James Ensor. El banquete de Trimalción
Desde el día en que el gabinete
de seguridad presentó su informe de actividades el mes de octubre pasado, han
sucedido cuatro actos violentos de alto impacto. Solo uno de ellos, el de
Culiacán, fue resultado de la torpeza operativa y así lo reconoció el gobierno
actual ¿Cuántos errores reconocieron Fox, Calderón y Peña? Nunca tuvieron el
valor de la autocrítica y de cara a los medios. Prefirieron manejarse en el
mercado de silencios. Negación y mentiras ofrecieron sus genios de comunicación
a los ciudadanos.
Los otros tres eventos delictivos
primero ocurrieron en Michoacán y Guerrero. Ahora, en Chihuahua, se dio una
emboscada a una familia mormona, la familia LeBaron, de doble nacionalidad.
Desgraciados acontecimientos en el que los difusores del lenguaje totalitario
han tenido a mal aprovecharlos, mostrando y sustituyendo la parte en lugar del
todo (Roland Barthes) Figura retórica a la que se le nombra metonimia.
Se trata de tres emboscadas que,
a diferencia de lo sucedido en Culiacán, poco se sabe. Fuertes razones de
seguridad, tal vez. Información indispensable es identificar las armas usadas y
conocer su ruta de acceso al país, de dónde llegaron. Una indagatoria que el
gobierno de los Estado Unidos podría aportar.
Una hipótesis de trabajo por
armar. Si realmente el actual gobierno ha dejado de pactar con criminales, como
se hacía en el pasado reciente, es posible que haya personas que trabajaron en
el combate a la delincuencia organizada, al tiempo que simulaban, hoy pueden
estar a su servicio. Esta idea no es descabellada. Ya ocurrió cuando
desaparecieron la Dirección Federal de Seguridad en los ochentas. También con
el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (1990), que existió hasta el año 2004,
del cual algunos de sus miembros desertaron para ingresar a las filas del
crimen organizado.
Estos trasvases, de personas e
información, de las fuerzas de seguridad a grupos delictivos puede estar
ocurriendo con la reciente desaparición de la Policía Federal, como resultado
de la creación de la Guardia Nacional. Puede haber otros cambios de camiseta,
de quienes operaron con doble cachucha y se encuentran fuera del servicio
público. Eso se los dejo a su imaginación.
Ah, pero es muy fácil atribuir lamentables
sucesos al cambio de estrategia, sobre todo de parte de los derrotados en las
urnas el primero de julio de 2018 y sus rémoras de acompañamiento, que perdieron privilegios con
la 4T. Hablan de naufragio cuando apenas se están sentando las bases de un
cambio de dirección. Esperen, esta nave no ha partido. Se están haciendo los
arreglos para que un gobierno democrático atienda a la mayor parte de
ciudadanos y deje de estar al servicio de minúsculos intereses gremiales o de
grupo.