viernes, 3 de abril de 2009

Sin crédito


Los sucesos económicos de los últimos meses han echado por tierra promesas del PAN, aquellas de que sus gobiernos evitarían las crisis económicas y las devaluaciones del peso. A media semana ha caído otra de sus baladronadas, la de no endeudar al país. Lo dicho ya no se sostiene pues el gobierno de Felipe Calderón ha solicitado una línea de crédito por 47 mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional, dólares que se suman a los 30 mmdd que tiene apartados con la Reserva Federal de los Estados Unidos. Y no por falta de reservas es que se han asegurado estos créditos, sino que de algún modo se tenía que detener la ola especulativa que las venía minando aceleradamente.

Al anuncio de estos compromisos, la administración calderonista no ha enlistado medidas que contribuyan al uso óptimo de esos préstamos en su orientación a la creación de empleos y la generación de empresas en el sentido de apoyar el crecimiento económico. Hay que tomar en cuenta que antes que se desatara la crisis, Felipe Calderón y su equipo no supieron establecer un efectivo programa de empleo y de infraestructura. Y no porque no tuvieran recursos, sino porque están limitados por su visión de la economía. Mientras no se diga explícitamente lo contrario, los recursos adquiridos vía crédito bien pueden tener por destino grandes empresas que hicieron uso especulativo de su capital y cayeron en quiebra. Hasta ahora el gobierno no ha dado ni una indicación respecto al cambio de la política económica y está dispuesto a seguir la política que nos ha llevado a la situación actual, aunque la crisis nos ha llegado de afuera. Esto último realmente no tiene importancia cuando se ha aceptado la globalización económica.

Frente a esto, desde el lado de la política tampoco se atreve el gobierno, desde su partido, a dar muestras de estimular una mejora en la convivencia democrática. Por el contrario, se va acomodando alegremente en las formas del autoritarismo que condenaba. Utilizar los recursos de la Lotería Nacional para apoyar campañas del PAN es apenas una muestra de la porquería mayor que se oculta.

Qué mejor manera de ocultar el cochinero propio que apostar a las campañas sucias. Campañas que dejan ver dos interrogantes sobre las cuáles no hay la menor preocupación por despejar en los medios: ¿Por qué no se han levantado denuncias ante autoridades competentes? ¿De dónde se ha obtenido información para hacer esas campañas? El PAN se dedica al espionaje o alguna agencia gubernamental les dispone información. Por venir de quien viene no debería sorprendernos. Recordemos la investigación del panista Lozano Gracia y la invención de investigaciones. Recordemos como el Pemexgate nunca demostró nada. Recordemos el proceso del desafuero contra López Obrador. Recordemos el montaje de la detención de la secuestradora francesa Florence Cassez.

Se puede afirmar que ante la mayoría de la sociedad los panistas se han quedado sin crédito y en menos de diez años tienen una gran deuda en materia de justicia. Incluso en la acción más legítima emprendida por el actual gobierno, el combate al crimen organizado, la justicia brilla por su ausencia. Van más de diez mil muertos y son pocos los procedimientos, si los hay, que lleven a la conclusión jurídica de cada caso y a la sanción de los victimarios.

Es de cuestionarse ¿Vale que una población golpeada por la crisis económica y la violencia, que ahonda sus niveles de desocupación y desigualdad social, sea convocada a participar de campañas de odio? México tiene demasiados problemas como para inventarse uno más. Que no se argumente que así son las campañas electorales. El país no está para polarizaciones inducidas desde la política y su población no aguanta. Mañana se lamentarán que una parte de la población quiera hacer jabón a la otra, aunque hoy celebren el trimestre de Germán.

Por eso se reitera la convocatoria a no votar por el PAN.

martes, 31 de marzo de 2009

Esa película ya la hemos visto


No hay porque sorprenderse. Las actuaciones de los últimos días son una reedición del terrorismo verbal que ha acompañado a las últimas elecciones federales. Situar al electorado ante la disyuntiva entre los buenos y los malos. Es un ardid primitivo y apocalíptico ante el cual la modernidad ha sucumbido, de Hitler a Bush, por mencionar casos atendibles a un mayor espectro generacional. No es cuestión de razones y propuestas. De lo que se trata es el que el miedo decida. Fox y Calderón son un ejemplo en la experiencia mexicana reciente.

La estratagema funciona no por su lógica supuestamente bodadosa, sino por la estructura poder que la promueve. Si durante muchos años vivimos bajo un pacto corporativo que se proponía inclusivo, lo que hoy prima es una santa alianza entre empresarios y la iglesia católica que usan la institución política PAN para imponer su punto de vista, su opinión, al resto de la sociedad.

¿Cómo lo pueden hacer? Es muy sencillo. Ya no hay “prensa vendida”. La prensa tiene dueños, sobre todo los que tienen alcance en radio y televisión. Son esos concesionarios los que pueden encumbrar y destruir imágenes. Concesionarios que están ligados a otros intereses capitalistas. No es creíble que una organización política socialmente insignificante como el PAN pueda convertirse en un mensaje aturdidor sin una amplia base social. El cuento de que la campaña por internet de Germán Martínez Cázares haya podido reposicionar al PAN en las encuestas es un truco. Han sido los medios privados los que han dado realce al PAN y silenciado a la oposición (hay excepciones). Es increíble que la corrupción y el subejercicio de los actuales gobernantes no sean suficiente para mandarlos a la cárcel. Es la misma práctica del pasado. La diferencia está en que antes la conducía el régimen de la revolución y ahora la dictan la santa alianza entre la iglesia católica y los empresarios.

No hay porqué hacerse bolas. El desempleo, la violencia y la violación sistemática del estado de derecho se han impuesto en el país desde el momento en que lo social ha pasado a segundo lugar. Lo inicuo lo han vendido por inocuo. Es la misma campaña que padeció Francisco Labastida y Roberto Madrazo, Cuahtémoc Cárdenas y López Obrador.

El actual gobierno no tiene voz, la voz es de los capitanes de la iniciativa privada. Su representante de mayor conspicuidad es Luis Téllez, reconocido por su labor de zapa dentro de los gobiernos priístas. Trapecista entro lo público y lo privado, se columpia diría José Carreño Carlón, cuya ordinariez y procacidad documentada no ha sido obstáculo para ser postulado como director de la Bolsa Mexicana de Valores. Valores que no precisamente han de ser éticos. Luis Téllez es insignia del desastre nacional, de la falta de valores o de la codicia como valor fundamental.

El PAN y quienes lo tripulan han decidido dividir al país en campañas de odio. Por eso, sólo por eso, no hay que votar por el PAN. Es inadmisible avalar la violencia y la pobreza generada por las administraciones panistas.

lunes, 30 de marzo de 2009

Al rescate


La semana pasada dejó la impronta del gobierno de Estados Unidos. La visita de Hillary Rodham Clinton, secretaria de Estado en el gobierno de Barack Obama, ha representado un espaldarazo para la administración de Felipe Calderón. Lo que falta por conocerse es en qué consiste el intercambio después de que en los días previos a la visita se vio un Felipe Calderón enojado. Las opiniones expresadas por funcionarios norteamericanos, y por lo que allá se ha venido publicando acerca de México sobre el clima de violencia ascendente, no ha sido del agrado del inquilino de Los Pinos. Como quien no quiere la cosa, el presidente Calderón sugiere un apoyo norteamericano equivalente el dinero que maneja el narcotráfico. Lo de la iniciativa Mérida resultan despreciables cacahuates.

Según Raymundo Riva Palacio (Ejecentral 27-03-2009) Obama pondrá como parte de la solución el compromiso de las autoridades mexicanas a erradicar la corrupción de funcionarios que se benefician del narcotráfico. Hay acuerdo en ciernes, lo que no ha cambiado es la opinión del gobierno estadounidense, ya el día de ayer se adelantaba online lo que Obama dijo a un programa de la cadena de televisión CBS: “La lucha del gobierno de México contra los cárteles de la droga se le ha escapado de las manos”. La información fue recogida en varios diarios en sus primeras planas hoy.

Como en 1995, cuando Bill Clinton hizo lo necesario para el rescate financiero de México. Hoy, doce años después, lo hace su mujer, Hillary, para salvar a México de las garras del narcotráfico. Así se salvó el sexenio de Ernesto Zedillo ¿Así se salvará el de Calderón? Por lo pronto, la actual administración federal a cargo del Partido Acción Nacional depende de las acciones que se tomen por parte de las autoridades norteamericanas. El combate al crimen organizado ha escapado parcialmente de las manos del gobierno mexicano, sólo la participación de los vecinos allende el Bravo le dará un horizonte de conclusión a dicho combate, después de todo, los asesinatos no se han detenido.

Pero no sólo en este tema serán decisivas las decisiones de Obama, también en la relativa al curso de la crisis económica. Cuando el intercambio comercial de México está casi exclusivamente orientado hacia el norte del continente, es santo y seña de que la recuperación de México seguirá a la que ocurra en los Estados Unidos. Recuperación que se está auspiciando en ese país echando mano del proteccionismo y de la intervención gubernamental en los mercados. Precisamente lo que el presidente Calderón le reclamará al presidente norteamericano, al menos eso se dice.

Sobre los temas del crimen organizado y de la crisis económica se instalarán las campañas a iniciarse el mes que entra. La administración calderonista y su partido le sacan la vuelta al tema de la crisis, han preferido enfocar sus baterías contra el Partido Revolucionario Institucional en asociación con el tema del narcotráfico. Hasta el momento la estrategia ha dado resultado: las preferencias electorales van acortando las distancias entre el PRI y el PAN. Es una estrategia muy adelantada para un asunto que en los últimos años ha tenido las decisiones en manos de gobiernos panistas y no pueden evadir responsabilidades. La soga que quieren ceñir al cuello del PRI es la misma que ajusta en su pescuezo. Adicionalmente, pero no menos importante, el decrecimiento económico, el desempleo rampante y la corrupción incontinente son la agenda de campaña de la oposición que se enfila en contra del PAN y su gobierno.

Cómo llamarle a un Estado que depende para cumplir su obligación de otro Estado: fallido, débil o, específicamente, habrá que referimos a un gobierno fracasado.
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