Mi opinión es que este país
quedará estabilizado, más o menos, hasta el año 2029. El año dosmiltrece
descolocó inercias y cada quien jala para su santo. El PRI, aparentemente, se
encuentra en el confort que le reporta “tener” la presidencia de la república.
PAN y PRD se entretienen en sus respectivas guerras intestinas.
Lo real es la cloaca en la que se
mueve el capitalismo y sus vasos comunicantes con la política. Ya se hable de
Gastón Azcárraga y Mexicana de Aviación; del triángulo Banamex, Oceanografía,
Pemex; no podía faltar el nuevo escándalo, la línea dorada del metro de la
ciudad de México - recién estrenada en 2012- y sus imperfecciones de
construcción que ponen en riesgo a los usuarios. El denominador común es el uso
de relaciones políticas y recursos públicos para beneficiar empresas. Ya lo
señale, nada que ver con el idealismo del libre mercado. Es mucho dinero como
para dejarlo a las veleidades del mercado.
Es una vergüenza que se ha
destapado en el sexenio de Enrique Peña Nieto y pone a prueba su voluntad
transformadora. De los legisladores qué decir, escribieron la historia
inmediata al avalar reformas y se les ve descompuestos.
De veras vamos a cambiar a México
soportando el actual régimen económico de ladrones institucionalizados. O
estamos en el trámite sexenal de pregonar cambios para dejar las cosas igual.
Aceptando sin conceder, aunque a los críticos de Peña Nieto les parezca ilógico
(me incluyo) este año, las reformas no han tenido la mejor respuesta en la
Bolsa Mexicana de Valores. Como si los inversionistas prefirieran el desorden
de Felipe Calderón.
Entonces hay que retomar el tema
de anteriores entregas que se resume así: el problema no sólo está en la
política, es el capitalismo real.
No estoy hablando de ayer, de
antes de ayer o de la semana anterior. Es una realidad estructural que no han
terminado de conmover las reformas estructurales porque explícitamente no se lo
han propuesto: ordenar una economía que prescinde de reglas justas. Aquí
arrebatas o pierdes. Vale para la política y para la economía.
Así es el capitalismo y con
sencillez sardónica lo observó el Poeta Mayakovski (Mi Descubrimiento de América. Alamadía Conaculta, 2013) en un cuadro de los años 20 del
siglo pasado, en los Estados Unidos:
“Los periódicos están creados por
consorcios; los consorcios, los peces gordos de los consorcios, se han vendido
a las empresas anunciantes, a los propietarios de grandes almacenes. En
general, los periódicos se han vendido tan definitivamente y a un precio tan
caro, que la prensa estadounidense se considera incorruptible. No hay dinero
capaz de comprar a un periodista ya comprado.”
“La ebriedad estadounidense, la
Ley seca, también es el típico negocio y la típica mojigatería.”
“Cuando la gente ingenua quiere
ver la capital de los Estados Unidos, va a Washington. La gente avispada va a
una minúscula calle de Nueva York, Wall Street, la calle de los bancos, la
calle que de hecho dirige al país”