Tiene como dos semanas,
la ola propagandística de la oposición sobre la que montó una campaña negra,
una más. “El gobierno no puede contra la violencia”, “el gobierno pactó con la
delincuencia” y así por el estilo. La demostración con datos no les preocupa a
los opositores, cierran los ojos, no le dan importancia a la cancelación de la violencia
de Estado generadora de masacres. Su conclusión es que estamos peor, añoran los
tiempos de García Luna. Se trata de una campaña desesperada, sus candidaturas por
los gobiernos de seis estados donde todavía gobiernan se están rezagando en los
sondeos de preferencias.
Les preocupa que no
podrán echar mano de cuantiosas partidas presupuestales, de origen federal o de
la hacienda local. La piñata se acaba y resulta funesto para su modus
operandi de enriquecimiento desde la función pública. A la oposición se le
hace fácil abrazarse en magnates de empresas como Cinépolis, Kimberly-Clark o
Femsa. No han respetado los partidos opositores su propia identidad y se
acomodan a un liderazgo “apolítico” de un junior. Claudio X. González Guajardo
dirige la alianza opositora Va por México. Él se hace cargo del proyecto
restaurador y los dirigentes del PAN, PRD y PRI le hacen de su patiño. Ahora
quiere fichar para su Holding electoral a Dante Delgado y su partido MC.
Por cuánto tiempo los
ilustres de la IP seguirán estimulando al PRIAN & Co. pese a la
rentabilidad política decreciente de Alito, Markito y Chuchito. Será acaso que
los grandes empresarios prefieren entenderse con políticos corruptos y apañarse
con gobernantes represores, que sirvan a sus intereses. Puede ser que en el
fondo no son demócratas y por ello la democracia les sienta mal. Habrá que
recordarles a los empresarios molestos: en una democracia la fuente de poder
sólo proviene del pueblo.
Eso les molesta y como lo
han hecho en otras ocasiones articulan campañas negras. No toleran un gobierno
popular, al servicio de todos. Para la cúpula empresarial los políticos son, a
fin de cuentas, sus empleados empezando por los presidentes. Cuánta nostalgia
por Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto. Ahora utilizan a los partidos
de la alianza opositora, cuentan con jueces que les son incondicionales y orientan
la mayoría de los medios de comunicación tradicionales. Ellos son los
contendientes reales de la 4T, tienen en la bolsa a la oposición y la autoridad
electoral no dice nada. Además, tienen capacidad suficiente para manipular a sectores
de la clase media que les sirven de difusores de sus campañas negras.
Esa es la disputa que
tendrá una confrontación estelar el próximo domingo 5 de junio.