Reforma petrolera

Por medio de una reducción al absurdo, la reforma energética tiene el esqueleto de una reforma petrolera. López Obrador ha contribuido a formar este debate al denunciar la privatización de Petróleos Mexicanos sin documentarla. Felipe Calderón ha contribuido a formar el debate al no presentar proyecto de reforma. De un lado se tiene una posición, del otro, un ejercicio para inducir. De ambos lados se encarece la objetividad, uno porque exhibe intereses de los beneficiarios anticipados de la reforma, el otro bando porque oculta intereses. Para decirlo con el título de Rolando Cordera y Carlos Tello Macías, se trata de la disputa por la nación.

Una probada de lo que viene fue la presentación del diagnóstico de PEMEX hecha por los funcionarios del actual gobierno federal, ante los diputados de la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional en la Cámara de Diputados el pasado miércoles. Georgina Kessel y Jesús Reyes Heroles González Garza fueron apabullados. El diálogo fue algo más parecido a una sesión de tortura. Nada definitivo, ni premonitorio, solamente una urgencia por definir los términos del debate en función del haz de opiniones que se forma y que aun no tiene el corte transversal que lo contenga.

Conviene distinguir niveles y participantes del debate. Uno es el técnico financiero del cual forman parte del lado oficial los ya mencionados y el secretario de Hacienda, Agustín Carstens. Por parte de la oposición destacan David Ibarra, Rogelio Ramírez de la O y Francisco Rojas. Otra arena del debate ha quedado oscurecida, la de los ingenieros petroleros y geólogos, no se ve hasta ahora al Instituto Mexicano del Petróleo y a los Institutos de investigación superior. Aquí se encuentran dos niveles el debate serio y objetivo que ha solicitado el presidente Calderón y del que se tendrían que nutrir los legisladores, que son actores que condensarán y concluirán el debate para efectos de un nuevo arreglo petrolero. Estos son los niveles privilegiados del debate que exigen mayor ventilación pública y a los que el ciudadano debería dar mayor atención.

Debajo de la superficie del debate se baten los intereses. Unos que ya están dispuestos a emerger, como el de los gobernadores o el de las organizaciones empresariales, otros que preferirán mantenerse fuera de foco, es el caso de las empresas especializadas en los negocios petroleros y que son posibles beneficiarias de un nuevo arreglo.

Los medios, por extensión los periodistas, no son actores del debate pero están al servicio de ideologías, de intereses o del mismo gobierno, por lo que juegan un papel destacado en la inducción de la opinión pública.

De seguro todos se envolverán bajo la bandera del interés superior de la nación y se definirán como los mejores defensores de la soberanía.

¿Se mantendrá la incipiente movilización social promovida por el FAP? En los hechos, el gobierno restará fuerza a la movilización alcanzando negociaciones paralelas. Acordando con el Sindicato de los trabajadores petroleros como ya la hizo con el SME, con la mesa campesina que está en sesión permanente y con la mesa magisterial en la que se cocinan los nuevos beneficios para el SNTE y su líder vitalicia, Elba Esther Gordillo.

Todavía no hay reforma y el pastel ya se está repartiendo.

¿Derrotado?

Fue hasta el día domingo treinta de marzo, que el tema energético alcanzó una especificación oficial con el diagnóstico presentado por la Titular de Energía y el Director de Petróleos Mexicanos. Después de una serie de escarceos –rounds de sombra les llamaría el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas- la batalla por la redefinición de la paraestatal es número uno de la agenda nacional. Atrás queda la irresuelta definición sobre la nueva dirigencia del Partido de la Revolución Democrática, es muy posible que mañana miércoles, previo arreglo, se den cifras que cierren el accidentado proceso.

Nada sorpresivo el diagnóstico, muy congruente con el cuento del tesoro escondido en las profundidades del mar. De los comentarios a que ha dado lugar el diagnóstico, dos conclusiones cabría considerar, más allá de las especificaciones técnicas: Samuel García, en Milenio Diario, destaca el costo de la relación laboral ¿Qué tanto es un exceso? Valdría la pena hacer una comparación con otras empresas petroleras (privadas y estatales) En el mismo diario, Ricardo Monreal concluye que la caída en el ranking mundial de PEMEX está asociado a las decisiones administrativas del gobierno federal en manos del Partido Acción Nacional. A lo cual habría que agregar el gobierno protopanista de Ernesto Zedillo, no por algo Jesús Reyes Heroles González Garza, Luis Téllez Kuenzler y Javier Lozano Alarcón son parte destacada del equipo del actual gobierno.

Lo verdaderamente sorpresivo es la abdicación del presidente Felipe Calderón a su facultad de presentar un proyecto de ley, en este caso para la reforma energética. Se ha dado por vencido después del amago movilizador del Frente Amplio Progresista y entrega la conducción de esta guerra a los legisladores de su partido, al tiempo que fortalece el margen de maniobra del Partido Revolucionario Institucional y su posición como la fuerza política decisiva de cualquier intento reformador.

Lo que vemos es una cadena de errores que se inició con el año que corre, al nombrar secretario en Gobernación a Juan Camilo Mouriño. Si lo nombran encargado de Turismo nadie hubiera dicho nada, por el contrario, su perfil empresarial le ayudaba. Pero encargarle el despacho político por excelencia del gabinete, por muy devaluada que esté esa posición, fue un exceso. Una decisión presidencial más cercana al corazón que dictada por el cerebro. Los días que se han sucedido a su nombramiento han confirmado que no está hecho Mouriño para Gobernación. Su vida privada ha sido más llamativa que su visión del servicio público y él mismo se encargó de formar esta percepción. Es miserable que desde su oficina se mande decir que no pocos de sus encuentros pertenecen a su agenda privada

¿Tiene un secretario de Gobernación agenda privada? Sí, pero se despliega con un manto de invisibilidad pues su actos son de carácter público y éstos tienen que destacar. Y es en lo público donde el secretario en Gobernación se hace pequeño. La semana pasada encabezó una reunión del gabinete de seguridad el 27 de marzo en Ciudad Juárez Chihuahua, en apoyo a esa entidad. Reunión que se dio en el contexto de las cifras de las ejecuciones que se han incrementado en comparación al primer trimestre del años pasado. Este hecho resta cualquier beneficio público de su designación. Por el contrario, el descrédito de la administración calderonista no ha tocado fondo desde el encumbramiento de Mouriño, sin embargo se le mantiene. Cuál es la deuda, qué tanto es el afecto.

Lo ostensible es la debilidad del gobierno, lo previsible es que la pendiente hacia abajo del PAN continúe en el terreno electoral, lo lamentable es el deterioro del país.