viernes, 24 de junio de 2016

Que devuelvan lo robado

Aunque narrar la catástrofe se ha vuelto un lugar común, hemos aprendido a no asustarnos con el petate del muerto, lo que tampoco nos alivia de los males secularmente denunciados, que son inspiración y origen del ánimo quejoso. Cargando a perpetuidad taras sociales estructuradas sin solución de reforma estructural. Nada es definitivo en este intercambio de máscaras.

Recién afirmaba la faz rural del movimiento magisterial que apareció en la Mixteca oaxaqueña, el domingo negro de Nochixtlán, con sus muertos y heridos. Este miércoles 22 de junio, la movilización de profesores en Guadalajara, Mexicali, Monterrey, entre otros lugares hasta entonces distantes de la movilización, enmienda la caracterización rural aquí sugerida. El movimiento de los profesores está en posibilidad de convertirse en nacional, trascendiendo la región sureña. Contradiciendo así las consideraciones de la SEP que habla de un movimiento “minoritario” y focalizado. Un secretario de educación que adopta el mismo discurso de quien lo azuzó, la cúpula empresarial.

Y es ésta cúpula la que opera una audaz inversión de valores, dueña de los medios y patrocinadora de los “auténticos representantes” de la sociedad civil (Hay que aclararlo, son muchos los que se autodenominan representantes de la sociedad civil, pero sólo a pocos la alta sociedad les concede la patente de “auténticos”) Ignorantes, revuelven el esquema de la Revolución francesa denunciando minorías privilegiadas para descalificar a los maestros. Dicho esto cuando las cúpulas son la minoría de minorías, los más privilegiados ¡Obscenos!



Ésas cúpulas que se han hecho de la hegemonía suficiente como para hacer recular al gobierno en su propuesta de ley para llevar a la báscula a los empresarios dentro del nonato sistema nacional anticorrupción, soslayando los cimientos de un efectivo sistema de marras pues tendría que comenzar por devolverse lo robado a recaudo de la triada político-funcionario-empresario. La cúspide de la corrupción.

El gobierno de Peña Nieto no es el primero que se entrega con descaro al capricho de los empresarios, la consideración debería ser cuál no. Como la lista es larga y el espacio acostumbrado tiene límites, mencionaré dos de la lista de gobiernos entregados al servicio de los empresarios:

El de Miguel Alemán Valdés (1946-1952) quien sentó la bases de la moderna corrupción a través de concesiones y licitaciones a modo; el de Vicente Fox Quesada (2000-2006) quien de la mano de Francisco Gil Díaz aprendió a robar de manera “legal”, es decir, sin dejar pruebas del atraco.

Por eso la obsequiosidad de Peña, su consejero jurídico y Emilio Gamboa Patrón. No estamos en China para levantar paredones, tampoco hacemos caso de El Corán. Líbrenos Señor, cuántos mancos hubiera. Entonces dale pa’tras porque aquí los únicos honrados son los empresarios y no hay que dejar en la ley sospecha alguna de sus tratos corruptos.


Para cerrar, sin estar ajeno a lo tratado. La renuncia de Manlio Fabio Beltrones a la presidencia del PRI es el cierre o puede ser el desalojo del poder de los políticos tradicionales. La tecnocracia les ha ganado la partida, los ha superado demostrando que para ser corruptos sin mácula hay que disponer del esoterismo técnico. Aprovechar el servicio público para hacer negocios privados. Y que siga la fiesta. 

martes, 21 de junio de 2016

Para tomar en cuenta

“Sé que el mundo marcha de prisa y una generación olvida a la otra.”
Henry James

Después del 5 de junio pasado, el juego político ha entrado de manera franca, en la ruta de la sucesión presidencial. Al margen de los ilusorios tiempos que marca la ley. Vale precaverse de evitar conclusiones ociosas, en tanto son independientes del objetivo de mejorar la convivencia entre mexicanos, atizada la desunión por la delincuencia, el clasismo ramplón y la impunidad.

Primero: el espejismo de considerar cada derrota del PRI un efecto purificador de la vida nacional. No es la primera vez que el PRI ha sido zarandeado en las urnas, empezando por el año de 1988, cuando una disidencia de priístas conformó el Frente Democrático Nacional. La duda sobre los resultados electorales se mantendrá como una leyenda, pues puso en claro que la época del carro completo –ganar de todas ¡Todas!- fenecía. En 1997 fue otro golpe electoral al PRI, dio origen al bloque opositor en San Lázaro. Las elecciones federales del 2000 y 2006 mantuvieron al PRI fuera de Los Pinos. Con ello quiero señalar que las derrotas del PRI no son extraordinarias, ocurren con más frecuencia y en consecuencia se normalizan.

Hay que tomar en cuenta que la derrota del PRI, como de cualquier otro partido, nada garantiza respecto a la buena marcha del país. El problema de diseño es que la democracia electoral – sus normas y órdenes de autoridad- se han constituido en un sistema autorreferente. Esto es, carece de incidencia en la disminución de las desigualdades sociales, en el crecimiento económico hacia arriba, en el mejoramiento de la seguridad y la impartición de justicia. El sistema electoral es tan perfecto y ejemplar, que está delimitado a contar votos y administrar elecciones, se desentiende totalmente como generador de mejor gobierno.

Segundo: el corporativismo vuelve por sus fueron y ha reforzado la presencia y la competitividad del PAN en las elecciones. La imagen del PAN como partido ciudadano pertenece al pasado. Es un instituto que toma vuelo y alcanza altura cuando prende dos motores de su aeronave: la iglesia católica –la jerarquía eclesiástica- y las organizaciones empresariales. Sin estos dos motores imposible sería entender cabalmente los resultados de las elecciones del 2000, 2006 y, ahora, en el 2006.

Tercero: enfrascadas las élites por ser porta estandarte de la globalización, no tienen medida ni instrumento para conocer la densidad social del México rural. A los reformadores de la “educación” esta realidad les pasó inadvertida. Por eso, de manera nítida, después de la aprehensión el domingo 12 de junio del líder de los maestros de Oaxaca, Rubén Núñez, el alzamiento de la población ya no sólo en la capital del estado, sino también en el Istmo y la región de Nochixtlán, para defender la causa de los profesores en rebeldía puso en evidencia las limitaciones del aparato de inteligencia de la Segob (A lo mejor no, simplemente tenía la orden de reprimir) El movimiento pasó de ser magisterial a una movilización de carácter rural, así ha sido también en Chiapas. Entiéndase por rural al conjunto de poblaciones cuyo asentamiento humano se puede recorrer a pie en menos de dos horas, con un mercado local en el cual el productor vende directo al consumidor junto con los comerciantes, donde las grandes inversiones nada amigables con el medio ambiente- llegan a través de las empresas mineras y de la construcción de infraestructura (carreteras, presas) Estas poblaciones tienen liderazgos reconocidos en la figura del maestro, también en la del párroco. Si hay comunidad indígena la autoridad tradicional norma la convivencia.


Y así como el gobierno federal se exhibió al querer pasar una reforma laboral por una educativa, también erró al no identificar la base social de los dirigentes magisteriales, más extensa que la planta de profesores. Toda una red social mancomunada. Si hubo infiltrados entonces el hecho abona a la ineptitud de las autoridades. Ahora resulta que no saben que no saben.
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