Uno: ya avanzada la noche de ayer
miércoles 2 de noviembre de 2011, dos horas después del execrable crimen, me enteré por CNN en español de la ejecución
–no encuentro otra palabra- del presidente municipal de La Piedad, Michoacán.
Cosa de considerar, Ricardo Guzmán Romero era un personaje desconocido para la
inmensa mayoría de los mexicanos. Él, quien fuera abatido en la recta final de
las campañas locales de ese estado, con las cuales se renovarán alcaldías,
congreso local y gobierno estatal el próximo domingo 13 ¿Qué oportuno
asesinato? No les parece. Deja todo a la especulación previa desinformación. O
el crimen organizado le está ganando la guerra de inteligencia –perversa- a los
gobernantes o dentro de los gobernantes relacionados con ese estado de la
república hay quien ha decidido traspasar los límites. El problema, me parece,
le ha puesto una bomba en las manos del presidente Calderón, quien es a la vez
michoacano y hermano de la candidata a gobernar ese estado por su partido
Acción Nacional. Es una bomba porque si gana su hermana serán acusados de
beneficiarse con el crimen del edil. Es una bomba porque durante los últimos
años existe un déficit de indagatoria y condena conforme a derecho de los miles
de crímenes que se han cometido en este país. Si se da con los criminales será
mal visto, pues se le echará en cara al gobierno de investigar con parcialidad
en un caso que implica el asesinato de uno de sus militantes. Si no se da con
los criminales también será mal visto, pues se confirmará que el Estado no
tiene capacidades para dar y enjuiciar con los criminales.
Dos: un desplegado a favor de
Marcelo Ebrard cuyo contenido no es nada deleznable. Muchos coincidimos con lo
que allí se expresa. No sé qué tanto pueda incidir en el resultado de las
encuestas que nominarán al candidato de la izquierda, pues Andrés Manuel López
Obrador la lleva de calle en los ejercicios demoscópicos previos. Lo que me
queda claro es que López Obrador debe entender que las encuestas no le otorgan
un cheque en blanco, dicho esto de resultar beneficiado por el ejercicio de
consulta. Eso sí, échenle un vistazo al elenco de este desplegado y compárenlo
con el que apoya el lanzamiento de MORENA. Ideológicamente no hay abismos, es
cuestión de ver que en uno está Jaime Ross y en el otro pronunciamiento está
Rolando Cordera.
Tres: la presentación esta mañana
del Programa para México, en el Polyforum Cultural Siqueiros ubicado en la
esquina de Insurgentes Sur y la Calle de Filadelfia, en la colonia Nápoles de
la Ciudad de México. Programa que es la conclusión de los distintos foros que
organizó en las últimas semanas la Fundación Colosio. Lo que vale considerar no
es sí se trata de un documento salomónico que atiende por igual los
planteamientos de Enrique Peña Nieto y los del senador Manlio Fabio Beltrones.
No. Eso es muy superficial. Lo que nos indica con elocuencia el evento es que
en el PRI hay dos aspirantes y la inclusión está asegurada. Para que se
aplaquen los que se frotan las manos con una contienda fratricida dentro del
PRI.
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