El actual sexenio está en su etapa terminal, la cual se va escribiendo en varios capítulos.
El más obvio de esos capítulos es
la sucesión presidencial. Los reflectores se han dirigido hacia los que se
postulen como conductores de la 4T. La atención en el quehacer presidencial
disminuye sensiblemente. Los interesados en la política aprecian las fuentes
que les hablan de posibles candidatos. Si bien nada parece indicar un vuelco en
las preferencias a favor de MORENA para continuar al frente del ejecutivo
federal, la contienda interna ha sido un contrasentido para la esperanza
transformadora. El acarreo y el dispendio descarado son indicativos de un
retroceso en el proceso transformador.
El otro capítulo para destacar es
el de la impunidad. Aquí el Poder Judicial ha sido un escriba destacado y
retador de los afanes justicieros del presidente López Obrador. La Suprema
Corte de la Impunidad logró detener a la 4T para no llegar lejos en materia de
justicia. Signo de esta impotencia fue el retiro voluntario del Grupo
Interdisciplinario de Expertos Independientes de la investigación del caso de
los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. El no contar con las herramientas
para barrer la impunidad de arriba para abajo, comenzando con la impunidad de
la que todavía goza Enrique Peña Nieto, jefe de los operadores militares que
intervinieron en el desgraciado suceso, son muestra de los obstáculos a la
justicia y del imperio de la impunidad.
El tercer capítulo, no menos
importante, es la reinserción de las políticas del bienestar. Se reimplantó la
participación pública seriamente dañada por el capitalismo salvaje. Capitalismo
que sumió a la sociedad mexicana en la guerra de todos contra todos y de la
cual no se ha salido. Con el agregado, de acuerdo con la opinión de
especialistas, de no distorsionar las variables macroeconómicas tal como lo desearon
los neoliberales.
El cuarto capítulo es el de la
violencia. Jorge Carrillo Olea, el más informado teórico-práctico vivo que
tiene México en materia de seguridad, ha pronosticado un año violento de junio de 2023 a junio de 2024.
Una de las razones que veo para barruntar tal desastre es la disposición de los
violentos para explotar la coyuntura sucesoria y restablecer mediaciones
inconfesables con quienes detentan los poderes públicos, las cuales continuan
en ciertos ámbitos y no se han roto del todo, de manera notoria en relación con
juzgadores y a nivel municipal en estados como Guerrero o Guanajuato.
El quinto capítulo es el de la
Constitución Moral. Capítulo enunciado y no concluido. Como sucedáneo, una Guía
ética elaborada por notables moralistas, de la que a estas alturas del
sexenio no merece la mayor de las atenciones. Luego entonces, el discurso
presidencial viró a “la revolución de las conciencias” y finalmente se consagró
en “el humanismo mexicano.” Se obvió la comprensión y la explicación del porqué
las personas se adhieren a conductas libres de toda ligadura moral. El abuso,
la impunidad, la violencia son estimulados por videojuegos y series que
sistemáticamente excluyen los valores (Un médico que proclama “todos mienten”.
Un comando de la CIA que tiene como principio el engañar). La Constitución
Moral no contó con el apoyo suficiente para formar un verdadero debate, por lo
menos. Prevaleció la idea errónea de que la moral es un asunto individual. De
hecho, la moral es un asunto de dos, existe en tanto me relaciono con mi
semejante en su reconocimiento como persona y en el de su dignidad en tanto
acto recíproco. Hago reconocimiento y otorgo dignidad al otro primero que a mí.
Es el núcleo de la moralidad sin remitirse a la obligación o a la obediencia
como lo instruyen las religiones de masas. El video que circula en las redes es
elocuente para mostrar la ausencia de moral. El adulto que agrede a un menor de
edad demuestra abuso, hace gala de impunidad y se regodea en el uso de la
violencia. Porque no sólo se padece la violencia de delincuentes organizados,
también la violencia parental, vecinal. Todos los casos se dan en el vacío
moral. Es de esperarse que las próximas autoridades retomen el tema, pues los
partidos, la llamada sociedad civil organizada, los gremios, los medios, la
gente común batearon estruendosamente esta trascendental propuesta de López
Obrador.