Según las noticias que vienen de
la ciudad de Nueva York, el juicio a Genaro García Luna puede concluir antes de
lo esperado. En qué sentido ya es otra cosa y más vale no respirar los humos
del deseo. Claro que las implicaciones de una condena serían devastadoras para
el PAN y sus aliados. Eso también es otra cosa y cada cosa en su cajón. No hay
que volar con las alas de la mezquindad.
Aquí cabe preguntar, para poner
los pies en la tierra de nuestras congojas ¿El juicio que se desarrolla en Brooklyn,
Nueva York, tendrá algún efecto sobre el tema de los desaparecidos en México?
Un problema de seguridad que tiene tantos demandantes como insatisfacciones. Se
podrá decir que los actos que consuman la desaparición de personas no tienen su
origen en este sexenio, ni los de ahora -se siguen sucediendo desapariciones-
tienen la huella de un Estado represor.
Una digresión elíptica y maciza.
Natalia Beristain (1981) es una ciudadana mexicana nacida bajo los auspicios de
la democracia electoral, del libre comercio y el Estado de derecho. Los pasos
hacia la modernidad eran consistentes, decían. Nadie advirtió, o fueron pocos e
ignorados, la explosión de violencia criminal que ensangrentaría la hoja de
ruta de las reformas modernizadoras: el “engrandecimiento” del crimen
organizado. En el presente Natalia es una cineasta, directora de una película
realista bajo el fino cuidado de la ficción (Ruido, 2022) En la trama se
sintetiza con singularidad la magnitud del desastre moral.
A dónde hay que ir hasta dar con
el paradero de las desaparecidas es la cuestión que se plantean los familiares
afectados. Pero para reducir la sucesión de desapariciones no es suficiente, ni
está en su absoluto resorte, la subsecretaría de derechos humanos de
Gobernación. Si el cáncer es el crimen organizado, existen otras dependencias
intervinientes y con recursos, tienen que participar e informar también. Para
eso es la coordinación. Atender a los dolientes por causa de un familiar
desaparecido no es cuestión de departamelizar y dejar la papa caliente en unas
manos. Fiscalías y gabinete de seguridad tienen que respaldar con todo.
Las desapariciones forzadas están
fatalmente ligadas al crimen organizado, por eso la búsqueda no puede quedar
disociada de la seguridad como si fueran tareas distantes. Poner en el mapa la
correlación de entre incidencia de desapariciones y el territorio controlado
por la delincuencia. La faja que corre de Jalisco a Guerrero, incluyendo a
Guanajuato y Zacatecas. O la que va en la Frontera Norte, de Baja California a
Chihuahua.