforma electoral siguiente al accidentado proceso electoral federal incluyó una serie de restricciones para contener la pretensión de cargar los dados y devolvernos al esquema de elecciones arregladas. Se ha dicho que la reforma limitó la libertad de expresión y no veo qué individuo que afirma tal cosa realmente le haya sido cancelada su libertad de expresión. Sí afecto la manga ancha para enriquecerse en la radio y la televisión con la venta de tiempo aire para la propaganda político electoral. Eso les dolió y su molestia la han tratado de falsear como un atentado a la libertad de expresión. Donde lloran está el muerto y esos pillos ya han encontrado la manera de beneficiarse de recursos públicos para mantener sus negocios viviendo de la cartera de comunicación social según nivel de gobierno.



A pesar del ánimo reformador para fortalecer el principio del sufragio libre y efectivo, existe una poderosa corriente que quiere reinstalar la imposición porque ya no quiere más experimentos democráticos. Hay grupos que quisieran tener a esta fecha, en este momento, la certeza de saber quién es el sustituto que ocupará el lugar del actual presidente. Está el grupo del presidente Calderón, urgido de asegurarse el sistema de prebendas alcanzado en su gestión y, sobre todo, tener garantías de que no serán indiciados y llevados a la cárcel. Están los poderes fácticos que buscan mantener sus privilegios y anticipar la seguridad de negocios futuros. Hay intereses que no quieren el juego democrático que ose modificar el arreglo neoliberal que hoy nos asfixia. Por el contrario, quieren un proceso altamente manipulable para realizar sus ansiadas reformas estructurales, aunque nadie les ha dicho que el consenso de Washington ya hizo agua. Son gente que no sale a la calle, al campo, a los barrios, a los ejidos y comunidades. Ni banqueta, ni parcela han ofendido las suelas de sus zapatos.  Si por casualidad abandonaran sus búnkeres, sus transportes blindados y sus aparatos de seguridad para contactar con la gente real, estoy seguro empezarían a razonar sobre una aportación de fondo, no de caridades, para modificar las condiciones de existencia de la mayoría de sus desconocidos compatriotas.


lunes, 24 de octubre de 2011

Para evitar el retroceso





La aspiración de avanzar hacia un régimen democrático fincado el ejercicio libre y efectivo de derechos, sin exclusiones, está en trance de ser ahogada. Hay algo en el ambiente cuando se precia a la democracia como un orden tan valioso, pero tan valioso, como para dejarla en manos de la ciudadanía.



Lo que sucedió ayer domingo en una elección interna del Partido de la Revolución Democrática, para renovar su consejo nacional, tiene una espantosa conclusión: todos hicieron trampa. El otorgamiento de la medalla Belisario Domínguez a Cuauhtémoc Cárdenas no fue estímulo para modificar el modus operandi de las tribus del PRD.



En el Partido Acción Nacional tampoco encontramos un afán democrático, todo se va a definir con la intención de cuidar las espaldas a Felipe Calderón y para eso se apunta, en primer lugar, Ernesto Cordero. Es un personaje menor en ideas, esa carencia la suple con desplantes populacheros (decir disparates como eso de echar el “fua” por delante o hacer entrevistas a un futbolista que ya vio pasar sus mejores momentos) y, peor aún, servirse de la descalificación del adversario como método de lucha política.



Los modos de la política son importantes. Si no son tiempos legales para el debate, sí son tiempos para la disertación. Esa diferencia la ha captado la Fundación Colosio al proponer los foros temáticos regionales. Para el PRI sería más cómodo haber hecho su destape el mes pasado cuando  cuenta con un personaje muy bien aspectado en las encuestas. Pero no es un asunto sólo del PRI, sino que sus decisiones no pueden quedar al margen de las condiciones de deterioro que vive el país. Señalar los males, proponer la sanación. Esa es la importancia de la convocatoria de la Fundación.



¿Le será suficiente al PRI desplegarse en el terreno de la propuesta? No está fácil. Si nos atenemos a las dos últimas elecciones presidenciales, las propuestas han quedado empañadas por las campañas negras. Campañas que terminan ensuciando a México y dividiendo a los mexicanos. Más allá del pragmatismo ramplón, el tercer foro regional verificado el viernes 21 de octubre en la ciudad de Querétaro, con el tema de gobernabilidad democrática, es prueba y exigencia para quien aspira exponga articuladamente el México que quiere.



Con tino, el evento se subió simultáneamente a internet a través del “canal” USTREAM. Una a una fueron dándose las exposiciones: Héctor Aguilar Camín, Jorge Alcocer, Sabino Bastidas, Miguel Carbonell y Ana Laura Magaloni. Después les llegó su turno, siguiendo el orden alfabético establecido, a Manlio Fabio Beltrones y a Enrique Peña Nieto. No es el caso aquí resumir mal las exposiciones o sugerir algún juicio sobre ellas. Me quedo con el buen sabor de boca que deja el pensar por y para una sociedad tan lastimada como la mexicana, que todavía existe el atrevimiento de razonar sin maldecir. Pero me temo que hay grupos de interés que quieren menos exposición de ideas y prefieren pactar desde antes las elecciones, asegurarse de que el resultado quede preestablecido garantizando cotos o privilegios.



No bien concluí de ver el foro y en la primera oportunidad traté de registrar cómo se registró el evento. Por radio sintonice una revista de noticias, de esas que no tienen remilgos para calentar la nota política. No fue el caso, el conductor y sus colaboradores hicieron gala de pereza y desdeñaron el foro comentado. Si lo que se hace bien no merece relevancia mal hemos de estar. A lo mejor el responsable de conducir ese programa tiene información privilegiada y sabe que las decisiones ya están tomadas: Peña Nieto y López Obrador son contendientes asegurados y servirán para legitimar la elección. Por su parte, Felipe Calderón impondrá a su candidato como presidente. Sería un retroceso que nos devolvería al año de 1976. Lo que refleja esta actitud tomada de un “noticiario” se podría sospechar como la actitud generalizada de la industria de la radio y la televisión. No lo sé. Mal nos irá si algunos empresarios de la radio y la televisión caen en la tentación de usurpar la función de los partidos.



Por eso es bienvenida toda convocatoria en la que se ventilen las propuestas. Para evitar el retroceso.   

miércoles, 19 de octubre de 2011

Mensajes encadenados





Podría intitular “Mensajes enlazados, secuenciales, articulados o ligados”. Lo que quiero destacar, para que no se pierda de vista como el tema del crimen organizado es puesto por el gobernante con una intención política, esto es que se inserta irremediablemente en la lucha por el poder. Como dicen por ahí, en política no hay casualidades.



Se acuerdan que fue el martes 11 de octubre de este año cuando las versiones  online de la prensa escrita comenzaron a circular la especie del “complot” frustrado que se proponía atentar contra el embajador de Arabia Saudita en Washington. Toda una trama de maldad, operación de infiltrados, ingenuidad y sobrada estupidez, puesta al descubierto por la alianza entre los gobernantes de Estados Unidos y México –Barack Obama y Felipe Calderón. Un “complot”, hasta hoy no demostrado, entre el terrorismo financiado por el gobierno de Irán y el grupo criminal de Los Zetas de México. El fiasco es que el supuesto terrorista arregló su “complot” con un agente de la DEA (Agencia antinarcóticos de los Estados Unidos) Más trucado no podía estar y por eso el “complot” ha pasado por el momento a la congeladora, quizá otro día sea de utilidad ponerlo en los medios. Lo que queda en la fantasía es el juego entre narcos y terroristas para posteriores elaboraciones en el miedo de la gente pues ese es el mensaje implícito.



El caso es mantener el tema del narco, de la delincuencia, durante el trascurso de este año electoral que corre. La polvareda del complot se desperdigó y era necesario darle un nuevo enganche, en esta ocasión proporcionado por el mismísimo presidente Calderón, quien al ser entrevistado por el The New York Times volvió a poner el tema del narco en una asociación con la política, en esta ocasión con mayor explicitud: en el PRI muchos quieren entrar en pacto con el crimen organizado. Asociación que no es la primera vez que se hace desde su gobierno y que seguramente no será la última. Declaración que el sábado 15 ya circulaba por internet. Después vinieron las aclaraciones oficiales que hicieron más opaca la posición oficial. Calderón quiere a los priístas en la cárcel.



 No pasaron ni cinco días para que el tema de la narco política, sin información consolidada, se ganara las ocho columnas de algunos diarios en México. Ya en su formato del terrorismo internacional o en el de política electoral, se pintó un triángulo perverso que sobredimensiona las capacidades del crimen organizado, más allá del ámbito delictivo, poniéndolo a orquestar acciones con el gobierno de Irán y con el adversario político más fuerte que tiene el actual partido gobernante de México.



Es doble la irresponsabilidad del gobernante: una soltar la especie sin documentar, la otra, no iniciar procedimiento penal pues no se tiene la mentada documentación probatoria. Esta irresponsabilidad sólo es explicable por el pavor que tiene Felipe Calderón ante el regreso del PRI a Los Pinos. Pero una cosa es experimentar miedo como resultado de una sique atormentada y otra muy distinta alimentar el miedo colectivo. Cómo diablos se quiere avanzar un año electoral dentro de los límites de la normalidad cuando la ciudadanía queda advertida del “poderío” que ha adquirido el crimen organizado, al que se le supone capaz de estar al servicio de otro país para desarrollar actividades terroristas y de entrar en alianza con el partido de mayor identificación en el sentido del voto ciudadano que han registrado las encuestas.



En este momento de lo que deberíamos estar siendo informados los mexicanos es de los preparativos para concluir los resultados alcanzados por el Plan Nacional de Desarrollo. Los ciudadanos merecen una mejor difusión de lo que los partidos quieren realizar como programa del próximo gobierno. Una nación está condenada si sus dirigentes están convencidos de que el entretenimiento y el miedo son buenos sustitutos para paliar con las desigualdades y la insatisfacción de los derechos sociales: casa, comida, educación y  salud.



Así se surten los mensajes satánicos de Calderón.


domingo, 16 de octubre de 2011

Ambigüedad



La actuación de los políticos es difícil valorar en la verdad que acompaña a sus mensajes, eso no se ha buscado entre quienes realizan encuestas de opinión. Lo que logran medir los gabinetes de encuestas es el impacto de los mensajes, aunque se trate de disparates. Lo que vale es qué se dijo y como repercutió en la opinión de la población encuestada.


La opinión publicada en esta semana parte de la convicción de que las campañas por la presidencia de la república ya han comenzado, aunque formalmente nos chupemos el dedo que de acuerdo al Cofipe no es así.


Estas campañas en marcha no tienen el mismo arranque. En el PAN sus aspirantes parten de un mismo piso: la mediocridad. Esto no es obstáculo para quien resulte su candidato retenga la presidencia para su partido, es la derecha y tiene aliados muy poderosos. Pero es cierto que los aspirantes panistas inician con la desventaja que les deja su propio partido en sus doce años al frente del gobierno federal y no les queda de otra que atenerse a la guerra sucia y al fraude electoral. Al menos no tienen mensaje relevante que destacar (Y lo deduzco de la columna de Raymundo Riva Palacio  http://www.razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=94969)



Pero donde se dieron verdaderos campanazos fue en el PRI y en el PRD.


Marcelo Ebrard, jefe de gobierno de la ciudad de México ha mostrado que su reconciliación con la iglesia católica es firme y da visos de no querer asumir un rol radical, la inauguración de la Plaza Mariana en la basílica de Guadalupe en la que se hizo acompañar por la jerarquía católica, Felipe Calderón y Carlos Slim es prueba del anterior aserto. Para su causa eso no fue lo mejor, ya que su adversario en las internas del PRD, Andrés Manuel López Obrador, mostró que también sabe usar la mano derecha: se reunió con los empresarios de Monterrey, después tomó el avión a Washington a promoverse políticamente (lo que no había hecho) y fue a tranquilizar a los empresarios españoles cuando disertó en el Instituto Ortega y Gasset de Madrid ¡Qué tal!



Por su parte, en el PRI, tener un prospecto fuertemente apuntalado por grupos de interés y con todo el poder de la TV abierta a su favor, quien además cuenta con un paso arrollador en las encuestas no es cosa fácil de despreciar. Desde mi opinión y mi posición, Enrique Peña Nieto tiene que demostrar su diferencia con la derecha, lo cual se ve difícil pues más parece la continuación de la misma con sello tricolor. Pero lo que más le ha costado trabajo es establecer contacto con el llamado “círculo rojo” (los profesionales de la crítica) y salirse de su encuadre media training  que lo hace aparecer como un producto mercadológico que responde no lo que piensa, sino lo que le apuntan. Por eso, desde una posición menos afortunada en la encuestas, Manlio Fabio Beltrones ha ido escalando sin exceso de recursos. Su enlistamiento en el desplegado a favor de los gobiernos de coalición, que tiene que ver con su propuesta de ley sobre el tema que lanzó desde del Senado, le dio un exhibición frente al electorado que opina que ha inquietado a muchos dentro del PRI, sobre todo a quienes viajan cómodamente en el esquema de la cargada a favor de Peña Nieto, la que hasta hoy se ha quedado en intentona.



Y lo que me aflige es que en las próximas elecciones votaré por el menos cargado a la derecha, pues la izquierda, lo que se dice izquierda, no se ve. Y lo que quiero, un país en el que se amplíen los derechos de la gente y que esos derechos sean ejercidos sin lugar a injusticias.

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Para su consideración se pueden consultar los siguientes enlaces: Reporte Índigo 249 charla política semanal entre Antonio Navalón y Ramón Alberto Garza,  Puntos sobre las íes  (http://www.reporteindigo.com/edicion/reporte-249-una-mala-novela-de-esp-y-narcos) Miguel Ángel Granados Chapa, Reforma:  Enrique Ebrard, Marcelo Peña (http://www.reforma.com/editoriales/nacional/629/1256488/default.shtm)José Carreño Carlón, El Universal: El Peña que ven, el Manlio que desean(http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/55112.html)Pablo Hiriart, La Razón de México:  La decisión de Manlio y Que no se baje Manlio (http://www.razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=94641)(http://www.razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=92455)





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