“Conforme los líderes políticos e intelectuales comenzaron a imaginar un mundo en el que toda la gente pudiera tener derechos de ciudadanos dentro de sus propios países, también estaban pensando en un mundo en el que la gente compartiera normas de progreso humano y esfuerzos para terminar con la pobreza y la injusticia Parte de estas metas se han alcanzado en ciertos momentos y en ciertos lugares, pero la justicia y la igualdad siguen siendo objetivos elusivos, tanto dentro de las naciones como entre unas y otras.”
Frederick Cooper
Muchas han sido las acciones
emprendidas por el gobierno actual. Se dice en lenguaje de estrategia militar
que son muchos los frentes abiertos. Lo que se percibe es un estruendoso
barullo mediático y de redes que se resisten a evaluar lo real y sobrevaluar la
opinión enconada, biliosa.
Encontrar el personal de despacho
adecuado no ha sido fácil. Los casos más recurrentes han sido en tres
secretarías. En Hacienda van tres, la causa conocida, la pérdida de confianza.
En Bienestar van tres, una dependencia abocada al emblema primero los pobres,
enroques no del todo esclarecidos pues sus titulares no perdieron la confianza
del Ejecutivo. En Medio Ambiente, desde gobiernos anteriores las cuentas están
en claroscuros, en el actual van tres encargados en línea. En esa secretaría
han requerido del apoyo de otras dependencias, ya a través del programa
sembrando vida o por la Guardia Nacional como policía ambiental, mejor que la
triste PROFEPA.
Los menos de tres años que le
restan al gobierno están cuesta arriba -no ha alcanzado la meseta deseada. Al
final del ejercicio sexenal tres líneas de propósitos por alcanzar serán
decisivas pata la continuación de la 4T. Tres líneas de fuego, más importantes
desde luego, que los pleitos al interior de MORENA, las estrategias de la
oposición o el ruido mediático.
Reducir la pobreza y mantener la
acumulación de capital sostenida es una ecuación por resolver. Es competencia,
me parece, de Hacienda. Acompañada de la operación efectiva de Bienestar,
Educación y Salud.
Combatir la corrupción tiene la
dificultad de resolverse como un trabajo colaborativo entre el Ejecutivo, las Fiscalías
y el Poder Judicial. AMLO ha puesto la vara muy alta ¿La cumplen sus
colaboradores? Ha sido escrupuloso en no incorporar a sus familiares a la
burocracia ¿Todos le siguen el paso? Se entiende que la política es el arte de
lo posible ¿Tanto como para garantizar la sobrevivencia política de los
exgobernadores con un empleo diplomático?
La tercera línea de fuego, sí de
fuego, es la de la inseguridad. En ella el gobierno se enfrenta a criminales
que literalmente usan el fuego. El
riesgo es una alianza de criminales, narco-políticos y narco-empresarios que
hagan asaz complicado el resto del sexenio. La confianza, un trabajo en equipo
como en ninguna otra materia del quehacer gubernamental. La fe está depositada.
Y qué bien que podemos disertar
de una cuesta arriba. La soberbia sería insoportable.