“No le pido a Dios que me dé,
sino que me ponga donde haya.”
Tin-Tan
El 22 de agosto de 2019 comenté
el asunto del Foro Consultivo Científico y Tecnológico. A. C. sobre lo opaco de
su origen (https://tonalpohualli-rodmigster.blogspot.com/2019/08/apoyar-la-ciencia-sin-simulacion).
Asociación civil incrustada en la ley desde 2002, sin exposición de motivos
sólida. Una organización civil con la función de asesorar al gobierno que
comenzó a manejar ingentes recursos públicos. Una organización que se constituyó
con actores corporativos públicos y privados, de personas morales, no físicas.
No la forman científicos en lo individual y da cabida a organizaciones
ultraderechistas como la COPARMEX. El Foro nace en la época de las asociaciones
público-privadas, de la proliferación de los organismos autónomos y de los
fideicomisos, bajo el principio de que el Estado es incapaz y tiene que ceder
responsabilidades a los expertos.
En la semana se filtró una solicitud
que hizo la Fiscalía General de la República a un juez, para que obsequiara órdenes
de aprensión a 31 individuos, exfuncionarios del CONACYT y representantes del
Foro. La cual fue negada por el Poder Judicial. Se desprendió una campaña en
medios bajo el supuesto de una persecución oficial en contra de los científicos,
a la cual se sumaron personalidades, entre ellas el rector de la UNAM Enrique
Graue Wichers. Como toda campaña tendenciosa, no se detuvieron en analizar la
solicitud mencionada y sí se entregaron a un enjuiciamiento desinformado, pues
la minoría alebrestada desconoce el expediente en el que se fundó la solicitud
de aprensión. Todos ignoramos de qué se compone el expediente.
La FGR, de acuerdo con los hechos
que documentó, acusa a los 31 imputados de peculado. Es decir, autoridades y
representantes del Foro, desviaron de su propósito etiquetado recursos públicos
para otros fines distintos a los programados de manera arbitraria, obviaron el
procedimiento de reprogramación ante Hacienda para que autorizara el cambio de
destino. Ese es el delito, desviación de recursos públicos. Como agregado se
puso la hipótesis de delincuencia organizada, un genérico que no precisamente
está puesto exclusivamente para el narcotráfico. Se supone que la participación
de tres o más personas en la comisión de un delito es delincuencia organizada.
Pero los representantes del antiguo régimen, mañosos como son, confían en
desbarrancar la investigación ensuciándola. Ya veremos si el Poder Judicial cae
en el garlito.
Llama la atención, a diferencia
de hace dos años, que el Foro y los inculpados no citen a conferencias de
prensa y expongan su defensa. Están calladitos y dejan a otros que litiguen por
ellos. No se extrañen si ya algunos de los presuntos abandonaron el país, pues
así son los delincuentes de cuello blanco. Es un asunto entre la Fiscalía y el
juez, cada uno en su trabajo. Considero, independientemente del desenlace, es
tiempo de que las instituciones públicas relacionadas con la ciencia y la
tecnología, todas operen dentro de una caja de cristal, sin favoritismos ni
mafias.