viernes, 25 de junio de 2010

¿Qué esperabas de la democracia?



En el arco temporal abierto en 1977 con la reforma política de Jesús Reyes Heroles, que llega hasta la reforma realizada en el año 2008, las dudas se reproducen y las certezas se desvanecen. Qué esperabas tu ciudadano de la democracia a la luz del tiradero que va dejando la actual contienda por doce gubernaturas. Te imaginabas el alud de mierda. Tal vez sí, desde el año dos mil ésa ha sido la constante, las campañas negativas han sido el platillo más surtido. A ti te gusta la mierda. No dudo que tu respuesta sea NO. No obstante te la administran a cambio de tu voto y por eso el abstencionismo o el voto nulo te seduce.

En una perspectiva unidimensional, tu ciudadano puedes coincidir con la aspiración de que tu voto cuente y ya ¿Se ha colmado esa aspiración? NO. Seguimos con la misma gata, nada más que revolcada. Por eso el 2000 no fue un hito para la democracia, sólo verificó la alternancia pero no el sufragio efectivo. Se tenían los elementos para anular las elecciones pero el IFE no se fajó, como tampoco lo hizo en el 2006. Chapuza mata legalidad.

Aspirar a que la democracia sólo sea un procedimiento es una tontería, casi como sugerir la elección del amo en la esclavitud o del señor feudal en la Edad Media. La ciudadanía le supone a la democracia atributos. Para qué voy a votar es una cuestión rica en contenidos en un país con deficiencias institucionales y grandes desigualdades. Voto para que no haya corrupción, voto para que no se utilicen los recursos públicos para pervertir el voto. Sin embargo, el voto por sí mismo no erradica esas prácticas, por el contrario, esas prácticas se han fortalecido porque han logrado capturar el voto (y no hay partido que se distinga).

En este país se vota para tener mejor educación, para que haya mejores medios para atender la salud, para que la gente tenga ingresos legítimos y todo esto con el fin de tener una vida material menos pesarosa. La vida espiritual es harina de otro costal, temas de la psiquiatría o de la religión, muy relacionados con la familia y fuera de los alcances de la democracia.

Por qué no hemos alcanzado la democracia, pues porque es más fuerte la ambición de la acumulación sin límites (mercado) y la impunidad como atractivo non del poder político que se inculcan como valores: quiero ser el más rico y que no me alcance el brazo de la justicia. En ese basamento axiológico las élites se igualan, incluyendo a los líderes del crimen organizado.

Esa es la realidad contra la cual no se levantan verdaderas alianzas políticas.

martes, 22 de junio de 2010

Quién va a recoger el tiradero




Las campañas electorales en los estados transitaban discretamente, nadie les echaba un lazo como acontecimiento nacional. La nota roja y el futbol no le dejaban espacio a las contiendas por el voto. El giro informativo lo dio Excélsior la semana pasada, al dar a conocer grabaciones privadas del gobernador de Veracruz, conversaciones que abordaban asuntos electorales. Recién este lunes se dio otro trancazo con la filtración de nuevas grabaciones privadas, el medio MVS Noticias, teniendo como blanco al gobernador de Oaxaca, que hablaban de asuntos electorales. Es de imaginarse que Felipe Calderón no habla de asuntos electorales con sus correligionarios, que tampoco lo hacen Amalia García y Marcelo Ebrard, al menos no lo hacen por teléfono o no se tiene a la mano la grabación que así lo indique. El caso es que las campañas sucias se han metido de nuevo a estelarizar la escena nacional. No hay proyectos qué contrastar, es lodo lo que se restriega en la cara de los electores. Y así, en esas condiciones se les exhortará a los ciudadanos a que salgan a votar el cuatro de julio en Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tlaxcala, Veracruz, Zacatecas.

Mientras el Estado de derecho, que tanto le gusta invocar a los políticos, sigue en calidad de desaparecido frente a las narices de todos. De oficio no se ha iniciado averiguación previa para perseguir el delito de grabar conversaciones privadas hechas sin autorización judicial. Los “beneficiarios” de estas filtraciones no quieren meterse en ese terreno y si quieren que las grabaciones de marras incidan en la contienda electoral, a sabiendas que las intercepciones no tienen validez legal. El Estado se ausenta o se hace presente a conveniencia de su representante en turno (o de turno). Se ausenta para iniciar averiguaciones de las miles de muertes generadas en la lucha por la seguridad pública, se ausenta para rescatar a los mineros que perecieron bajo los escombros de la mina de Pasta de Conchos, se ausenta en su obligada intervención para rescatar a los niños bajo el incendio de la guardería ABC, el Estado se ausenta a pedido para no perseguir a los secuestradores de Diego Fernández de Ceballos. También se ausenta cuando pierde la selección de futbol.

Vivimos en el Estado del Gran Houdini que se aparece y se desaparece, incapaz de construir un diálogo nacional, en el escapismo permanente que prodiga la verborrea de Fernando Gómez Mont. Pero como sugiere Juan Gabriel Valencia, se trata de un mal prestidigitador pues no engaña a nadie. La máxima representación del Estado cree tener aliados por lo favores concedidos a los poderosos. Pero esos poderosos tienen intereses, nunca aliados verdaderos. Felipe Calderón les ha concedido todo lo posible y quisiera darles más, no se ha dado cuenta que esos intereses son insaciables, si no que le pregunte a Carlos Salinas de Gortari. Eso sí, se escandalizan por las prestaciones de los trabajadores o por lo recursos públicos que no se les ve rentabilidad, como es el caso del sistema de seguridad social. Hoyos de las finanzas que el Estado debe evitar. Finanzas públicas sanas a costa de un pueblo empobrecido.

Se procede por decreto, así sea en la instantaneidad del discurso patriotero en contra de los “enemigos” de México. El gobierno ha dejado atrás los días de la “guerra” en contra del crimen organizado y le da la bienvenida a la guerra sucia electoral. Eso sí, no dice cómo va a recoger el tiradero que ha hecho. Por las mañas que ha mostrado el gobierno federal, el tiradero seguramente se esconderá debajo de la alfombra judicial (para eso los magistrados se pintan solos) o de la alfombra publicitaria que se encargará a la mejores agencias del ramo (con licitaciones a modo ¿Hay de otras?)

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