Se llama “Va por México” o algo
así. Para operar formalmente en las próximas elecciones que concurrirán en un
mismo día, tomará como soporte las franquicias partidarias que capturaban el
horizonte electoral de México desde el año 2000, año de la alternancia fingida.
Se cambio de partido, no de modelo, con la velada parcialidad del entonces IFE.
Por qué la alianza, por la
profunda crisis de credibilidad del tripartidismo alineado a un mismo proyecto
de despojo a la nación y sus habitantes. El PRI ya no puede presumir contar con
la mejor estructura organizativa pues se fue despoblando de su contenido
popular. Los tecnócratas se encargaron de inutilizar el apoyo de las
organizaciones obreras y campesinas incorporadas a ese partido. Tampoco contará
con los recursos públicos obtenidos a trasmano, o tal vez sí, desde los
gobiernos locales que controla; el PRD todavía no hace el recuento de daños de
la migración masiva de sus seguidores hacia el partido hoy gobernante. Ya
pasaron dos años de evitar su autoanálisis. No se ha dado cuenta que perdió el
rumbo y dejaron de ser alternativa de izquierda; del PAN se sabe que perdió su
identidad ética “filocatólica” y no se sabe si tiene una idea novedosa para
refundarse. Perdido el recato, desde el poder se dispusieron a robar en arca
abierta sus máximas figuras. Todo un estudio de caso en el arte de pasar de la
medianía a la ostentación, en el cual la narcopolítica es un capítulo por
destacar.
Este desastre opositor quiere ser revertido a través de una alianza orquestada por el condotiero de la fracción empresarial que está muy a disgusto con el gobierno: Claudio X. González Guajardo. Al mismo tiempo, es del dominio público la alienación (separación) de los medios tradicionales respecto del actual gobierno. Esto pone a disposición del frente opositor el favor de gran parte de la prensa. En agregación, el INE o dos de sus consejeros, están dispuestos y así operan, a incorporarse desde su investidura de árbitro a una de las partes de la contienda (Ya lo hicieron con Fox, con Calderón y Peña Nieto)