La violencia desencadenada en el
estado de Michoacán durante esta semana, por parte de grupos delincuenciales
que atacaron a las fuerzas del orden, ha opacado la presentación del Programa
de formalización del empleo 2013 que hizo recién el lunes en Palacio Nacional
Enrique Peña Nieto. Buenas intenciones tocadas por el desaire cuando se trata
de una prioridad: la creación de empleo con calidad dentro de la legalidad.
Por encima del dictado Constitucional
(artículo 123) en México 28 millones de mexicanos trabajan en condiciones de
informalidad. Con realismo brutal lo expuso EPN. Cierto, se trata de un
discurso político con talante impresionista en busca de audiencia (“going
public” le llama José Carreño Carlón) No se trata de un tratado acompañado con
el auxilio puntual del aparato crítico.
Lo que no quedó expuesto son las
causas que han llevado a esta imperfección del mercado laboral, como si se
tratara de un maleficio sólo atendible por las artes del esoterismo. Me
explico. Cómo es que millones de trabajadores aceptan y se conforman con un
trabajo precario. Hasta dónde el fin de la inversión privada se orienta a crear
empleos de manera creciente y de calidad o si el límite a obtener un margen de
ganancia o lograr la rentabilidad no está en la lógica del empleo total de la
fuerza de trabajo disponible.
Sacar a doscientos mil
trabajadores del subempleo vía la formalización ya es algo. El gobierno debe
tener el conocimiento (datos, información, experiencia, visión del mundo) En
otras ocasiones, el actual gobierno ha dicho que no incurrirá en ocurrencias.
Recordar la del primer empleo de Felipe Calderón o el vocho, changarro y TV de
Vicente Fox. Esto es, disponer del conocimiento contundente que dé cuenta de
las distorsiones del mercado laboral que inciden en la informalidad, comenzando
por la incapacidad de las autoridades para que se cumpla la ley.
También se puede anotar a la inversión
especulativa que no está orientada de manera primordial con la generación de
empleo. El secretario de Hacienda nos podría ilustrar en el caso de la
multimillonaria venta del Grupo Modelo al completar el traslado del dominio
accionario a una firma belga ¿Cuántos empleos generó?
Mencionar la urbanización de
terrenos ejidales, si generó empresarios, desempleados o delincuencia. Todo un
estudio de caso para el gobernador de Morelos, Graco Ramírez.
La desviación del número de la
población con trabajo respecto al número de plazas registradas por el efecto de
la multichamba: cobra aquí, cobra allá, cobra acullá, típico del sector
educación. Cuántos jóvenes preparados no acceden al empleo porque las plazas
están ocupadas sin mayor beneficio para la educación y para el país.
La complejidad del trabajo
informal está más allá del programa anunciado. Adicionalmente y no menos
importante, el Presidente nos recordó el estado crítico de las pensiones.
Éramos muchos y parió la abuela.
El asunto de las pensiones verá
luz cuando se resuelva una verdadera reforma fiscal y la que está relacionada
con el combate a la corrupción. Le sería muy útil al Presidente conocer de la
experiencia de quienes han estado metidos en el tema desde tiempo atrás, me
refiero a los legisladores Emilio Gamboa Patrón y Manlio Fabio Beltrones. Sería
bienvenida su autocrítica.
El desaire no debió ocurrir.