Es mi voto, es tu voto, es nuestro
voto. El seis de junio del año en curso, los mexicanos tenemos la oportunidad
de vacunarnos la triple, contra la corrupción, la desigualdad social y la
expoliación. Ni un voto a los partidos que alentaron esos males. No faltarán
los que se opongan a esta vacuna.
Empecemos por el PRI, el PAN y el
PRD, situados en esa maniobra a favor de la corrupción, partidos que están muy
deteriorados. Para empezar, ya no cuentan con el acceso ilegal a recursos
públicos operándolos de manera triangulada. El SAT y la UIF tienen la lupa
puesta en ese tipo de operaciones; igual de importante es considerar la baja
calidad del liderazgo en el PRI, en el PAN y el PRD. Son figuras deslucidas,
incapaces de construir su propia credibilidad. Ni ellos se creen sus lances
propagandísticos. No pueden generar vínculos edificantes con la ciudadanía pues
no les interesa encabezar un proyecto popular.
Lo más aberrante es la oposición
asumida por Lorenzo Córdova, Consejero Presidente del INE. Sin tener
facultades, pretendió cancelar las conferencias matutinas del presidente López
Obrador. Bien saben en el INE lo que está permitido hacer a los titulares del
Ejecutivo en los tres niveles de gobierno, como para hacer definiciones con
dedicatoria. Sólo a Lorenzo Córdova, desde el prejuicio, le vino la gana de
considerar a La mañanera propaganda electoral. Desde ese momento comenzó
él a cargar las tintas de este año electoral. No se le ocurrió hacer una
disposición expresa dedicada a organizaciones empresariales o sindicatos.
Tampoco dispuso una medida enfocada en la actuación de las organizaciones
civiles, aunque en este caso vale tomar en cuenta lo sucedido con Los Amigos de
Fox. Esa organización introdujo dinero del extranjero a la campaña presidencial
de entonces y sólo ameritó una multa al PAN, cuando la autoridad electoral pudo
disponer de sanciones como el retiro del registro a ese partido.
Una autoridad electoral que ha
desertado de mantener una posición neutral es una autoridad desgastada. Por eso
la importancia de un voto masivo que nos vacune de la corrupción.