martes, 12 de mayo de 2020

¿No sabían?

El arresto de Genaro García Luna en Dallas, Texas (10-12-2019) no pasó inadvertido para Felipe Calderón. Desde ese día, el expresidente comenzó a valorar en su fuero interno las consecuencias posibles del hecho, las que directamente apuntaban hacia su carrera política. Carrera que, por cierto, ha mantenido en alta exposición desde que Andrés Manuel López Obrador fue declarado presidente electo. Por eso la gestión de los trámites para registrar el proyecto de partido México Libre.

Cuando GGL fue trasladado a Nueva York para ser sometido a juicio, iniciado en enero de 2020 y donde es acusado de conspiración, asociación con el Cártel de Sinaloa y declaraciones falsas, el proceso entró en irreversibilidad -independientemente del veredicto. Entonces, todavía Felipe Calderón podía mantenerse a distancia del enjuiciamiento de su colaborador.

Pero no fue sino hasta la publicación de la entrevista que hizo J. Jesús Esquivel a Roberta Jacobson, exembajadora de Estados Unidos en México (Proceso, 03-05-2020) en la que desliza las advertencias que tenían acerca de la labor de GGL y del seguro conocimiento que sobre ellas tenía FCH. Desde ese momento, el Carnicero de Michoacán quedó enganchado mediáticamente al proceso y se colocó la soga política al cuello.

Foto de Marco Peláez, La Jornada (05-02-2005)

García Luna fue un personaje poderoso en el gobierno de Calderón. Visible a sus pares, de interlocución constante con algunos de ellos. En el gabinete de Calderón*, sabían o no sabían de las andanzas del secretario de seguridad. Empecemos por gobernación. Qué podrían aportar Ramírez Acuña, Fernando Gómez Mont y Alejandro Poiré. Juan Camilo Mouriño y Francisco Blake Mora salen de esta consulta porque ambos fallecieron en respectivo “accidente” aeronáutico. Lo de Mouriño fue espectacular, el jet que lo transportaba estalló en una zona con edificios elevados de la Ciudad de México. La investigación le fue encargada a un doctor en economía y secretario de la SCT, Luis Téllez, suplantando a la PGR. Con Blake, el mecanismo del helicóptero que lo transportaba hacia una reunión nacional sobre seguridad en Morelos se atrofió en pleno vuelo.

Foto de Marco Peláez, La Jornada (21-06-2011)

Qué podría aportar el Gral. Guillermo Galván Galván, secretario de la Defensa. El almirante Francisco Saynez Mendoza, secretario de la Marina. Ambos militares recibieron órdenes presidenciales para entrar en guerra -sin decreto- en contra del narcotráfico ¿Le hacían los mandados a García Luna? Dónde andaba la canciller Patricia Espinosa y el embajador de México, Arturo Sarukhán ¿Recibieron notificaciones de las autoridades estadounidenses sobre el operativo Rápido y furioso? Bajo qué marco legal las administraron.

Los tres procuradores generales de la república: Eduardo Medina Mora, Arturo Chávez Chávez y Marisela Morales Ibañez. Si recibieron denuncias de presuntas ilegalidades penales cometidas por GGL ¿Disolvieron las denuncias? Los tres secretarios de la función pública: Germán Martínez Cázares, Salvador Vega Casillas y Rafael Morgan Ríos, al tanto de las declaraciones patrimoniales y de las auditorías administrativas a la gestión de García Luna ¿No les saltó libre alguna?

Los tres secretarios de Hacienda: Agustín Carstens, Ernesto Cordero y J. A. Meade, encontraron acaso algo irregular en el manejo del presupuesto de la SSP o alguna señal de advertencia de parte de la Unidad de Inteligencia Financiera sobre el personaje que se enriquecía desmesuradamente.

En otros niveles de la jerarquía burocrática y con información al alcance. El consejero jurídico, Miguel Alessio Robles ¿Despachaba en Babilonia? Qué hacían los chicos del CISEN, Guillermo Valdés y Alejandro Hope ¿No sabían nada?

El expediente de GGL en Estados Unidos, por el cual se le enjuicia, es voluminoso.

 

*Un gabinete de panistas y tecnócratas, los mencionados y los omitidos, algo tienen que aportar.


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