“Su soberbia no le dejó ver que
el movimiento que existía entonces en Francia era producido por una pasión
común a todos los hombres: la vanidad”
Príncipe de Talleyrand
Ya durante la administración en
curso, el intento de modificar el reglamento interno del Instituto Politécnico
Nacional desató la movilización estudiantil del IPN. Se acuerdan de Yoloxóchitl
Bustamante Díez. Casi en paralelo a los desgraciados acontecimientos de Iguala
de 2014. En ese entonces el secretario de gobernación salió al quite.
Ahora, menos que eso. Se trata de
un Acuerdo de la SEP, número 01/03/16, publicado a los cinco días en el Diario
Oficial de la Federación. Ya publicado, ése día, el director del IPN, Dr.
Enrique Fernández Fassnsacht, se apresuró a extender la circular 3/2016, donde
en alcance dice: “el Instituto Politécnico Nacional queda adscrito
orgánicamente a la Subsecretaría de Educación Superior”.
Para el día 13 del mismo mes y
año, se publica una aclaración en el mismo diario por parte de la SEP, lo que
obliga al Director del IPN a emitir una nueva circular correctiva de la
anterior: “el Instituto Politécnico Nacional queda adscrito orgánicamente a la
Oficina del Secretario de Educación Pública”.
Hasta ahí dejo la transcripción
de formalidades. Empiezo con las dudas.
Por qué llamarle aclaración a lo
que evidentemente es una corrección en la cadena de mando planteada al
principio. Porque si se trata de una errata quiere decir que el acuerdo fue
modificado por “los duendes”. Pero si es efectivamente una corrección significa
que hubo un cambio de parecer y se decidió acortar la cadena burocrática, para
dejar en la intimidad del regazo del responsable de Educación, como ocurre a
las áreas de comunicación, jurídica o la coordinación de asesores. De ahí la
llamada “aclaración”.
La otra incógnita es cómo se
interpretó la medida entre la comunidad politécnica, en particular el sector
adolescente de las vocacionales, el sector movilizado en esta ocasión. Acaso se
volvió a cometer el error de Yoloxóchitl. Es una provocación calculada, un
anzuelo para el movimiento de López Obrador. De qué se trata. Cómo una medida
ingenuamente administrativa resulta detonante. Cuáles son los motivos del
secretario Nuño para tener en inmediatez orgánica al IPN. Él es el secretario,
tiene facultades para, en la práctica, mover los mecanismos que manejan al IPN sin
necesidad de acuerdos y circulares ociosos, simplemente usarlos. Para eso está una estructura de
amortiguamiento. A lo mejor la información que dispone lo anima a buscar la
desmovilización del magisterio rebelde por la banda del IPN.
Aurelio Nuño debe poner las cosas
en sus términos institucionales, no dejarlas al tijereteo mediático, que lejos
de aclarar produce mal humor. Dar el ejemplo, poner en el aparador el acuerdo
de marras y defenderlo, porque como lo deja, una subsecretaría y la dirección
del IPN salen sobrando.
En esta ocasión Osorio Chong no
se subió al templete.