viernes, 18 de diciembre de 2015

La tormenta que cambió los rótulos

El 2 de septiembre de 2014, Enrique Peña Nieto alcanzó la cima. Él tuvo la seguridad de proclamar su autovanagloria como el destructor de mitos y el hacedor del giro hacia el cambio de paradigma. En la cúspide, acompañado en ese entonces de una oposición obsecuente y con la capacidad de diluir atrocidades, como las de Tlatlaya, en las que bastó la operación de la autoridad mexiquense para plantar el relato de un enfrentamiento entre supuestos delincuentes y el Ejército (la versión cambió o fue fuertemente contrastada por el relato del ajusticiamiento judicial) Así aparecía la plenitud del poder presidencial bajo un rótulo que decía: Reformador. Desde la cima, Peña Nieto se sentía ante una amplia meseta por recorrer, sin advertir la proximidad del descenso obligado para quien ha llegado a la cima. Vendría la tormenta, las tormentas, a partir de la noche de Iguala del 26 de septiembre de ése año, la exhibición de las casas de las Lomas y Malinalco, y una serie de acontecimientos lo suficientemente impactantes como para que la audiencia percibiera un rótulo distinto al que el gobierno había dispuesto, un rótulo de larga historia, más allá del tiempo del actual sexenio. Un rótulo, por cierto, no sólo distintivo del gobierno federal, ni exclusivo del sector público, ni ajeno a la sociedad civil. El rótulo dice impunidad.



Ante esta situación, la pugna de los rótulos, hacer leyes no es suficiente, se exige el eficaz cumplimiento de éstas a cabalidad, con tanta rotundidad como para recuperar la credibilidad perdida por la administración de turno. Encarecer el descenso en la aprobación popular y (re)plantear nuevas cimas por conquistar, la del crecimiento económico por ejemplo, que se antoja difícil en el actual ciclo económico adverso; también le es obligado al gobierno atender el desgaste del binomio Hacienda-Gobernación, donde las demás cabezas en el gabinete presidencial se mueven en bajo perfil. Incluso el respaldo con el que ha sido proveído desde Los Pinos Aurelio Nuño al asumir la Secretaría de Educación, no le alcanzó para desempeñarse con autosuficiencia, ha tenido que recargarse en la fuerza pública operada desde la nómina de Gobernación; se requiere diversificar la interlocución con la sociedad, no reducible al manejo de medios, ni mantenerla con un interlocutor privilegiado, los empresarios; el desgaste que representa el ejercer el poder como patrimonio de un grupo regional, el proveniente del Estado de México, como hace mucho, mucho tiempo no sucedía; adicionalmente, la representatividad social aportada por el pacto corporativo está vacía, ya no es vector de la estructura priísta. Estructura a veces relegada para darle mayor relevancia a la alianza personal/generacional de Peña Nieto con el Partido Verde. Organización ésta, repetidamente denunciada de cometer actos delictivos en materia electoral.

Afirmativamente, el actual gobierno reitera el rótulo de las reformas. Mientras, la impunidad es la negación del México reformado.
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*El título se ha tomado prestado de un cuento de Hans Christian Andersen. Para el caso de este artículo no se trata de una sustitución sino de una contrastación de rótulos. 

martes, 8 de diciembre de 2015

COP21, en el ajedrez sirio

El viernes 13 de noviembre de 2015, el día de los abominables ataques ocurridos en París, mal fario para la Conferencia/Cumbre sobre el cambio climático de París, 30 Nov – 11 Dic 2015.

La conferencia mundial fue compartida con el tema del terror. Terror que se da en el contexto/disputa política sobre el Medio Oriente y sus yacimientos de hidrocarburos. COP21, su catarata de discursos y algunos desplantes diplomáticos de mandatarios que se niegan el saludo. La majadería se impone a la diplomacia. En la cumbre, como en México, políticos y burócratas dan discursos sin devolución, son un desperdicio de papel. A los más que se llega es a compromisos salvíficos libres de sanción por incumplimiento. Sin presentar el modo de operar, técnica y efectivamente, las medidas que se propondrán, depositadas en la confianza de la buena voluntad, presa de intereses en buena medida de carácter económico. Los negocios primero, después que venga el diluvio.



Se omite recordar que el calentamiento (y el enfriamiento) del planeta es más que milenario, sobre el cual se ha tendido una explicación, digamos astrofísica, acorde a la naturaleza, para la cual no hay fortaleza de la humanidad que la detenga.

El asunto del cambio climático que se aborda en París es el relacionado con la explotación del planeta por la acción de la mano del hombre, de manera devastadora desde la revolución industrial, dando origen al reconocimiento de la técnica laica al servicio de la civilización. Admiración traducida en sucesivos cambios tecnológicos, desarrollados las más de las veces sin reparar en las consecuencias dañinas, francamente destructivas para el ciclo de la vida en la Tierra.



Pero la dificultad, la resistencia que detiene las acciones globales sobre el calentamiento del planeta están en el paradigma económico liberista, de competencia y productividad que no admite esquema alguno de protección, que adicionalmente desacredita todo principio de regulación.

En el medio ambiente el mercado ha encontrado su límite, pues el mercado es parte del problema antes que la solución. Bajo esta consideración, las autoridades de México, como de la mayoría de las naciones participantes en la conferencia mundial sobre cambio climático, son auténticos profetas desarmados. Prefieren celebrar acuerdos comerciales sin tomar las debidas salvaguardas ambientales, las cuales se ignoran o son marginales.


De cumbre a cumbre el dilema es, COP21 v.s.  Davos.

martes, 1 de diciembre de 2015

Atisbo de régimen

Es un tema que abordo de manera recurrente (ver las entradas de este blog: El arte de caracterizar, Es el régimen, Corporativismo dominante, entre otros) y me resulta inevitable preguntarme ¿Qué régimen vivimos los habitantes de la República Mexicana? Lo hago por la tozudez y la ignorancia que anima la actuación de las élites económica y política. La coyuntura de la evaluación de los docentes de la educación pública o el enésimo escándalo del partido Verde, no se pueden entender sin considerar las especificaciones del régimen imperante.

Primero, más que una tendencia, en México se ha consolidado la dominancia de un poder fáctico: los empresarios. La iglesia católica a la deriva de los intercambios cuasi mercantiles de rezos por favores que tiene con sus feligreses. Los militares, utilizados extralegalmente en el combate al crimen organizado en demérito de su prestigio. Los sindicatos en decadencia, incapaces de definir orientación política, ni siquiera de fortalecer o defender el cuadro de las conquistas laborales, amagados por la fuerza pública si se da el caso, con dirigentes en la cárcel o en el exilio, la situación de Napoleón Gómez Urrutia. De los cuatros factores reales de poder que enlistó el líder socialdemócrata Ferdinand Lasalle en el siglo XIX, sólo uno puede ufanarse de serlo. Han sido los empresarios los que mantienen una permanente conversación pública y privada con el gobierno federal en turno para definir el rumbo del país. No sólo tienen voz, son ellos los que mandan.

Segundo, en consecuencia de esta dominancia, los políticos se alejan de su vocación de servicio y promotores del interés público. La política se ha convertido en plataforma para el interés personal de cada político, el origen de su acumulación privada. El político es ya una modalidad de empresario y confirma la máxima “Un político pobre, es un pobre político”. Los empresarios se imponen y ya vemos como en Oaxaca, su clase política priísta, está a punto de cederle la gubernatura del estado a Gerardo Gutiérrez Candiani, dirigente del Consejo Coordinador Empresarial.



Tercero, cuando la economía se convierte en la fuente que forma, pone e impone valor –valer algo*- el Estado Constitucional de Derecho se debilita, pierde capacidad de arbitrar cuando el gobierno emanado de él es disminuido en su capacidad y tiene que ser asistido por el archipiélago de entes autónomos para cumplir con sus obligaciones, a marchas forzadas y no pocas veces bajo el estruendo del escándalo. En otro alcance, se pierde control sobre el territorio, principio rector de un Estado, cuando la proliferación de acuerdos de libre comercio rivalizan con la Constitución, la soberanía se hace maleable en beneficio de los inversionistas, el Estado se somete a los dictados de las cumbres económicas y actúa subsidiariamente para favorecer a tal o cual empresario o empresa (El caso de la exención de impuestos y el  regalo de terrenos para atraer a la empresa automotriz KIA en el estado de Nuevo León, sólo por dar un ejemplo)

Cuarto, otra consecuencia del régimen en boga es su relativa indiferencia respecto a la formación de ciudadanía. En lugar de ciudadanos se estimula la formación de consumidores, 24 horas/ 7 días de la semana, se tengan o no recursos suficientes para consumir. Los desposeídos en cierta forma se convierten es consumidores aspiracionales a través de la publicidad comercial, de la radio y la televisión, consumiendo noticias deportivas y de la farándula. Con qué gusto el gobierno promociona el Buen Fin de supuestas rebajas en las tiendas departamentales, así como los puentes vacacionales como sustitutos del calendario cívico diezmado en su capacidad de producir identidad, pertenencia al Estado.

Cinco, con el actual régimen no es viable la Doctrina Estrada como guía,  identidad e independencia de la política exterior. Sin propuesta original digna de prestigiar el servicio exterior y en disposición a seguir lo que otras potencias dicten. A través del Califato, imprecisamente autodenominado Estado Islámico, promotor de actividades terroristas en el mundo, nos enteramos de que México forma parte de la alianza de sesenta países en su contra. ¿Cuándo se firmó esa alianza? Y si no se firmó, por qué no se hace un desmentido. Adicionalmente, el gobierno de México recibe al líder del Estado de Qatar, al cual se le ha señalado como instigador del agrupamiento que reconstruye la figura del Califato, la cual no requiere proclamar un territorio como componente de su estatalidad, se funda en El Corán y a esa legitimidad religiosa se atiene y en ella justifica la violencia terrorista que lastima a varias naciones. Sin pies, ni cabeza.




Lo descrito no es una utopía, es la reconfiguración del país resultante del largo proceso de reformas. En cambio, el principio según el cual “la vida pública, en comunidades populares moralmente exigentes o en colectividades de ciudadanos que cooperan de manera sensata, sólo pueden nacer si los hombres dejan de pensar sin descanso en la supervivencia de su cuerpo o su alma y, en consecuencia, tienen la cabeza y las manos libres para encarar las misiones de la polis y de la communio empírica”** Ése principio de la vida pública sí que es utópico –no tiene lugar- y crítico del régimen imperante.
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*         Una conferencia de 1959 y con destino al olvido, casi, fue la que dictó Carl Schmitt, La tiranía de los valores. HYDRA. Buenos Aires, 2012. De ahí tomo está mención al valor como valer algo, preferentemente asociado al dinero.
**    Sloterdjik, Peter. Derrida, un egipcio. El problema de la pirámide judía. Amorrotu. Buenos Aires, 2008. P. 28.

martes, 24 de noviembre de 2015

Jalando la cuerda, hasta que reviente

En este espacio he afirmado que la reforma educativa no es precisamente como se pinta. También he dicho que una reforma educativa tiene que referirse a otros entes responsables de la socialización, no precisamente las escuelas, ni del sector público, como lo son la radio y la televisión o las misma familia, pues lo enseñado en la escuela es asombrosamente aplastado por otros canales de socialización, sin que la autoridad pueda decir esta boca es mía. He insistido en el fondo político del incordio alrededor de una reforma a un sector que, por décadas, estuvo al servicio de los poderes establecidos, a través de la participación corporativa o facciosa de la organización sindical de los maestros en los procesos electorales.

No se ha declarado mediante documento público la estrategia y el porqué de la defenestración del magisterio. Eso no parece tener interés, lo que se hace relevante en los medios es hacer de la reforma un aparador para el actual secretario de la educación pública Aurelio Nuño.

El proceso de evaluación en curso, al cual son convocados los profesores, ha revelado la insuficiencia del consenso reformador, pues a que otra da a entender la presencia de la fuerza pública para blindar los recintos donde se practican las evaluaciones.

Entendámonos, la reforma educativa todavía no es tal y quién sabe si lo llegue a ser. En los hechos, estamos ante desmantelamiento de un poder fáctico, a lo más que se puede llegar es acotarlo, difícilmente a desaparecerlo. En el proceso seguirán los amagos, puede que hasta enfrentamientos, masacres.

Hasta ahora nada se ha dicho de la reforma en las escuelas Normales, responsables académicas originarias de la calidad de los docentes. Desde hace lustros, desde el fatídico jueves de Corpus del 10 de junio de 1971, la publicidad de las Normales se ha confinado en una zona gris. Los reflectores los acaparó la dirigencia sindical, su líder del momento: Jesús Robles Martínez, Jongitud Barrios, hasta Elba Esther Gordillo. El de ahora ya no tiene espacio en la memoria pública ¿Cómo se llama? El llamado, por algunos, desastre educativo no tiene origen en los profesores, más bien ha sido el abandono de las instituciones encargadas de formarlos para la profesión.

Esfuerzos no han faltado, se han hecho inoperantes por la voracidad burocrática. En 1972 se utilizaron (tomaron) las instalaciones de la rectoría de la UNAM por un grupo de normalistas como vehículo para la demanda de equiparar los estudios en la Normal a los de la Preparatoria y así poder concursar para ingresar a una licenciatura universitaria. Los invasores se salieron con la suya y el gobierno, en la justa visión de no sobrecargar a la UNAM, ideó la fundación de la Universidad Pedagógica Nacional (fundada en 1978) todo un sistema nacional para la mejora de las capacidades de los profesores. Ha sido un fracaso la UPN, de haber cumplido su propósito su reflejo estaría en la calidad mejorada de los docentes de educación básica. Se convirtió en un organismo burocrático más en la zona gris, copado por el SNTE.


De nada servirá el proceso de evaluación si no se reforma la matriz de la que provienen los profesores. A lo mejor ése no es el problema, sólo se trata de una descarnada lucha por el poder.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Otros rostros del terror

En la calle de Tacuba 15, en el Centro Histórico de la ciudad de México, se ubica el museo de la Tortura y la Pena Capital. En estos días en los que nos decimos sorprendidos, una vez más, por actos de terror, resulta pedagógico incursionar en este recinto. La tortura como algo aceptado, incluso como espectáculo, infligir dolor a otro, no habla bien de nuestras certidumbres de civilidad. Aquí se muestran ilustraciones e instrumentos utilizados en Europa del 1300 al siglo XIX, la tortura expuesta como asunto público y refuerzo de la fe cristiana. En singularidad se encuentra la aportación de los Estados Unidos con la silla eléctrica. No forma parte de la exposición el Lejano Oriente, el Islam, lo que fue del bloque soviético, ni las dictaduras sudamericanas, ni Guantánamo y, por supuesto, el Palacio de Lecumberri y los legendarios separos de la Procuraduría General de la República. Eso no demerita al museo en lo que es valorable por lo exhibido y su propósito irrebatible: formar conciencia cívica para detener y disminuir la conciencia sádica en cualquier tipo y tamaño de conglomerado humano.

Y esto viene a cuento porque la tortura es una forma de terror, de terror metódico e institucionalizado por el Estado y justificado por la ideología. No ha lugar de sorpresa o sentirse sorprendido, los sádicos están ayunos de empatía y no sólo derraman la sangre del otro y destruyen edificaciones, pueden tener otra expresión en el dogmatismo económico, capaz de producir horror y hasta de matar. Sé que los sustentas de este fundamentalismo no se dan cuenta o fingen no darse cuenta. Lo cierto es que el cuento de que la liberalización económica produce armonía social y prosperidad no se ha cumplido en México, por el contrario, polariza a la sociedad y la mantiene en un estado de crispación permanente.

Todos los días las autoridades afirman sobre la incontrovertibilidad del camino correcto seguido. Con periodicidad y a contrapelo del optimismo oficial, se presentan pronósticos que barruntan el crecimiento mediocre de la economía. Algo no funciona y las reformas estructurales se van dilapidando, pudriendo en el pantano de la corrupción y la inseguridad, reportándole al gobierno recelo del exterior y desconfianza de los inversionistas. Eso ha costado mucho al país y los políticos no se atreven a dar los pasos conducentes para tan necesaria reparación.


Así las cosas, ateridos de terror estamos, pues los reformadores se han subido al trenecito de Gorbachov animándose entre ellos: “haz como que se mueve”.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Lamento

Dónde quedó el determinismo científico, quién invoca datos duros. Simplemente están apagados. El lamento es lo humanamente dable en la inmediatez por los sucesos fatales del viernes trece en París. Sin información cierta la condena es abstracta, en el aire. Contra la costumbre de este blog, saldré de la aldea, no del todo, pero no del afán de esclarecerme lo que me parece oscuro haciendo aproximaciones pertinentes. Empecemos por considerar perspectivas de seguridades quebrantadas, de supuestos a los que damos toda nuestra confianza para obtener una vida aceptable, mejor, pero por alguna causa se retuercen en contra de la vida misma: religión, tecnología y comercio.

La violencia que hoy se empaqueta como terrorismo no inaugura nada y es una estratagema de las potencias en el orden globalizado. La violencia siempre ha estado ahí, latente, cuando explota le hemos otorgado un adjetivo para significarla en su motivación. Hay violencia revolucionaria, nacionalista, civil, colonizadora o imperial de conquista y hay la violencia religiosa, con una tradición más que milenaria. Ésta última la han padecido lo europeos, digo, por si se le ha olvidado a alguien. El contrasentido de la violencia religiosa de las llamadas por Max Weber religiones sociales –judaísmo, cristianismo, islamismo, en estricto orden de aparición- es la aceptación del mandamiento ¡No matarás!. Lo que en este momento ignoro es el entretejido que incuba la violencia que explotó en París y, al respecto, los medios dan palos de ciego, si no es que se dejan ir en la corriente de la especulación sobre el “terrorismo”. La forma podrá ser religiosa, el fondo no precisamente.

Desde otro enfoque, se ha ido preparando, a nivel global, una condescendencia para con la violencia. El desparpajo con el cual se distribuye y consume la cultura de la violencia en los denominados video-juegos. El día siguiente, el sábado y muy lejos de París, una pequeña jugaba a que mataba. Ya maté a uno, ya maté dos, hasta llegar a doce, en la docilidad del móvil a la presión táctil. El padre y la madre estaban contentos con la pericia de su hija, a fin de cuentas se trataba de un ejercicio virtual. Pero no podemos dejar de alertarnos cuando el avance tecnológico se pone por delante de la educación y tiene, en tanto modalidad de socialización, un efecto contrario al esfuerzo civilizatorio implícito en la educación.

Un tercer abordaje, el mercado de armas. Las células violentas que hicieron de París su teatro de operaciones, procede acaso de un ente productor de armas o las obtuvo a través del mercado. Lo segundo es lo más seguro y bien se haría en revisar los términos en que éste se realiza, pues no puede quedar en las mismas condiciones del mercado libre. Y aquí es donde entra la especulación sobre el acceso al armamento y los explosivos de los llamados “terroristas” y el juego perverso en el que se debaten las grandes potencias militares.

Al respecto de lo nocivo de estas prácticas de comercio, México ha sufrido los inconvenientes del mercado de armas cuando se pierde la regulación rigurosa. En la década pasada, una agencia de los Estados Unidos se le ocurrió la liberalización unilateral del comercio de armas hacia México bajo una operación llamada “rápido y furioso”. El efecto fue espantoso, la delincuencia organizada fortaleció su capacidad de fuego y el número de muertos fue de miles; otro caso es el de una empresa alemana que vendió armas a entidades federativas en conflicto, lo cual tienen prohibido. Lo grave es que el uso de las armas fabricadas por Heckler & Koch ocurrió en los deplorables acontecimientos del 26 de septiembre de 2014 en Iguala.


Tal vez lo leído hasta aquí ayude a despejar algunas telarañas que se tienden en la mediatización de los acontecimientos. Terminó recordando a una estrella de las humanidades y a un activista ejemplar, uno nació en Siria, el otro nació en Argelia, ambos contribuyeron a disminuir la conflagración étnico-religiosa a su manera, valorando lo que la humanidad tiene en común: Émile Benveniste y Albert Camus. 

viernes, 13 de noviembre de 2015

Grotesco

Este año, la entrega de la medalla Belisario Domínguez difundida por televisión a través del Canal del Congreso, quedó empañada. Fue una expresión de lo grotesco en tanto inversión de la realidad. La tecnocracia se disfraza de revolucionaria, de aquella desatada por la proclama de Francisco I. Madero en 1910. (La idea de la inversión y lo grotesco me es sugerida por la obra de Mijail Bajtin, La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento, Barral, 1974) Durante los carnavales medievales, afirma Bajtin, operaba la inversión del mundo social, el pueblo era rey y el rey era súbdito, una sátira a manera de crítica al orden existente. En el México del siglo xxi, por un día, la cultura elitista se hizo pasar por revolucionaria. Un mundo al revés.



Belisario Domínguez, senador de la república hasta el 7 de octubre en que fue asesinado por el gobierno usurpador, será recordado por la confrontación de poderes constitucionales que protagonizó al denunciar la irregularidad legal –fársica- con la que el Gral. Victoriano Huerta asumió la presidencia de la república. Por eso el senador chiapaneco se constituyó en un símbolo de la revolución mexicana amenazada por el golpe de Estado de Huerta y un ejemplo transgeneracional, fue clave para que un proyecto político continuara y se hiciera régimen, como igualmente clave y eficaz resultó la coalición de gobernadores encabezados por Venustiano Carranza para revertir el efecto restaurador del mencionado Huerta. Así fue posible la Constitución de 1917, la educación pública, laica y gratuita, el reparto agrario, el reconocimiento de los derechos laborales y hasta la formación de un partido político al servicio de la revolución. A todo eso contribuyó el ilustre chiapaneco.

A los gobernantes mexicanos de los últimos años, toda la hazaña revolucionaria la han degradado a la calidad de paradigmas caducos y mitos insostenibles. Las reformas estructurales han concluido con una época. Belisario Domínguez no les significa al inconforme, quien desde el Poder Legislativo denunció al Ejecutivo y sus crímenes. Algunos tramos de su denuncia hasta parecen retrato del paisaje nacional actual. El gobierno de Peña Nieto se sentiría molesto y le diría “¡Ya chole con tus quejas!”

La verdad es que no cuadra la figura de Belisario Domínguez con el mundo según la tecnocracia. Don Belisario inspiró a un régimen que acabó con los latifundios. Grotescamente, en su nombre se premia al mayor latifundista minero del país.

Si existe un personaje parangonable con Belisario Domínguez es Layda Sansores, en su calidad de miembro del Senado y por su posición de denuncia ante las acciones del Ejecutivo. Que quede claro, sólo por eso.


Por favor, sean consecuentes con el proyecto reformador y no usen el prestigio del prócer, formen su propio panteón de codiciosos y corruptos.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Toque y rol

Una discusión marihuana, abierta institucionalmente por una sentencia de la SCJN sobre un amparo a favor de cuatro ciudadanos que demandaron por la inconstitucionalidad y afectación a los derechos humanos, insertos en el articulado de la Ley General de Salud. La sala uno dictaminó el jueves 5 de noviembre sobre dicha inconstitucionalidad. Este es un nivel de la discusión y no se puede minimizar y dejar poco enfatizado. Lo que la Corte develó fue el autoritarismo con el que se imponen los gobernantes y legisladores, quienes juran ceremonialmente defender y hacer prevalecer la Constitución. Cuántas decisiones se toman al impulso autoritario, que ni siquiera están puestas en la ley, a lo mejor en un reglamento o en una circular. Fundadas en falacias de autoridad, nada más porque quien manda lo dice e impone, ni se toman la molestia del debate, el Acuerdo Transpacífico un ejemplo. Pero el debate tiene muchas aristas, no sólo la de carácter jurídico constitucional.

El presidente Enrique Peña Nieto ha dado su opinión personal, me parece que a los gobernados les interesa su opinión en tanto Jefe de Estado, en tanto se apega a disposiciones de ley, establece políticas y asigna presupuesto para erradicación y atención de afectados por la economía negra basada en la producción, comercialización y consumo de la marihuana. El Presidente ha optado por la prudencia antes de una definición e instruye al secretario de gobernación para presidir y organizar el debate (9-11-“015) ¿Por qué no Mercedes Juan? La instrucción es ya una definición, el tema de la marihuana es un asunto de seguridad pública. Efectivamente, la prohibición ha sido el estímulo de organizaciones criminales que trafican con mercancías prohibidas. Pero la prohibición también ha cultivado la corrupción en los tres niveles de gobierno. Visto así, la prohibición no ha sido la mejor solución. Vale preguntarse ¿A quién afectaría la regulación del consumo de drogas? Este es apenas un segundo nivel del debate.

El de la salud es otro nivel del debate en un doble filo. Son las drogas riesgo para la salud o aporte medicinal. Aquí el sector salud tiene la información, es el momento para que la difunda, posee investigación acumulada y en curso. Es importante señalar que existen otro tipo de consumo o ingesta, de los que se conoce su daño a la salud y no aplica la prohibición y si la información preventiva, la advertencia: el consumo de este producto es nocivo para la salud. Las bebidas endulzadas, causantes de obesidad y promotoras de la diabetes, son objeto de un impuesto al consumo; las bebidas alcohólicas, en los días de asueto generalizado, tienen el límite del alcoholímetro para los conductores de auto; el tabaco, sus consumidores, les es negado el consumo en espacios públicos y se les confina en espacios sólo para fumadores.

Hasta aquí, los tres niveles enlistados nos remiten a decisiones técnicas en materia de constitucionalidad, seguridad y salud.

Está también la naturaleza económica de la discusión sobre la marihuana: producción, comercialización y consumo. Aquí el reto es sacarla del mercado negro para alejarla de la criminalidad y de la corrupción; está el nivel geopolítico imposible de obviar. En los últimos años, de manera consistente desde el gobierno de Felipe Calderón, la política respecto a las drogas en general ha dejado de ser soberana, la incidencia norteamericana es más que ostensible, el Iniciativa Mérida lo confirma; un nivel más del debate se encuentra en la discusión filosófica, aceptación o negativa a la posición liberal. Para mi es difícil encontrar un liberalismo puro, de una sola pieza. Unos son liberales en lo político, otros son liberales en lo económico, hay radicales anarco-liberales y académicos liberal-spencerianos.


El debate nos dirá mucho sobre la sociedad mexicana, su caracterización sociológica, si realmente somos una sociedad liberal que reconoce y defiende la capacidad del individuo para decidir sobre lo que le conviene a su persona, o somos una sociedad conservadora. O qué tal, liberales o conservadores a conveniencia. Lo que sí me parece ineludible es aclarar: el consumo de la marihuana eclosiona la delincuencia o es la prohibición la que la determina. Para mí la delincuencia tiene otra cuerda, relacionada con la fortaleza del Estado de derecho. Sí éste es débil no hay manera efectiva de ser contundentes frente al crimen organizado. Contundente quiere decir abatir la corrupción y la impunidad.

jueves, 5 de noviembre de 2015

El muégano*

El derrotero de la reforma “educativa”, eminentemente laboral, con trasfondo político, ha derivado en asunto judicial a partir de la captura y reclusión de cuatro dirigentes del magisterio oaxaqueño, el 29 de octubre recién. Mal pergeñado silogismo, eso es el muégano de la educación pública.

Creo que la llamada reforma “educativa” no logró salvar la aduana del conflicto, éste tiene cuerda para rato. Hay que asistir a la reforma desde la voluntad de las autoridades educativas, tienen que invocar a Derridá e iniciar un serio ejercicio de deconstrucción alrededor de la educación pública. Desmontar el muégano para distinguir con claridad lo educativo y normativo, de lo laboral y de la política, para poner debidamente las cosas en su lugar y exhibir el ensamblaje perverso construido durante años, lustros, décadas, en el que se fue sumiendo la educación pública. Una red de compromisos en forma de conquistas laborales, escala para hacer carrera política y un mecanismo de inducción del voto en los procesos electorales. Una loza demasiado pesada para existir a costa de la educación pública.

Nada se habla de la complejidad sobre la que se ha deteriorado la educación, pero cómo se prodiga el discurso maniqueo, afanado en hacer del magisterio “disidente” el chivo expiatorio.

Hubo una vez en México, un gobierno decidido a impulsar un proyecto que hizo de la educación un mecanismo para generar igualdad de oportunidades. Me refiero al gobierno de Lázaro Cárdenas. Después de él, el proyecto comenzó a ser demolido. La educación poco a poco fue capturada por la política, por un partido y la organización gremial. El extremo demencial de esa captura lo representó la líder Elba Esther Gordillo. Se incrementó el presupuesto, las plazas de profesores y la educación bien gracias. La Maestra acumuló tanto poder que se dio el lujo de desincorporar al SNTE del entramado corporativo priísta, al tiempo que se sostenía en su militancia tricolor en un esquema de chantaje. Vino la alternancia en el año dosmil y entonces Elba Esther ofreció sus servicios a Vicente Fox, después a Felipe Calderón. En su obnubilación de poder formó su propio partido (Nueva Alianza). Ella se sentía invencible y así le vendió caro su amor a Peña Nieto cuando era gobernador en el Estado de México. Se utilizaron recíprocamente hasta que el segundo se instaló en la Presidencia como primero de la política. El destino le hizo una mala pasada a la Profesora y hoy está recluida en una penitenciaría.

Como se ve en este mínimo y apretado relato, de 1934 a 2013, la educación brilla por su ausencia. Es pura grilla.

Qué está sucediendo ahora, pues nada, resulta que el encargado de echar a andar la reforma en cuestión está embalado en la carrera presidencial. Se reincide en el error de poner la educación al vaivén de la política. Ya se escribe sobre un político obsesivo, el puntero de la carrera. Más zalamería imposible. Hasta el día de hoy, el secretario Nuño no ha expuesto el proyecto educativo de la reforma, se ha limitado a observar la persecución judicial de los “disidentes” con la obsequiosidad de los gobernadores. Cada lunes, el Secretario hace saludo a la bandera nacional en una escuela primaria. Y la pregunta obligada ¿Va a desmantelar el muégano o se va a servir de él? Es suicida seguir revolviendo la educación y darle su prioridad, no es un peldaño de ascenso político.


La sucesión presidencial tiene otro ámbito y en él están claramente perfilados, al momento, tres personas. Jaime Rodríguez Calderón, como la opción “independiente” a la que se podrían sumar organizaciones políticas establecidas; Andrés Manuel López Obrador, como la opción de las izquierdas; Manlio Fabio Beltrones, como la opción natural del PRI. Aurelio Nuño quiere entrarle, .está en su derecho, pero no a costa de la educación.
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*El muégano, dulce mexicano, del que hago metáfora para significar un haz de relaciones que están unidas sin un orden evidente de jerarquía, expresión de un enredo. Lo aclaro para los lectores de otras latitudes que no tienen idea del muégano. Para afinar dejo un enlace con la receta http://www.saboramexico.com.mx/sabor/index.php?option=com_content&view=article&id=2268:como-preparar-mueganos-caseros&catid=67:dulces-tipicos-mexicanos&Itemid=392

lunes, 2 de noviembre de 2015

Una de nadadores

¡Ah! Qué gusto por el sermón, por esa comunicación unidireccional que no admite réplica y generalmente ocurre en los templos y en la plaza pública: ustedes escuchadme, ponedme atención, os revelaré la verdad de mi experiencia, tomadla como la buena nueva.

Viernes 30 de octubre, ciudad de Chihuahua, a propósito de una reunión de autoridades municipales. El presidente Enrique Peña Nieto iluminaría con su palabra, sus coloquialismos, a los alcaldes del país. Un cuento sobre la colaboración trinitaria entre niveles de gobierno para realizar el bien de la seguridad pública. Chihuahua a modo de ejemplo, donde el gobierno federal, estatal y los gobiernos municipales que conforman el Estado Grande de México, en acción concertada han contenido al crimen y han mejorado la seguridad en la mencionada entidad. El retorno de la paz social tan celebrada en el pasado priísta e inexplicablemente perdida durante la empanización del PRI.

El cuento queda expuesto, una pieza de afirmación de cabo a rabo, que no se distrae en la consagración de los llamados datos duros, en su exposición diacrónica, serial, pulida, contundente. Es de obviarse, pues se está ante un sermón, “predica para la enseñanza de la buena doctrina, para la enmienda de los vicios, o en elogio de los buenos para la imitación de sus virtudes” (RAE) El sermón también es amonestación, reprensión. Y así fue el sermón de Peña Nieto, una vez que puso el ejemplo de los buenos se dio paso al regaño de los alcaldes congregados a manera de siervos: “lo que no se vale, lo que no es admisible para el orden, particularmente municipal, es evadir la tarea, pretextando no tener suficientes recursos, no tener suficientes capacidades y a veces hasta nadar de  muertito”

Con que bases se afirma o se da por cierto el supuesto de que los alcaldes ante la inseguridad pública nadan de muertito. Podrá ser que algunos alcaldes estén orgánicamente asociados a la delincuencia (el emblemático municipio de Iguala) pero lo creíble es que se desentienden por su propia seguridad, la famosa frase “copelas o cuello”. Pero no sólo los munícipes, acaso a los gobernadores no se les podría impostar, sin demostrar, que nadan de muertito. O no sabe Peña Nieto, o no le han informado los espías de cadenas de oración, que tiene colaboradores en el sector agrario, en el agropecuario y en el de medio ambiente, quienes trabajan en el campo y nadan de muertito ante lo que saben sobre la delincuencia organizada. Si no levantan denuncia es por su propia seguridad. Algunos podrán ser corruptos, cuestión de probar, pero me parece que hay servidores públicos, en cualquier nivel de gobierno, que nadan de muertito porque el Estado incumple con brindarles seguridad, a ellos y sus familias. Los servideros públicos de a pie no cuentan con un estado mayor que los proteja día y noche.


El tema de la seguridad no da para coloquialismos que frivolizan este gran problema nacional, ni se combate con sermones, pues si a esas estamos, ya en febrero de 2016 vendrá a México el papa Francisco, sermoneador entre los sermoneadores. No se sabe si Jorge Bergoglio nos visitará en caracterización de humilde franciscano o de perdona vidas de los legionarios, eso sí, vendrá con toda la astucia de los miembros de la Compañía. 

jueves, 29 de octubre de 2015

Un gobernador breve

En menos de un día se pusieron las cartas de entendimiento entre el nuevo gobierno del estado de Guerrero y el gobierno federal.

El boletín de la secretaría de gobernación afirmaba: “El Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el Gobernador del estado de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, anunciaron hoy aquí el inicio del reforzamiento de la Estrategia de Seguridad en la entidad, con lo cual se atiende la instrucción directa del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.”

El recién jurado gobernador posteaba en su cuenta de Facebook: “Buenos días, agradezco al C. Presidente Enrique Peña Nieto todo su apoyo mostrado con la visita del gabinete de seguridad y su disposición al trabajo desde el inicio de nuestra gestión; los guerrerenses reconocemos el respaldo brindado para recuperar la paz; Guerrero nos necesita a tod@s.”

No es para menos, La Jornada informó el día 29 de octubre: “Durante 2014 y los primeros nueve meses de este año, en Guerrero han sido asesinadas 3 mil personas en hechos vinculados a la situación de inseguridad, violencia y acción del crimen organizado.
“Esta entidad preserva la tasa de asesinatos intencionales más alta del país. A escala nacional el indicador parcial (enero-septiembre) es de 10.45 casos por cada 100 mil habitantes, y en la mencionada entidad es de 41.59”

La mañana del 27 de octubre, en Chilpancingo, asumió la responsabilidad de gobernador constitucional del estado de Guerrero, ante el Congreso local, Héctor Astudillo. Por la tarde, en el puerto de Acapulco, se apersonó el gabinete de seguridad del gobierno federal, para instruir responsabilidades en materia de seguridad en ése estado al Gral. Alejandro Saavedra Hernández. En cuestión de horas Astudillo asumió y se convirtió en pieza decorativa, para cubrir formalidades. Otra vez, sin aprender del pasado, se pone a los militares como el factótum de un estado ingobernable.

Por qué no se declara el estado de excepción mediante el procedimiento respectivo. Guerrero, de instituciones demolidas, donde a sus políticos el asesinato les resulta un medio para resolver diferencias sin lugar a asombro. Cuando menos el flamante gobernador debería declarar que pese a la necesaria ayuda del gobierno federal, el principal responsable de las decisiones políticas en Guerrero es su gobierno estatal y asume las consecuencias a plenitud. Así, para que luego no se enreden o será que Astudillo quiere estar como Fausto Vallejo en Michoacán.

La ingobernabilidad se da en varios frentes, el más ancestral, el de los cacicazgos. Señalar quiénes son y en qué municipios y regiones operan, cómo se les va a someter; está el frente más sangriento, el de los cárteles del crimen organizado; en Guerrero residen grupos armados; en Guerrero se “institucionalizaron” las autodefensas; se hizo del magisterio un ejército para intervenir en procesos electorales. Todo esto se hizo estructura funcional para el crimen organizado en lugares como Acapulco. Este desmantelamiento de las instituciones finalmente estalló en Iguala.



Se dispone otra vez del Ejército para arreglar lo que otros descompusieron, se le deja la manzana envenenada. A Héctor Astudillo tal vez le convenga en una confianza cínica hacer el papel de pieza decorativa. Pero el Ejército, como institución, de qué le sirve actuar sobre lo que no tiene norma cierta e instructiva, más allá de la ambigüedad de acatar el cumplimiento de las órdenes dadas por la superioridad.




Por lo menos se debería dejar en blanco y negro la delimitación de responsabilidades, los medios y los objetivos, las metas y los plazos, para empezar. De no ser así, sólo se prolongará la arraigada cadena de arbitrariedad que aflige a los guerrerenses, sin cadena de oración que interceda por ellos.

lunes, 26 de octubre de 2015

Manuel, Odile, Patricia*

Tres emergencias literalmente huracanadas se han vivido en el actual sexenio, con distinto nivel de desastre y letalidad.

El 23 de septiembre de 2013 entró por la costa del estado de Guerrero el huracán Manuel, éste trajo decenas de muertos, heridos y desaparecidos, miles de evacuados y de viviendas afectadas. Del Puerto de Acapulco a La Montaña un factor común de desastre: asentamientos humanos establecidos en zona de riesgo. Lo de Acapulco se pudo evitar, pero por culpa de las inmobiliarias y las autoridades municipales no fue así; En otro caso, como el de La Pintada, por desconocer los riesgos el pueblo no lo previó y se lo llevó una avalancha de tierra reblandecida por la lluvia; en otra versión lo fueron los asentamientos irregulares de comunidades pobres. Durante éste meteoro se acusó lentitud de parte de las autoridades, lo que más se vio mal fue la irresponsabilidad del entonces gobernador, Ángel Aguirre Rivero, quien ese día andaba cenando con sus cuates.

Un año después, el 14 de septiembre de 2014, Odile ya no encontró dormido al gobierno, hasta cierto punto. Este huracán entró por Los Cabos, en Baja California Sur. El gobierno se movió rápido para desalojar una zona de constante flujo de visitantes, nacionales y extranjeros, de ese destino vacacional. No obstante, Odile será recordado por los destrozos que hizo a la red de cableado eléctrico y por el saqueo de centros comerciales por parte de la población.

Recién, en la segunda mitad del mes de octubre de 2015, satelitalmente se avistó el huracán más grande y rápido que haya tocado el Pacífico mexicano. Del tamaño de los pronósticos fueron las previsiones. Ya preparadas para lo peor, las autoridades y la población en el radio de afectación se sincronizaron, actuaron en el mismo sentido para atender la emergencia. Esto según el relato oficial, no dispongo de datos precisos sobre los daños materiales, por cuanto se refiere a pérdidas de vidas humanas y heridos el daño, si ello hubo, fue mínimo, en contra del pronóstico fatal.

El ojo del huracán Patricia vio, miró muy bien su paso, no entró directamente a Bahía de Banderas, a la conurbación entre Puerto Vallarta y Nuevo Vallarta, tampoco pasó por el Puerto de Manzanillo. La naturaleza engañó a la NASA. Patricia entró por la llamada Costa Alegre de Jalisco, técnicamente el impacto fue absorbido por los ecosistemas costero y serrano, éste último compuesto por algunos volcanes inactivos.

Si queremos tener claro que pasó no es suficiente preguntarle a los físicos y a los ingenieros, hay que preguntarle a los investigadores de la Estación Biológica de la UNAM establecida en Chamela, Jalisco. Es posible que aquí no se haya dado la conjunción de desarrollismo con pobreza. Mi hipótesis es que Patricia no pegó donde se asientan megadesarrollos inmobiliarios y turísticos, tampoco chocó con una masa forestal previamente devastada por la tala ilegal. Lo que nos explica la nula letalidad del meteoro es la atingencia de políticas ambientales establecidas con anterioridad, a través de la conservación en las Áreas Naturales Protegidas y de medidas de protección a los bosques. Dichas políticas no tienen que ver con siglas partidistas, incluyendo a la impostura llamada Partido Verde.

Es importante destacar que las políticas ambientales en México están condenadas en aras de convocar a las inversiones. Ya a fines del sexenio pasado, después de una consistente política de promulgación de áreas protegidas, se desincorporó del régimen de protección parte del Sistema Arrecifal Veracruzano. En la presente administración, para mal, se recategorizó el Nevado de Toluca.


Es de tener claro, a la naturaleza no se le engaña.
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* Dicen que el huracán Patricia, con todo y su tamaño y velocidad de asombrosa admiración, al tocar tierras mexicanas se deprimió nada más de ver tantas desigualdades e injusticias.

martes, 20 de octubre de 2015

¿Quién vigila a los Estados Unidos?

Dos líneas de operación en el combate al narcotráfico se han quebrado, dos líneas con las cuales Enrique Peña Nieto trató de salir de la fracasada guerra de Felipe Calderón en contra del narcotráfico. Una línea fue disminuir la exposición mediática de los capos de la droga. La otra línea fue retomar, en la medida de lo posible, el control soberano en la lucha contra el crimen organizado, o sea, cancelar las políticas de puertas abiertas hacia las agencias estadounidenses promovida por la docena panista.

Para el gobierno de Peña Nieto, el teatro michoacano –la tragicomedia de la comisión pacificadora- era suficiente para demostrar que se hacían mejor las cosas en el nuevo gobierno. La recaptura de Joaquín Guzmán Loera el 22 de febrero de 2014 fue la confirmación del camino correcto. Todo iba bien hasta que los acontecimientos de Tlatlaya, Iguala, Aparzingán, Tanhuato, las provocaciones del cártel Jalisco nueva generación y la segunda fuga de “El Chapo”, ésta ocurrida recién el 11 de julio de 2015, terminaron por desbordar y reventar las dos líneas de operación privilegiadas.

Estamos a horas, quizás a semanas, de que se recapture de nuevo al afamado delincuente. Pero el pretendido control soberano del gobierno naufragó y la publicidad sobre los temas del narcotráfico volvió a encumbrarse en los medios. Otra vez, totalmente en manos de agencias estadounidenses y a merced de sus medios de comunicación. Estados Unidos vuelve a reescribir su cuento de que ellos son los buenos para combatir a la delincuencia organizada y también son necesarios para liderar a otros países que padecen el mal. El cuento ensayado con sangrienta efectividad en Panamá, victimando a la población civil con la invasión norteamericana de 1989 hasta lograr la captura del militar Manuel Antonio Noriega, el “dictador” y “traficante”. El cuento tiene una versión colombiana en torno a la figura de Pablo Escobar, organizador de un temible ejército de sicarios que fue finalmente abatido en un barrio de Medellín en 1993.

Después de tratar de atenuar el guión estadounidense el actual gobierno de Peña Nieto, el cuento ha cobrado fuerza en su versión mexicana tras la segunda fuga de Guzmán Loera. El gobierno ha reiniciado la práctica de la extradición de los delincuentes que le han solicitado y Estados Unidos recupera el control que le concedieron anteriores autoridades mexicanas. El problema con el cuento es que no liquida a la delincuencia organizada, sigue operando como lavado de dinero (Panamá) y como producción de estupefacientes (Colombia) La cuestión de fondo es que la producción, industrialización y comercialización de drogas prohibidas es un NEGOCIO que genera ganancias exorbitantes debido a una fuerte demanda en los Estados Unidos entre otros países. Adicionalmente, se trata de un negocio que a través de la corrupción tiene poder nugatorio sobre las normas y autoridades encargadas de extirparlo.

Por eso el combate no es tal, es más bien una disputa por el control del mercado donde México se expone demasiado. En qué lío nos estamos metiendo cuando el cuento toma un giro maniqueo y no me refiero el de gobierno y sociedad en contra de la delincuencia organizada. Se trata ahora de la Marina buena y el Ejército malo.

Para que la colaboración entre gobiernos en contra del narcotráfico sea leal tiene que incorporarse un tercero que testifique la legalidad y la ausencia de lucro en este combate.


¡Pobre México!

viernes, 16 de octubre de 2015

Degradados

Sólo la impericia presidencial ha posibilitado la degradación pública ¿Hay de otra? de los titulares de la Defensa y Gobernación.

Ya se comentó la nada afortunada salida al ruedo mediático del General a cargo de la SDN. Por lo que haya sido, si en Los Pinos no defienden a Salvador Cienfuegos, salir a los medios no es su mejor opción. Ahora el General tiene que experimentar la degradación con la difundidísima notica sobre la persecución de Joaquín Guzmán Loera en la confluencia serrana de Chihuahua, Durango y Sinaloa. Operación hermética encargada a la Marina, ésa institución si puede. Elegante manera de mostrarle confianza al Ejército mexicano.

En situación semejante se encuentra el encargado de Gobernación, casi sin guerreros propios, y sometido a cañonazos mediáticos. El video filtrado a Televisa donde se evidencia la negligencia, por decir lo menos, en la responsabilidad de vigilar con eficacia, sin lugar a fuga pues, al ya mencionado narcotraficante, mundialmente conocido bajo el sobre nombre de “El Chapo”.

Dos pilares formales de la seguridad hechos palillo. Y así estamos, con miles de muertos y desaparecidos sin declaratoria de guerra de por medio.

Cómo entender esta degradación cuando el mismo gobierno cultiva relaciones privilegiadas con algunos consorcios mediáticos. Esos consorcios que no por casualidad se afanan en alertarnos y hacer fobia del “populismo”, del “estatismo” y, ya encarrerados, exhibir ciertas torpezas de los representantes del Estado, no todas. Si los aliados no surten blindaje buen negocio son esos aliados.

El caso es que lo que menos les interesa a los gobernantes es el Estado, les vale gorro, son anarquistas involuntarios y cuando quieren asumir responsabilidad la hacen en calidad de represores. Quieren pasar a la historia como promotores de la inversión y sólo sirven para los negocios de los cuates. No quieren ser estadistas, se achaparran en el papel de “managers”.


Así es la política en tiempos del “media training”. 

miércoles, 14 de octubre de 2015

Ineludible

Sin pena ni gloria (mediática) el lunes 12 de octubre, Manlio Fabio Beltrones hizo nombramientos y ratificaciones en posiciones del CEN del PRI. Sin duda, de acuerdo a la evaluación personal de cada uno de los que acompañaran al sonorense en su ciclo al frente del instituto político. Beltrones tiene la tarea autoasignada de resolver dos ecuaciones simultáneas, en una está Enrique Peña Nieto y su gabinete, en la otra, los gobernadores priístas. En ambas está la tarea de despejar la incógnita que le abra la candidatura a la presidencia de la república. Como cualquier hijo de vecino, está en su derecho de aspirar a la Presidencia si le apetece. Hasta aquí es un asunto priísta.

Sucede que el mismo día del anuncio de los nombrados, previa e inesperadamente ocurrió un atentado a balazos en contra del exgobernador de Colima, Fernando Medina Peña, del cual salió herido. Los recordatorios en la prensa sobre la carrera política del afectado, para relacionarlo a la lista de la violencia selectiva en contra de políticos priístas padecida en el estado de Colima, están a disposición.

Más allá del atentado que le robó los reflectores a la ya mencionada ceremonia del PRI, la atención tiene que enfocarse a la trayectoria de violencia política de alto impacto, iniciada en 1994 con los asesinatos del candidato priísta Luis Donaldo Colosio y el secretario general del PRI, José Francisco Ruiz Massieu. No basta con administrar hasta disolver la sensibilidad que conmueven estos acontecimientos en su reiteración, aunque cambien de fecha, lugar y personas. Beltrones no se puede limitar a exigir una investigación del caso Moreno Peña. Como ciudadano y en tanto dirigente de una organización de interés público, que recibe recursos fiscales para su operación, está obligado a darle el mayor nivel de resonancia a su exigencia. Recordémoslo, 1994 ha sido el parteaguas entre el México de paz social y el México bronco de la violencia operada por criminales. El tema trasciende al PRI y nos afecta a todos.

Tampoco MFB puede limitarse a cacarear todos los días las reformas estructurales de la presente administración, también tiene que encabezar acciones dirigidas a la conciencia colectiva, para combatir la violencia criminal, así como a la inseguridad, la impunidad y la corrupción en la que se regodean estos males estructurales. Son estos males los que empañan las reformas y espantan a las inversiones.

Pero si la principal fuerza política sólo hace desplantes de indignación declarativa, sin movilizarse ni movilizar a los ciudadanos, para exigirle a la autoridad, sea está del nivel y partido que sea, con el fin de contener y poner en declive la trayectoria de violencia, entonces estamos fritos.


Sin paz, no hay país. 

sábado, 10 de octubre de 2015

Cuestión de principio

Concluye una semana oscura para el grupo gobernante, el presidente Peña Nieto y su equipo. Qué paradoja, fue la semana de la transparencia, un festival desatendido.

Aquí voy a tratar lo oscuro, el apocamiento de lo público por lo privado. Para no caer en los extremos mediáticos, ultras, de la aclamación y la descalificación, reconstruyo una disquisición bastante conocida, de manera simplificada, sobre los principios-guía del mundo Occidental. Qué principios han unificado, orientado, con cierta eficacia y revocación, a la sociedad, la economía, el arte, lo público, lo privado.

El principio religioso montado sobre el nacimiento, la pasión y muerte de Jesús. Una instrucción para la vida terrenal y la esperanza de la salvación. Convocatoria a una comunidad amorosa entre la humanidad no exenta de crímenes, expoliaciones y atentados en contra de la persona. Adscribirse a esta devoción certifica la validez de la actividad política, económica, de los pueblos y la familia (Nótese, no uso la palabra Estado, tampoco mercado)

Sin necesidad de abolir el principio religioso se fue construyendo el principio político de la soberanía del Estado, una nueva fuente de sanción de las actividades humanas. Sustituir el principio religioso por el político requirió siglos y no se consumó en su totalidad. Baste darse cuenta que uno de los constructores de éste segundo principio, quien ya utilizaba la expresión Estado, al referirse al Estado eclesiástico se puso de rodillas y pasó al siguiente capítulo (Nicolás Maquiavelo) Tan difícil la separación de las primeras formas del Estado moderno que éstas sucedían por motivos religiosos. Fueron necesarias revoluciones, guerras de independencia, alzamientos civiles, para que se impusiera el principio político.



No bien terminado de establecerse este principio político y ya había iniciado la construcción del principio económico del libre comercio. En una de sus primeras elaboraciones no negaba la mano de Dios y la necesidad del Estado (Adam Smith) La audacia de darle prioridad al principio económico provino de su crítica, al afirmar a la economía como factor determinante del Estado y demás superestructuras ideológicas, incluida la religión (Karl Marx) Así, el principio político de la soberanía del Estado campeó a sus anchas los siglos XIX y XX. Fue el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, la cabeza de la cruzada para encumbrar el principio del libre mercado. Principio bajo el cual vive la humanidad, con mayor o menor intensidad. Un principio que no reconoce soberanía y evade los Evangelios, ni reconocer límite sólidos frente al uso de los recursos naturales y con límites laxos frente a las actividades delictivas.



Lo hasta aquí escrito no es un rodeo, es plantear la condición de principio exhibida en la semana mencionada al inicio, en específico, la subordinación de lo político a lo económico.

Primera exhibición: La fotografía de tres personajes, profusamente difundida en las redes y algunos medios de la prensa escrita. En ella el empresario mantiene una mirada amenazante y clava sus dedos en las costillas del gobernador. Gobernador manoseado con los brazos alzados, sin ánimo de defenderse, imagen de la vulnerabilidad. El burócrata que testifica el encuentro sin mostrar alarma, mucho menos indignación.

Segunda exhibición: la posición del General encargado de las Fuerza Armadas siempre tiene un perfil de estadista, lo que dice tiene peso y por eso se evita el desgaste de su palabra, expuesta en el contexto de una ceremonia afirmativa de la soberanía del Estado. El general Salvador Cienfuegos, pudo usar el sistema público de radio y televisión o convocar a una conferencia de prensa para plantar una posición oficial, pero se rindió ante una televisora privada al darle la exclusiva de una entrevista. De la entrevista dispuesta para exponer su negativa al escrutinio de agentes extranjeros sobre el Ejército, salta la expresión “mis soldados”. Pero los soldados del Ejército son del Estado mexicano, no son parte de la hacienda del señor secretario.

Tercera exhibición: la firma del acuerdo transpacífico, el nuevo venero de la abundancia, las reformas estructurales y la suma de tratados comerciales suscritos con anterioridad no han sido suficientes para impulsar la economía. Ildefonso Guajardo firmó un compromiso comercial (TTP) a nombre de México, acuerdo sobre el cual no ha informado de manera pormenorizada. Un acuerdo puesto en términos estrictamente comerciales, ignorante de sus ribetes políticos. Y ahí está lo desestimado que hace más oscuro el acuerdo ¿Cuáles son las implicaciones geopolíticas? Lo sabe el secretario o no lo sabe. Si no lo sabe es un irresponsable.


Vale inquirir. Qué es más importante en el actual gobierno y para la clase política, el principio de soberanía del Estado o el de libre comercio.


miércoles, 7 de octubre de 2015

Bronconsecuencias

Cómo una ciudadanía como la neolonesa acepta la conducción de alguien que se reconoce como bronco (RAE: tosco, áspero, sin desbastar). Ya sé, coloquialmente el adjetivo puede ser un elogio, una encomiable admiración. Nada más lo planteo para que no se den por engañados. Hace quince años esa misma sociedad, para mejor precisión, el Grupo Monterrey impulsó a Vicente Fox y la decepción que se llevaron fue grande. Pero la política, la baja política, no se hace de experiencias sino de oportunidades. Hoy, el estado de Nuevo León ha encontrado en Jaime Rodríguez el clon de Vicente Fox.

Se está ante un demagogo, los hechos y las obras podrán cambiar esta definición. El hecho es consumado, Jaime Rodríguez gobernador. Desde la superficie, sin averiguar secretos o intrigas, el nuevo gobernador que se reputa de “independiente” consiguió el aval popular por dos razones: la primera, el PRI entregó la plaza anticipadamente al postular a una conductora de televisión local, cuya campaña fue de tropiezo en tropiezo; la segunda razón, una bien armada campaña de desprestigio en contra de Rodrigo Medina y familiares que supo captar la indignación de la ciudadanía, de cara a la gestión de gobernantes corruptos. La campaña se basó en denuncia mediática no en el proyecto, otro parecido con Vicente Fox.

El sábado tres de octubre, Jaime Rodríguez quedó ungido y protestó ante el Congreso local como gobernador constitucional del estado de Nuevo León. Ahorrándose la cortesía política fue amenazante, le falta cumplir su cruzada en contra de la corrupción, formalmente tiene seis años para cumplir y develar que la historia de bandidos está sustentada o estamos ante la repetición de gracejadas, como aquella de las tepocatas y víboras prietas. De nuevo Fox.

Si el nuevo gobernador quiere limpiar la casa en serio no serán suficientes las auditorías, tiene que disponer del método indagatorio que le aporte las pruebas y así poder consignar a su antecesor y sus colaboradores ente la autoridad competente. El desfalco de las arcas públicas es un arte que tiene una primera regla para la autoridad elegida: no firmar nada relacionado con contratos; la segunda regla, contar con dos operadores que dirijan las artesanías en finanzas y obra pública. Si no tiene el método, el nuevo gobernador está condenado a incumplir. Claro, puede optar por medidas autoritarias, de excepción. Sería una gran aportación que tuviera el método indagatorio.

Y la verdadera prueba de fuego para el nuevo gobernador, construir una administración aseada y transparente, rechinando de limpia.

El domingo 4 de octubre, Jaime Rodríguez volvió a emular a Fox, ahora con una cabalgata y una reunión con los leales en la Arena Monterrey (Se acumulan indicios para que no reclamen después de engaño) Encuentro con una frase o consigna delirante: 2018, nueva independencia de México. Sería bueno que el flamante gobernador informara de que otro estado nación se tiene que independizar México. Ante el delirio se alucina y yo alucine. A qué tipo de independencia se referiría. A la de Texas respecto a México en 1837, para integrarse después como una estrella más de los Estados Unidos, la orgullosa estrella solitaria. En eso pensé e imaginé, ahora sí, un Bronco encabezando la secesión no sólo de Nuevo León, sino de todos los estados fronterizos del norte. Ésta sería una “bronconsecuencia” hacia la disolución del Estado mexicano.

En ese loco correr de los caballitos, los grandotes con los chiquitos rumbo a la Arena Monterrey, se hizo evidente el despunte de campaña, salvo para quienes no lo quieran ver, Jaime Rodríguez candidato “independiente” a la presidencia de la república en el 2018. Como Fox, va estar en campaña y viajando. Fernando Elizondo se encargará del gobierno de Nuevo León como Ramón Martín Huerta hizo lo propio en Guanajuato.

Así, con una virtual candidatura que se agrega a la de Andrés Manuel López Obrador, toma cuerpo y se hace antojadiza la especulación por el 2018. Si ya se tiene al insustituible candidato de la izquierda, si ya se tiene al candidato “independentista”, la baraja del PRI ya inicia el descarte, y si me apuran me parecen que terminarán nominando a Manlio Fabio Beltrones como su candidato ¿Por qué? Primero, ya se rompió el patrón que hacía a algún miembro activo del gabinete el favorito y seguro ganador; segundo, porque el PRI no tiene gobernador reputado para postularse; tercero, contra el tabú que niega al dirigente del partido acceder a la presidencia de la república (recordar el TUCOM y como algunos gobernadores en el 2006 le ofrendaron en bandeja de plata la presidencia a Felipe Calderón) Las condiciones han cambiado en un contexto de creciente denuncia popular en contra de los gobernadores ladrones. Por eso, otra “bronconsecuencia” es la lista de tres nombres que aparecerán en la boleta electoral de 2018.


¡Pobre Nuevo León! ¡Pobre México!
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