Se ven nubarrones, se anuncian
catástrofes. Son los nervios, las ansiedades, las inseguridades, lo que se
agita en las élites ante el próximo cambio de administración federal. Se ha
destacado el nerviosismo de los mercados por la cancelación del aeropuerto en
Texcoco y por la iniciativa de modular las comisiones que cobran los bancos a
sus usuarios. El nerviosismo se llega a expresar en el alcalde de Tijuana
frente a la caravana de inmigrantes que salió de Honduras y que llegaron a esa
fronteriza ciudad. El nerviosismo irrumpe cuando la policía de la ciudad de
México incursiona en el estado vecino con una aparatosa y fallida persecución
de delincuentes. Nervios por la renuncia al cargo de director en una empresa
del Estado. Nervios por tener un presidente electo que no era la primera opción
de los poderes fácticos, empresarios y militares. Nervios a resultas de un
acomodo tecnocrático que al querer componer desarregló la casa de los
mexicanos.
Así es la historia de un orden
confiado en la seguridad de haber alcanzado cambios definitivos. Así fue cuando
se tenían todas las confianzas en el trípode del poder encomiado por José López
Portillo: Constitución, Presidencia y Partido de la república. No resistió el trípode
al siguiente sexenio y comenzó a ser desmantelado. Se reformó la Constitución,
se acotó la presidencia y se arruinó al PRI. La alternativa de la izquierda
reformista también encalló. Esa izquierda que veía en la lucha de clases un
enfoque de análisis nada más. Que veía en el sindicalismo independiente la
locomotora del cambio. Esa izquierda convencida en el papel del Estado como
conductor del desarrollo económico.
La tecnocracia construyó su
triángulo del poder, atractivo y plausible. Liberalismo, democracia y mercado.
Un acorazado incontenible en el mar de la política mexicana que hizo agua el
primero de julio. A decir verdad, ya venía averiado. A la desigualdad heredada
agregó el despojo y la desprotección. La democracia se convirtió en patrimonio
de los partidos y quedó aislada del pueblo. La desregulación comercial resultó
un poderoso incentivo de la corrupción y el crimen organizado.
Noticias del Imperio, de Fernando del Paso, novela que ha inspirado al arquitecto de la cuarta transformación.
Algunos están nerviosos. El
primero de diciembre se verá a qué resortes se deben esos nervios. Si son
fundados o solamente amagos para generar condiciones de negociación para nuevos
arreglos. Estos meses se han desplegado rounds
de sombra. El primer sábado de diciembre comienzan las responsabilidades del
nuevo gobierno. Dice que no trae ánimo de venganza, pero sí de réplica. Que va
a cerrar la llave de recursos que se han ido en dispendio. Será por eso lo de
los nervios.