Toda la arquitectura legal y de
organización para dotar de certeza y credibilidad a los procesos electorales
está expuesta a la tormenta de mierda que cae sobre ella. Empezando por la
actuación del responsable de Ejecutivo federal. Cuenta con el aparato de
procuración de justicia, la PGR, que se esmera en derrotar al PRI antes de las
elecciones. El uso de filtraciones con información proporcionada por testigos
protegidos que no precisamente dicen la verdad y primero habría que comprobar
sus dichos. Eso de mensajes de texto enviados impecablemente estructurados,
opuestos en relación a las características de ése tipo de mensajes y descubiertos por la DEA, son una prueba
altamente manipulable. O sea, no son prueba.
La estrategia ha quedado expuesta con el
relevo del fiscal responsable de atender por denuncia o perseguir de oficio los
delitos electorales. Al presidente Calderón le será muy difícil mantener esa
línea de guerra sucia. Pero esa es sólo una línea de acción, el gobierno
dispone de recursos públicos y de los aparatos represivos para salirse con la
suya, pero saben qué, no lo va a lograr. Es osado de mi parte tal afirmación,
se me podrá refutar. Existe la posibilidad de un golpe de Estado, no lo niego.
Tal eventualidad exigirá a Congresistas y Ministros montar el tordillo para una
nueva Marcha de la Lealtad.
En el frente interno, durante su
gestión, Felipe Calderón ha dejado mucha gente lastimada, no sólo hay que
contar al confidente de Julio Scherer García, Manuel Espino. También están Vicente
Fox, Fernando Gómez Montt y el recién destituido de la FEPADE, José Luis
Vargas. Gente bajo su cargo o el alero de su partido que ha sido maltratada,
rebajada, humillada por la intempestiva ira con la que suele tratar a sus
subordinados cuando no le cumplen sus caprichos. Esa es una fuente que ya está
fluyendo a la prensa de manera documentada, no sólo Proceso, también Reporte
Índigo, columnistas y todo foro de comunicación está siendo provisionado
por el resentimiento que le tienen al ingrato y que se ha ganado a pulso.
Peor aún para Calderón, lo que
hizo e hizo mal durante su gestión está documentado. Esa es otra fuente que
está llegando a los medios y sin filtraciones fantasmales. Ver la de ocho en El Universal, sobre los excesos del
Bicentenario o La Jornada, también de
hoy miércoles 15 de febrero, con su nota en primera sobre las millonarias
pérdidas en la Lotería Nacional (Información por cierto firmada, sin acogerse a
la figura del staff) Documentos institucionales que posee la Auditoría Superior
de la Federación, por ejemplo, o las comisiones legislativas de ambas Cámaras
del Congreso. No son dichos de un testigo protegido o interesada información de
alguna agencia norteamericana. Son documentos que se exhiben por el curso mismo
de los procedimientos administrativos. Lo que debe tener claro Calderón es que
tampoco tiene a su servicio y de rodillas al Poder Judicial. Se ha encargado de
hablar mal de ese Poder formal, lo suficiente como para que no le sea
incondicional a sus caprichos, como ya se vio en el fallo que dio para validar
la elección de Fausto Vallejo en Michoacán.
A sacar paraguas o usar sombrero
y ponerse una capa, de esta lluvia nadie se escapa (Palabras de Catarino Curet
Alonso)