“¡No se da cuenta de que todo es
una comedia!”
Evgueni Zamiátin.
La temporada regular ha
concluido, en marzo comenzará otro torneo con candidatos registrados. Ahora sí
me referiré a las precampañas, sus protagonistas destacados, lo que nos han
dejado, un liderato llevado de punta a punta y competidores que no pasaron de
la medianía en esta prueba. Lo expreso teniendo conciencia de la advertencia
que se le atribuye a Yogui Berra: “esto no se acaba hasta que se acaba”.
La precampaña arrojó un líder en
la competencia por la presidencia de este 2018: Andrés Manuel López Obrador.
Cómo se ha construido este efecto. Coincido con José Gil Olmos (Proceso.com) cuando afirma que AMLO
tiene un diseño parecido al de la campaña de Vicente Fox en el 2000, el cual
consiste en aglutinar voluntades variopintas, fue el caso de Jorge G.
Castañeda, Enrique Krauze, Porfirio Muñoz Ledo y una larga lista. López Obrador
tiene la mano tendida, una flexibilidad que opaca el sectarismo que se le
endilga. De todo el espectro político se le adhieren o, como mínimo, deponen la
actitud beligerante hacia su candidatura; también coincido con Jorge Zepeda
Patterson (Sinembargo.com) cuando
afirma que AMLO ha sabido jugar como la representación del cambio. Por mi
parte, estoy a favor del cambio del modelo económico que en más de treinta años
no ha tenido los rendimientos esperados. El libre comercio ficción tiene a la
población como al burrito del gallego, aprendiendo a no comer; un punto
adicional, la campaña negra llegó a su límite y ha terminado por formar una
capa de teflón que protege al contendiente de la alianza Juntos Haremos
Historia.
Ricardo Anaya, en el papel,
representa todo un trabuco aliando a dos fuerzas políticas nacionales, al PAN y
al PRD, junto con una fuerza regional, MCD. La fórmula no ha terminado por
cuajar, salvo en los formularios del INE, y la desbandada no se detiene. Algo
tendrá que hacer Anaya, tal vez espera que se sume a él un contendiente con
todo y sus apoyos.
José Antonio Meade, todos
coinciden, está en una pendiente muy cuesta arriba. Peña Nieto y el PRI han
sido su lastre. La sabiduría financiera que presume Meade, su palmarés de altos
cargos burocráticos le deben dar algo más que cacarear la continuidad. Él sabe
de qué está hecho el “pacto de impunidad” -expresión popularizada por Eduardo
Buscaglia. ¿Se atreverá Meade a denunciar y combatir dicho pacto o prefiere mantenerse
como su cómplice silencioso? Yo lo aprecio atado al pacto y a los mañosos de la
operación mercantil electoral. En esa atadura se inscriben los mensajes
presidenciales a valorar los logros de la actual administración. Las alarmas
desde el gabinete que piden hacer oídos sordos a los antisistémicos señalando,
además, al proceso electoral como un peligro para la economía.
Este balance incluye a María de Jesús
Martínez Patricio, la auténtica contendiente opositora al régimen, la tenaz
vocera de los pueblos originarios, defensora de los recursos naturales, la
única con postura anticapitalista. Marichuy, una opositora de verdad.