viernes, 8 de julio de 2011

Ya pasó





El 3 de julio del 2012 quedó atrás. Se cerró el capítulo electoral que tuvo como mayor sustancia la disputa por tres gubernaturas (Coahuila, Estado de México y Nayarit) Lo que se tenía que hacer se hizo, hecho está. Pero la lectura futurista no se ha medido en estos días y se sintetiza así: el PRI arrasará en el 2012 con la candidatura de Enrique Peña Nieto. Un cuento de hadas sin asomos de horror. A quien le guste esta proyección derivada del 3 de julio que con su pan se la coma.



¿En verdad quiere el PRI recuperar la presidencia de la república?



Lo primero que tiene que hacer es poner los pies sobre la tierra, encarar el presente desde cualquier responsabilidad que tengan, en gobiernos estatales y municipales, como senadores y diputados. Se vale tener diferencias, pero no exhibirlas con procacidad. Hacer mejor las cosas, tanto que no necesiten de frivolidades mediáticas para ser reconocidos por los ciudadanos. Antes de elaborar listas de postulantes a puestos de elección popular, empezar por enumerar la lista de causas y razones por las que un sector de la ciudadanía rechaza al PRI y enmendar, corregir, rectificar teniendo como guía los valores de la democracia social. Es verdad de Perogrullo pero hace falta recordarla ante el desorden que ha metido el neoliberalismo, aumentando los males que se arrastran desde los gobiernos del PRI: corrupción, inseguridad y pobreza, que se multiplicaron con la creciente desigualdad y la instauración del Estado mínimo.



Poner los pies en la tierra significa, para exponerlo geográficamente, que el PRI no gobierna en la región que le dio su primer impulso: el Noroeste, casi todo el Pacífico le ha dado la espalda. Y en el Norte que gobierna, la delincuencia organizada lo hace ver mal. No se trata de que se gane de todas, todas. Sólo se le exige al PRI que gobierne mejor. Sí, es una exigencia y si no les gusta olvídense del 2012. Todos los partidos deben entender que la gente, la ciudadanía, está cansada de que lo electoral consuma tanto tiempo en la exposición mediática, no se sale de un proceso cuando se inunda de información con el proceso que inicia, muchas veces sin distinguirse las candidaturas de los productos chatarra y siendo ya, lo electoral, variable de la contaminación visual. No son suficientes las promesas y los compromisos firmados, también hay que exhibir en vitrina los indicadores con los que medirán las metas en sus acciones de gobierno. Hacer una separación exacta entre el tiempo de los procesos electorales y el ejercicio de responsabilidades conquistadas.



Poner los pies en la tierra es ofrecer oportunidades a los jóvenes, empezando por las educativas. No se puede ser un país digno si la disyuntiva de la juventud está entre estudiar o delinquir. Triste disyuntiva que es una realidad y debería de llenar de vergüenza a los encargados de las instituciones de gobierno. Pero no la tienen, de ellos procede la Reforma Institucional de la Educación Media Superior que desacreditó la enseñanza de las materias ligadas a la Filosofía dentro de ese tramo de la educación pública a la que, por cierto, no se adhirió la Escuela Nacional Preparatoria (UNAM) Es en el candente tema de las necesidades educativas que no se entiende la convocatoria de Humberto Moreira de tenderle la mano a Elba Esther Gordillo para hacerla aliada del PRI en futuras contiendas electorales, no se puede ser aliado con quienes son factor de atraso y son parte de la historia negra del PRI. Es condenar a la juventud a seguir la ruta de la delincuencia.



Muchos temen el regreso del PRI, yo le temo al fracaso de la democracia electoral como mercado de inmundicias, abuso de la ignorancia, de las frustraciones, resentimientos y miedos de la ciudadanía.


Powered By Blogger