La confrontación entre las autoridades y el crimen organizado sigue produciendo derramamiento de sangre y golpes espectaculares. Son ya una costumbre los partes noticiosos que dan cuenta de esta guerra que va para largo, estableciéndose como un mal endémico.
El IFE ha dado hasta el día de hoy viernes, plazo para que se retire toda publicidad gubernamental que tenga contenidos de promoción personal. También se tendrá que hacer un listado de lo que es información gubernamental y lo que es propaganda disfrazada de noticia. Qué formatos son vehículo impecable de necesidades informativas y cuáles son inserciones de propaganda descarada a tal o cual autoridad responsable.
Nada sobresaliente, incluida la reposición de una gira pospuesta del presidente Felipe Calderón a los Estados Unidos por Massachussets, Nueva York, Illinois y California. Se celebraron reuniones con todo tipo de interlocutores, destacando académicos, hombres de finanzas, gobernadores y sobre todo, el más importante, la comunidad de mexicanos residentes en aquel país. El viaje sirvió para reproducir el optimismo acerca de las fortalezas de la economía mexicana frente a la actual recesión norteamericana, donde el gobierno de George W. Bush toma medidas para mantener a la sociedad de consumo más importante del planeta. Las autoridades de Hacienda minimizan los efectos de la recesión, que no pasarán más allá de un catarrito.
Abundar sobre los efectos en la economía nacional de la crisis estadounidense no está demás, más vale que el gobierno siga con atención e informe con oportunidad pues nadie quiere una neumonía. Prever la posibilidad de una variación brusca en el tipo de cambio. Mantener al tanto a la población del multimillonario programa de infraestructura, conocer sobre sus alcances y sus avances. Verificar el ofrecimiento de las tiendas de autoservicio de hacer descuentos importantes en algunas mercancías que ofrecen. Poner el acento en la política social. Todo lo que sea pertinente para que la recesión no haga estragos mayores, recuérdese que la pobreza de millones de mexicanos es un dato anterior a esta crisis. Y no se diga la capacidad de consumo de la clase media, que se ve limitada ante su insolvencia para pagar sus créditos (Reforma)
En una situación como la presente, quienes más recursos tiene, la minoría del gran capital, tienen la información privilegiada para asegurar sus intereses. Su queja es anticipo de que no están dispuestos a ser sorprendidos. Y no extraña que un empresario como Emilio Azcárraga Jean ya reclame la falta de atención del gobierno, que no apoya a los empresarios nacionales. Cierto o no, lo dicho por el principal accionista de Televisa es ya signo del jaloneo empresarial.
Hacer confianza ante la crisis puede tener un alto costo político, como para pronunciar el retroceso electoral de Acción Nacional en los estados durante los últimos meses. En la parte política las decisiones se van acordando con el Congreso y los gobernadores, eso ya es marca del sexenio. Pero es en las decisiones económicas donde se pone en riesgo los deseos de prosperidad para el país. Que le vaya bien a México, aún a costa del Presidente.
El IFE ha dado hasta el día de hoy viernes, plazo para que se retire toda publicidad gubernamental que tenga contenidos de promoción personal. También se tendrá que hacer un listado de lo que es información gubernamental y lo que es propaganda disfrazada de noticia. Qué formatos son vehículo impecable de necesidades informativas y cuáles son inserciones de propaganda descarada a tal o cual autoridad responsable.
Nada sobresaliente, incluida la reposición de una gira pospuesta del presidente Felipe Calderón a los Estados Unidos por Massachussets, Nueva York, Illinois y California. Se celebraron reuniones con todo tipo de interlocutores, destacando académicos, hombres de finanzas, gobernadores y sobre todo, el más importante, la comunidad de mexicanos residentes en aquel país. El viaje sirvió para reproducir el optimismo acerca de las fortalezas de la economía mexicana frente a la actual recesión norteamericana, donde el gobierno de George W. Bush toma medidas para mantener a la sociedad de consumo más importante del planeta. Las autoridades de Hacienda minimizan los efectos de la recesión, que no pasarán más allá de un catarrito.
Abundar sobre los efectos en la economía nacional de la crisis estadounidense no está demás, más vale que el gobierno siga con atención e informe con oportunidad pues nadie quiere una neumonía. Prever la posibilidad de una variación brusca en el tipo de cambio. Mantener al tanto a la población del multimillonario programa de infraestructura, conocer sobre sus alcances y sus avances. Verificar el ofrecimiento de las tiendas de autoservicio de hacer descuentos importantes en algunas mercancías que ofrecen. Poner el acento en la política social. Todo lo que sea pertinente para que la recesión no haga estragos mayores, recuérdese que la pobreza de millones de mexicanos es un dato anterior a esta crisis. Y no se diga la capacidad de consumo de la clase media, que se ve limitada ante su insolvencia para pagar sus créditos (Reforma)
En una situación como la presente, quienes más recursos tiene, la minoría del gran capital, tienen la información privilegiada para asegurar sus intereses. Su queja es anticipo de que no están dispuestos a ser sorprendidos. Y no extraña que un empresario como Emilio Azcárraga Jean ya reclame la falta de atención del gobierno, que no apoya a los empresarios nacionales. Cierto o no, lo dicho por el principal accionista de Televisa es ya signo del jaloneo empresarial.
Hacer confianza ante la crisis puede tener un alto costo político, como para pronunciar el retroceso electoral de Acción Nacional en los estados durante los últimos meses. En la parte política las decisiones se van acordando con el Congreso y los gobernadores, eso ya es marca del sexenio. Pero es en las decisiones económicas donde se pone en riesgo los deseos de prosperidad para el país. Que le vaya bien a México, aún a costa del Presidente.