La semana pasada dejó la impronta del gobierno de Estados Unidos. La visita de Hillary Rodham Clinton, secretaria de Estado en el gobierno de Barack Obama, ha representado un espaldarazo para la administración de Felipe Calderón. Lo que falta por conocerse es en qué consiste el intercambio después de que en los días previos a la visita se vio un Felipe Calderón enojado. Las opiniones expresadas por funcionarios norteamericanos, y por lo que allá se ha venido publicando acerca de México sobre el clima de violencia ascendente, no ha sido del agrado del inquilino de Los Pinos. Como quien no quiere la cosa, el presidente Calderón sugiere un apoyo norteamericano equivalente el dinero que maneja el narcotráfico. Lo de la iniciativa Mérida resultan despreciables cacahuates.
Según Raymundo Riva Palacio (Ejecentral 27-03-2009) Obama pondrá como parte de la solución el compromiso de las autoridades mexicanas a erradicar la corrupción de funcionarios que se benefician del narcotráfico. Hay acuerdo en ciernes, lo que no ha cambiado es la opinión del gobierno estadounidense, ya el día de ayer se adelantaba online lo que Obama dijo a un programa de la cadena de televisión CBS: “La lucha del gobierno de México contra los cárteles de la droga se le ha escapado de las manos”. La información fue recogida en varios diarios en sus primeras planas hoy.
Como en 1995, cuando Bill Clinton hizo lo necesario para el rescate financiero de México. Hoy, doce años después, lo hace su mujer, Hillary, para salvar a México de las garras del narcotráfico. Así se salvó el sexenio de Ernesto Zedillo ¿Así se salvará el de Calderón? Por lo pronto, la actual administración federal a cargo del Partido Acción Nacional depende de las acciones que se tomen por parte de las autoridades norteamericanas. El combate al crimen organizado ha escapado parcialmente de las manos del gobierno mexicano, sólo la participación de los vecinos allende el Bravo le dará un horizonte de conclusión a dicho combate, después de todo, los asesinatos no se han detenido.
Pero no sólo en este tema serán decisivas las decisiones de Obama, también en la relativa al curso de la crisis económica. Cuando el intercambio comercial de México está casi exclusivamente orientado hacia el norte del continente, es santo y seña de que la recuperación de México seguirá a la que ocurra en los Estados Unidos. Recuperación que se está auspiciando en ese país echando mano del proteccionismo y de la intervención gubernamental en los mercados. Precisamente lo que el presidente Calderón le reclamará al presidente norteamericano, al menos eso se dice.
Sobre los temas del crimen organizado y de la crisis económica se instalarán las campañas a iniciarse el mes que entra. La administración calderonista y su partido le sacan la vuelta al tema de la crisis, han preferido enfocar sus baterías contra el Partido Revolucionario Institucional en asociación con el tema del narcotráfico. Hasta el momento la estrategia ha dado resultado: las preferencias electorales van acortando las distancias entre el PRI y el PAN. Es una estrategia muy adelantada para un asunto que en los últimos años ha tenido las decisiones en manos de gobiernos panistas y no pueden evadir responsabilidades. La soga que quieren ceñir al cuello del PRI es la misma que ajusta en su pescuezo. Adicionalmente, pero no menos importante, el decrecimiento económico, el desempleo rampante y la corrupción incontinente son la agenda de campaña de la oposición que se enfila en contra del PAN y su gobierno.
Cómo llamarle a un Estado que depende para cumplir su obligación de otro Estado: fallido, débil o, específicamente, habrá que referimos a un gobierno fracasado.
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