Es un desastre para la humanidad el actual resultado de la estrategia anticrimen de Felipe Calderón, por lo que tiene el efecto de formar un rechazo social en contra de las medidas adoptadas por el gobierno federal para reducir al crimen organizado. Y eso que la cifra de cuarenta mil muertos es conservadora. Una guerra sin apoyo social es una guerra perdida. El Presidente se metió en un hoyo y anda como topo, huyendo de la luz. Cualquier montaje de comunicación que se ponga en acción termina aplastado por los acontecimientos.
La 28 Conferencia Internacional contra las Drogas celebrada esta semana en Cancún, Quintana Roo, fue un montaje más para revertir la serie de tumbos que ha tenido la comunicación oficial para convencer a la población de la acción gubernamental. Una especie de control de daños para apagar el incendio de WikiLeaks. Lo que se dijo en la escena del Caribe Mexicano, en elogio y descargo de la estrategia calderonista, se redujo a ficción que no pudo superar la realidad.
La estrella del evento fue Michele Leonhart, directora de la DEA. Ella dijo que el mayor combatiente del narcotráfico en México era Genaro García Luna. Nótese que no dijo que era el mejor ¿Qué dirá el Ejército mexicano?; Afirmó la señora Leonhart que el tráfico de drogas en Estados Unidos lo controlan los cárteles mexicanos. Entonces a qué vienen a instruir acá, a México, si no los han controlado en su propio territorio; Se manifestó preocupada por la expansión de Los Zetas ¿Y el Chapo Guzmán no es de preocupar?
El apoyo declarativo del gobierno estadounidense se reforzó con la exposición del almirante James Winnefeld ante una comisión del Senado de su país, desde donde se alabó la valentía del gobierno mexicano, eco fiel de una arenga que no hace mucho inundaba como inserción a la prensa mexicana: Sigue valiente Presidente. El citado almirante afirmó que siempre han actuado con respeto por la soberanía mexicana. Claro, si se han metido hasta la cocina es porque se los ha pedido Felipe Calderón y éste ha concedido permiso para que ayuden a mantener nuestra soberanía.
Todo esto se dice con toda la solemnidad y modales diplomáticos posibles. Pero como creer si en Acapulco, Guerrero, se libró un enfrentamiento hasta prender en llamas a un centro comercial. Como creer y admirar tanta maravilla si se encontró otra fosa en Tamaulipas con 59 cuerpos. Y para contradecir los halagos de barras y estrellas, de allá mismo, el mismísimo director de la FBI, Robert Mueller, responde a pregunta expresa que los niveles de violencia en México no tienen precedentes.
En contraste al intercambio de elogios visto en Cancún, el miércoles 6 de abril, a las cinco de la tarde, se realizó una jornada nacional en contra de la estrategia federal. En varias ciudades salieron a protestar atendiendo la convocatoria de Javier Sicilia. Si se movilizaron treinta mil personas es muchísimo si se considera que salieron a la calle a la solicitud de un ciudadano (sin el apoyo de instituciones gubernamentales, organizaciones empresariales, partidos, sindicatos) Además de que el tuiteo no dio el ancho. Cuántos Javier Sicilia se necesitan para movilizar a millones.