jueves, 5 de noviembre de 2015

El muégano*

El derrotero de la reforma “educativa”, eminentemente laboral, con trasfondo político, ha derivado en asunto judicial a partir de la captura y reclusión de cuatro dirigentes del magisterio oaxaqueño, el 29 de octubre recién. Mal pergeñado silogismo, eso es el muégano de la educación pública.

Creo que la llamada reforma “educativa” no logró salvar la aduana del conflicto, éste tiene cuerda para rato. Hay que asistir a la reforma desde la voluntad de las autoridades educativas, tienen que invocar a Derridá e iniciar un serio ejercicio de deconstrucción alrededor de la educación pública. Desmontar el muégano para distinguir con claridad lo educativo y normativo, de lo laboral y de la política, para poner debidamente las cosas en su lugar y exhibir el ensamblaje perverso construido durante años, lustros, décadas, en el que se fue sumiendo la educación pública. Una red de compromisos en forma de conquistas laborales, escala para hacer carrera política y un mecanismo de inducción del voto en los procesos electorales. Una loza demasiado pesada para existir a costa de la educación pública.

Nada se habla de la complejidad sobre la que se ha deteriorado la educación, pero cómo se prodiga el discurso maniqueo, afanado en hacer del magisterio “disidente” el chivo expiatorio.

Hubo una vez en México, un gobierno decidido a impulsar un proyecto que hizo de la educación un mecanismo para generar igualdad de oportunidades. Me refiero al gobierno de Lázaro Cárdenas. Después de él, el proyecto comenzó a ser demolido. La educación poco a poco fue capturada por la política, por un partido y la organización gremial. El extremo demencial de esa captura lo representó la líder Elba Esther Gordillo. Se incrementó el presupuesto, las plazas de profesores y la educación bien gracias. La Maestra acumuló tanto poder que se dio el lujo de desincorporar al SNTE del entramado corporativo priísta, al tiempo que se sostenía en su militancia tricolor en un esquema de chantaje. Vino la alternancia en el año dosmil y entonces Elba Esther ofreció sus servicios a Vicente Fox, después a Felipe Calderón. En su obnubilación de poder formó su propio partido (Nueva Alianza). Ella se sentía invencible y así le vendió caro su amor a Peña Nieto cuando era gobernador en el Estado de México. Se utilizaron recíprocamente hasta que el segundo se instaló en la Presidencia como primero de la política. El destino le hizo una mala pasada a la Profesora y hoy está recluida en una penitenciaría.

Como se ve en este mínimo y apretado relato, de 1934 a 2013, la educación brilla por su ausencia. Es pura grilla.

Qué está sucediendo ahora, pues nada, resulta que el encargado de echar a andar la reforma en cuestión está embalado en la carrera presidencial. Se reincide en el error de poner la educación al vaivén de la política. Ya se escribe sobre un político obsesivo, el puntero de la carrera. Más zalamería imposible. Hasta el día de hoy, el secretario Nuño no ha expuesto el proyecto educativo de la reforma, se ha limitado a observar la persecución judicial de los “disidentes” con la obsequiosidad de los gobernadores. Cada lunes, el Secretario hace saludo a la bandera nacional en una escuela primaria. Y la pregunta obligada ¿Va a desmantelar el muégano o se va a servir de él? Es suicida seguir revolviendo la educación y darle su prioridad, no es un peldaño de ascenso político.


La sucesión presidencial tiene otro ámbito y en él están claramente perfilados, al momento, tres personas. Jaime Rodríguez Calderón, como la opción “independiente” a la que se podrían sumar organizaciones políticas establecidas; Andrés Manuel López Obrador, como la opción de las izquierdas; Manlio Fabio Beltrones, como la opción natural del PRI. Aurelio Nuño quiere entrarle, .está en su derecho, pero no a costa de la educación.
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*El muégano, dulce mexicano, del que hago metáfora para significar un haz de relaciones que están unidas sin un orden evidente de jerarquía, expresión de un enredo. Lo aclaro para los lectores de otras latitudes que no tienen idea del muégano. Para afinar dejo un enlace con la receta http://www.saboramexico.com.mx/sabor/index.php?option=com_content&view=article&id=2268:como-preparar-mueganos-caseros&catid=67:dulces-tipicos-mexicanos&Itemid=392

lunes, 2 de noviembre de 2015

Una de nadadores

¡Ah! Qué gusto por el sermón, por esa comunicación unidireccional que no admite réplica y generalmente ocurre en los templos y en la plaza pública: ustedes escuchadme, ponedme atención, os revelaré la verdad de mi experiencia, tomadla como la buena nueva.

Viernes 30 de octubre, ciudad de Chihuahua, a propósito de una reunión de autoridades municipales. El presidente Enrique Peña Nieto iluminaría con su palabra, sus coloquialismos, a los alcaldes del país. Un cuento sobre la colaboración trinitaria entre niveles de gobierno para realizar el bien de la seguridad pública. Chihuahua a modo de ejemplo, donde el gobierno federal, estatal y los gobiernos municipales que conforman el Estado Grande de México, en acción concertada han contenido al crimen y han mejorado la seguridad en la mencionada entidad. El retorno de la paz social tan celebrada en el pasado priísta e inexplicablemente perdida durante la empanización del PRI.

El cuento queda expuesto, una pieza de afirmación de cabo a rabo, que no se distrae en la consagración de los llamados datos duros, en su exposición diacrónica, serial, pulida, contundente. Es de obviarse, pues se está ante un sermón, “predica para la enseñanza de la buena doctrina, para la enmienda de los vicios, o en elogio de los buenos para la imitación de sus virtudes” (RAE) El sermón también es amonestación, reprensión. Y así fue el sermón de Peña Nieto, una vez que puso el ejemplo de los buenos se dio paso al regaño de los alcaldes congregados a manera de siervos: “lo que no se vale, lo que no es admisible para el orden, particularmente municipal, es evadir la tarea, pretextando no tener suficientes recursos, no tener suficientes capacidades y a veces hasta nadar de  muertito”

Con que bases se afirma o se da por cierto el supuesto de que los alcaldes ante la inseguridad pública nadan de muertito. Podrá ser que algunos alcaldes estén orgánicamente asociados a la delincuencia (el emblemático municipio de Iguala) pero lo creíble es que se desentienden por su propia seguridad, la famosa frase “copelas o cuello”. Pero no sólo los munícipes, acaso a los gobernadores no se les podría impostar, sin demostrar, que nadan de muertito. O no sabe Peña Nieto, o no le han informado los espías de cadenas de oración, que tiene colaboradores en el sector agrario, en el agropecuario y en el de medio ambiente, quienes trabajan en el campo y nadan de muertito ante lo que saben sobre la delincuencia organizada. Si no levantan denuncia es por su propia seguridad. Algunos podrán ser corruptos, cuestión de probar, pero me parece que hay servidores públicos, en cualquier nivel de gobierno, que nadan de muertito porque el Estado incumple con brindarles seguridad, a ellos y sus familias. Los servideros públicos de a pie no cuentan con un estado mayor que los proteja día y noche.


El tema de la seguridad no da para coloquialismos que frivolizan este gran problema nacional, ni se combate con sermones, pues si a esas estamos, ya en febrero de 2016 vendrá a México el papa Francisco, sermoneador entre los sermoneadores. No se sabe si Jorge Bergoglio nos visitará en caracterización de humilde franciscano o de perdona vidas de los legionarios, eso sí, vendrá con toda la astucia de los miembros de la Compañía. 
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