miércoles, 18 de septiembre de 2013

Cuando la lluvia cae


El temporal en dos frentes, el  Golfo de México y la Costa del Pacífico – Ingrid y Manuel- han dejado agua a raudales. Desbordamiento de ríos y trazo urbano como ríos de la ocasión. Mesoamérica rendida al dios del agua, Tláloc, venerado como deidad de la fertilidad, la reproducción de la naturaleza vegetal. Así era en el mundo prehispánico.

Ahora, lo que los meteorólogos llaman tormenta tropical o ciclón, según sea la especificación técnica, en el despliegue de su fuerza pone a prueba al Estado moderno en sus dos componentes: en tanto gobierno, la disposición de recursos fiscales y el aparato público para atender la emergencia; en tanto sociedad, resurge el principio de la solidaridad tanto tiempo anestesiado por la codicia mercantil. Solidaridad que encuentras en la desgracia del otro tu oportunidad. La conciencia abierta hacia la alteridad es una llamada a la reorganización y movilización civil.

Lluvia que cae en medio de un proceso de reformas, hasta ahora auspiciado por el Pacto por México, en continuidad con la apertura comercial iniciada por Miguel de la Madrid, aunada con la disminución del Estado peyorativamente calificado de interventor. Reformas que han tocado derechos sociales, también privilegios –de aprobarse en sus términos la reforma hacendaria. Enrique Peña Nieto ha arriesgado su capital político. La legitimidad electoral alcanzada se dilapida, aparentemente. La divisa del gobierno eficaz palidece ante la continuidad sibilina de hacer las reformas que no pudo hacer el Partido Acción Nacional en doce años.

Un proceso de reformas que no es acompañado por el crecimiento de la economía. Como diría Luis Echeverría Álvarez, la economía está en atonía. La economía está en recesión, declaró ayer el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas.

Los empresarios que empiezan a disfrutar de los ahorros que les ha facilitado la reforma laboral no se dan por satisfechos y abominan de la reforma hacendaria. Son los dueños del país y lo quieren todo.

El actual gobierno de la república, con todo y la reforma a la administración pública federal y el decreto de austeridad inaugural, no ha roto la inercia que dejaron los gerentes blanquiazules, mucho menos con el abuso de los mensajes publicitarios de lo que se supone es actividad gubernamental.

En esta desazón del gobierno que se propone eficaz, llega Tláloc para poner a prueba las estructuras gubernamentales en sus tres niveles. Temporal coincidente con el desafío vigente del movimiento magisterial y los desbordamientos sociales que pueda traer.

Por lo pronto, el Estado de sitio se mantiene en el corazón del centro histórico de la ciudad de México, sustrayéndolo como espacio por excelencia para el ejercicio del derecho de manifestación. No sin antes haber utilizado ese espacio para el acarreo de miles de mexiquenses la noche del Grito de Independencia el domingo pasado: Viva Peña Nieto, se leía en sus afiches. Si fue decisión de los presidentes municipales, de la secretaría de gobernación o instrucción de Los Pinos, el hecho es desafortunado y hasta el momento no hay desmentido de parte de la autoridad.

Ya lo he escrito, vienen meses difíciles. El irresuelto conflicto magisterial, la contracción económica inducida por los empresarios, no dan para buenos augurios.

Verano lluvioso, crudo invierno. Algo tendrá que hacer el gobierno de Peña Nieto para detener su desgaste. El Pacto por México no sustituye a la representación nacional, considerarlo así es usurpación. Acelerar el ejercicio del gasto público autorizado es una parte que está al alcance del gobierno ¿Será suficiente para reconstruir la interlocución con la sociedad en su conjunto?

domingo, 15 de septiembre de 2013

Gritos antes de El Grito


En estos días lluviosos y por eso agradecidos, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y el presidente Enrique Peña Nieto han sido blanco del odio. Por distintas causas, ambos sujetos son odiados. Algo no ha sido bien explicado y comprendido cuando la predisposición cruza el umbral y da rienda suelta a ese sentimiento (en los corporativos de la comunicación de masas y en las redes sociales)

Gritos antes de El Grito. Griterío que impide la escucha al anular los oídos.

Por un lado, después de ingresar la propuesta de reforma hacendaria, el Ejecutivo ha tenido que enfrentar la andanada de las cúpulas empresariales y de clasemedieros. Los empresarios ya amenazan con la caída del empleo y la inversión, cosa que ya han venido haciendo. Continuar la desinversión para colocar sus recursos en España, por ejemplo. Es el eficaz chantaje que les ha dado dividendos a los grandes inversionistas. En su cometido usan como carne de cañón a la clase media, la cual  exhibe airada la defensa de sus mascotas: por artes de ventriloquia gritan ¡mascotas del mundo, uníos!

El fondo de la molestia de los consorcios empresariales es la eliminación de la consolidación fiscal. Ese recurso para obtener condonaciones fiscales multimillonarias (la doctrina Bush según la cual los que ganen más paguen menos impuestos) Un privilegio que en su abuso, el de Gastón Azcárraga por ejemplo, llevó a la quiebra a Mexicana de Aviación y a la ruina a sus trabajadores; también les molesta la pérdida del privilegio con la actual exención a las operaciones bursátiles. Los casos de los dueños de Banamex y del Grupo Modelo. Operaciones de miles en millones de pesos sin causar impuestos.

Luis Videgaray es señalado como si fuera un hereje por parte de la “Hermandad” o “Bella Sociedad” del ITAM, monopolizadora de la política económica de este país y corresponsable de los treinta años de crecimiento económico mediocre. Y cuando se trata de buscar el bienestar habla de mitos geniales o considera que seis mil pesos al mes es suficiente ingreso familiar.
 
Hasta ahora las reformas laboral, educativa, de telecomunicaciones y financiera han fortalecido el clima de inversiones y se quejan con la hacendaria. Reforma esta última, de aprobarse, nada garantiza que el próximo gobierno la modifique al gusto de los empresarios.

El otro griterío, el de la disidencia magisterial y sus acompañantes, desalojados por la policía federal el viernes pasado de la plancha del Zócalo. En coordinación con las autoridades capitalinas, el operativo se realizó en cinco o diez minutos, según la fuente que se consulte. Rubén Núñez, líder de la sección 22 de la CNTE en Oaxaca, quedó rebasado. Habló de resistencia pacífica mientras una porción de sus bases se armaba de bombas molotov, piedras y demás armas rudimentarias. Defienden sus derechos adquiridos ¿Quién no lo haría?

De aquí a fin de año veremos si los cambios han sido aceptados por la sociedad, si entramos en una nueva era de simulación o se abre espacio a un periodo de lucha clases.

Hace cien años inició un ciclo de convulsión política que duró hasta 1929, con el acuerdo político entre las facciones de la revolución mexicana que significó la creación del Partido Nacional Revolucionario.  A qué ciclo nos estamos adentrando.
 
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