miércoles, 7 de diciembre de 2022

Ave, César

 “Las aclamaciones fueron un dispositivo ideológico para negar la existencia de cualquier tensión entre el emperador y sus súbditos”.

Jerry Toner


La marcha del 27 de noviembre exhibe un rasgo del estilo de gobernar del presidente López Obrador. El esmero por mantener una constante comunicación con el pueblo, la no élite. El presidente no se conformó con la legitimidad ampliamente ganada en 2018, pues todos los días tiene la avidez del refrendo popular, por eso las mañaneras y las giras de fin de semana. Esa tarea de hacerse presente por todos los rincones del país nadie en la oposición la hace. Los recios opositores llegan hasta donde haya un Holiday Inn como mínimo para pernoctar, les da flojera el contacto popular. Costumbre adoptada desde Miguel de la Madrid, gobernar con arreglos en la cúspide entre la autoridad y la élite empresarial y líderes gremiales.

Los ríos de gente del 27N, al inundar las calles de la Ciudad de México para mostrar su apoyo a López Obrador, lo hicieron también como una demostración de su rechazo al estilo tecnócrata de gobernar, higiénicamente distante de las masas. Desde el Gral. Lázaro Cárdenas, México no había tenido un presidente con esa hambre por estar cerca de la gente menos afortunada.

Este rasgo distintivo, propio del cesarismo en tanto estilo de gobernar, no como régimen o gobierno, la comparación que hago aquí no da para más. Cesarismo que por cierto no se resume en el caballo de Calígula, ni en el incendio de Roma a instancias de Nerón, pero que refleja una situación harto compleja. El gobernante hace de la atención al pueblo un asunto de Estado para generar un nuevo equilibrio, que no se limite al gobierno compartido del emperador con la clase patricia agrupada en el senado romano.


Volviendo al 27N considerar lo siguiente. La marcha fue capaz por sí misma de generar una nueva estructura de acuerdo social que asegure derechos humanos, educación, salud, seguridad o fue sólo una explosión de alegría. Digo esto para no confundirnos, pues hay gente convencida de que el cambio ya se dio. Consultando al reloj de la Historia, cuatro años son nada para realizar un cambio (De pasada, juguetear entre una epistemología de la historia basada en los grandes personajes, al estilo Krauze en su producción industrial de las Biografías del Poder y la basada en las estructuras socioeconómicas al estilo Enrique Semo deja mucho que desear).  El cambio enfrenta la negativa desde el Poder Judicial que se negó a reformarse y de las fracciones parlamentarias de los partidos de oposición. Piezas ineludibles para avanzar en el cambio pacífico. Agréguenle los medios de comunicación, enfocados en recrear un ambiente de zozobra generalizada, basado en la violencia del día a día (En la sala de espera de un consultorio vi la metralla de Foro TV).

Cuatro años son pocos y la sucesión presidencial ya tocó las puertas de Palacio Nacional. Esté o no de licencia como militante de MORENA, el presidente ha tomado el proceso para la nominación de la candidatura presidencial de su partido. Con la perspectiva adicional de alcanzar mayorías parlamentarias en el Senado, San Lázaro y Congresos Locales.  

Traslatio imperii, la sucesión ha comenzado y lo repito, es mucho tiempo.

martes, 22 de noviembre de 2022

El tablero se mueve

“Cuán vanas son nuestras ínfulas de astucia y perspicacia política.”

Víktor Shklovski

Con los pies sobre la Tierra, tres son los hechos ajenos a la reforma electoral que quiero destacar de la marcha del 13 de noviembre.

-          Fue una multitud, mucho más de lo que contó una oficina de CDMX.

-          Los partidos de oposición, separados, no condujeron la marcha.

-          La ultraderecha fue la estrella de la marcha, hizo del INE su satélite.

El impacto del 13N lo recibió directamente el presidente López Obrador. Por eso es entendible la convocatoria a una marcha de celebración de los logros de la 4T para el domingo 27 de noviembre. La marcha opositora reprogramó el informe del primero de diciembre y adicionó la agenda del presidente con la convocatoria a la marcha. Eso es una demostración de fuerza.

Si alguien no tiene claro qué es la ultraderecha, revise por favor las proclamas del cónclave realizado la semana pasada en un hotel de Santa Fe, CDMX. El llamado a la patria como sumisión clasista, a la familia como base del fundamentalismo religioso. Reminiscencias de la decimonónica encíclica Rerum novarum. Nada liberal, ni socialdemócrata, tampoco progresista sino todo lo contrario.

Foto de José Antonio López, La Jornada (2020-11-20)

Pero sería un error sobre analizar a los reaccionarios y pasar por alto lo que está ocurriendo en el espectro obradorista.

Es claro que el AMLO pragmático se ha transformado en un político monocromático, acuciado sin duda por la sucesión. Durante este año ha iniciado anticipadamente su despedida, su retiro. Hizo movimientos en el gabinete a manera de cierre de filas. Obedecer y callar.

La sucesión le consume energías al presidente. Se acabó el tiempo de repartir indulgencias, lo que le queda en el portafolios son excomuniones. El caso es despejar la candidatura de MORENA a la presidencia. La persona que la obtenga ¿Tendrá tiempo para desarrollar fuerza propia? Mínimo para agrupar fuerzas como en el 2018. Además, cómo manejar el capital ocioso de un presidente en retiro absoluto si el partido gobernante gana las elecciones. Aunque lo peor sería una oposición triunfante que lo obligue a salir del retiro.

AMLO ha tomado una ruta descarada, una ruta plausible mientras su popularidad se mantenga por lo alto hasta el 2024. La apuesta está hecha. Dentro de dos años se tendrá en México una nueva presidencia en funciones, un nuevo gobierno, difícilmente una calca del actual. Hasta entonces veremos lo acertado de la apuesta. Es mucho tiempo, no para un presidente fajador que alguna vez fue estilista.

lunes, 14 de noviembre de 2022

Industria electoral

Desde 1977, la discusión sobre las normas electorales se mantiene viva en la agenda nacional. Hasta el presente, no se ha dado con la fórmula que asiente instituciones y normas electorales de larga duración. Según la correlación de fuerzas, se establecen acuerdos proclamados como definitivos, para luego cambiarlos. Una nueva propuesta, la del presidente López Obrador, está orientada a cuestionar la industria electoral del sistema de instituciones que se diseñó para trasladar ingentes recursos públicos hacia la burocracia y los partidos de manera directa. Los dineros son articuladores del sistema, para que baile el perro. Poco interés se muestra por la vinculación de las organizaciones políticas con los ciudadanos. La cultura cívica, a fin de cuentas, es una clave presupuestal más en el complejo industrial que parasita la emisión y conteo de votos.

No es casual, los que han vivido de esta lucrativa industria fueron los promotores de la nutrida marcha del domingo 13 de noviembre. Políticos, publicistas, intelectuales, regenteadores de organizaciones civiles, hasta consultores y asesores en la materia. Ellos si saben a qué fueron.  Cosa de ver. Roberto Madrazo se hizo presente, él mismo duramente atacado por Elba Esther Gordillo, ella misma embestida hasta su defenestración por Claudio X. Los tres presentes para defender sus intereses dentro de la industria electoral de la que se sirven para acceder a otros negocios.


Miembros destacados de la industria electoral

A reserva de demostración, además de los participantes que viven de la industria electoral, la marcha integró a descontentos por otras causas. Una muy importante el pago de impuestos. Hay gente molesta porque el fisco hace su trabajo: solicita, revisa y cobra. Esa gente salió a marchar. Pero otros más salieron a marchar porque están molestos de que desde el Palacio Nacional se haga escarnio de sus anhelos de consumo conspicuo (Veblen): automóviles último modelo, ropa de marca, restoranes de lujo. La búsqueda de la diferenciación, el logro de estatus no es algo malo, deplorable, a excepción si se realizan sin importar medios, sin ética.

Por diversas causas, tal vez sin proponérselo, el actual gobierno ha conformado una masa opositora (ajena a los partidos) que se siente culturalmente lastimada. La cual encontró en la marcha su mejor desahogo para expresar su odio al presidente. Masa distinta a los negociantes de la industria electoral, que al grito de “El INE no se toca”, también dicen no toquen con fiscalización efectiva mis ingresos, no toquen mis preferencias de consumo. Un apetitoso platillo para los hambrientos e insaciables partidos de oposición.

Finalmente, la marcha contó con un auspicio inesperado, la disputa dentro de MORENA por la postulación a la candidatura presidencial. El método de la encuesta agriado por las ansias. 

viernes, 4 de noviembre de 2022

La oposición ante la reforma electoral

 "Los supervivientes se reencontraron en el vale de la Unidad, donde cada uno se sintió parte de todos y todos se sintieron parte de cada uno."

"En el valle de la Confusión, asolado por las tormentas, se confundían la realidad y los sueños. Todo lo que los pájaros habían aprendido con tanto esfuerzo en su largo viaje fue barrido de golpe por un huracán y en sus almas se instalaron el vacío y la desesperanza."

Guzel Yájina

El desastre de la oposición, de sus partidos, es haber confiado la disputa política en manos de “influencers”, hijos de papi, intelectuales, periodistas y publicistas. Sus políticos se retiraron a ver los efectos de esa estrategia que a todas luces resultó fatal para sus intereses, esto es, apropiarse de recursos públicos a través de puestos de poder en el gobierno. De manera asociada, el desastre se profundizó al desvincularse de grandes sectores de la sociedad, se quedaron con una base de clase media, aspiracionista por añadidura. El PRI es el ejemplo más claro de esa desvinculación, por recomendación de los tecnócratas, se fue privando del pacto corporativo como base electoral. Ya saben quién se lo apañó. Los priístas, sus cúpulas, se limitaron a generar comodidades para las grandes empresas y darle tarascadas al presupuesto.

La oposición todavía no es consciente del tsunami que la aplastó en el 2018. No entiende lo que es encarar proactivamente la reforma electoral propuesta por AMLO. Se olvidan de lo fundamental: conquistar las preferencias de la sociedad, del trabajo tenaz de convencimiento más allá de los periodicazos.

Fotograma de Roma, dirigida por Alfonso Cuarón.

El asunto no es defender al INE sino darse cuenta de que la autoridad electoral de árbitro pasó a darse el rol de actor político. Se convirtió en un poder por encima de los poderes constitucionales. Cuando en realidad es un ente de administración electoral encargado de contar y validar votos. Su Consejo bien se podría remover cada elección federal mediante un sorteo a partir de listas propuestas por los poderes constitucionales. Nombrarlos por elección popular sería convertirlos con amplitud en un poder paralelo sin tener idea de las consecuencias. Si la cuestión es conducir procesos electorales conforme a normas no se requiere de una burocracia dorada, ni emponderada.

Semanario Zeta de Tijuana

Adicionalmente, hay que considerar que en tiempos de la tecno-política se pueden alcanzar ahorros considerables para la emisión, recepción y conteo de votos. Igual se pueden aprovechar los medios tecnológicos para la difusión de la propaganda política evitando la contaminación visual. Ya pasaron los tiempos aquellos, cuando los cerros se utilizaban para promover candidatos. Sin soslayar que se puede truquear la tecnología, ya ven, todavía no tenemos informe sobre el hackeo a los archivos de la SEDENA. Estamos esperando Doña Rosa Icela, sentaditos.

La oposición tiene que ponerse las pilas, porque de no hacerlo la migración de sus políticos hacia MORENA continuará. Rumbo al 2024 AMLO lleva gran ventaja, con su popularidad MORENA tiene las de ganar hasta con una vaca. López Obrador se ha cuidado de no tomar un rumbo anticapitalista, aunque use retórica antineoliberal. Prueba de ello es que se ha tomado más en serio el manejo de las variables macroeconómicas que sus antecesores.

Es evidente que el presidente López Obrador está conduciendo la ruta de su sucesión. Todas las mañanas y durante las giras de fin de semana va pavimentando el camino para que Claudia Sheinbaum sea la candidata oficial. Además, para eso está el periodismo Simi, los intelectuales orgánicos de ahora (Alcázar, Franco, Villamil). Los de ayer hoy son opositores, Aguilar Camín, Krauze, Et Al. Con astucia, el presidente se precave de una no deseada desgracia, Don Adán Augusto candidato sustituto. Su escenario perfecto es aquel donde los otros pretendientes a la candidatura de MORENA se plieguen a la vieja usanza priísta.

Con una oposición tan esmirriada, sólo una división dentro de MORENA le darán emoción al año electoral 2024.

jueves, 27 de octubre de 2022

Tiempos idos

Como dice el clásico, “esto es para los jóvenes”.

La designación del sucesor por el presidente de turno fue una costumbre del poder que acompañó la historia del país desde la fundación del PNR en 1929 hasta 1988, de la era del partido hegemónico. Bajo el mote del tapado y el ungimiento por obra del dedazo presidencial, el PRI tramitaba el relevo presidencial a las órdenes de su jefe máximo. Ese año de 1988, más bien el año de 1987, fue la última vez de la ejecución de un procedimiento eficaz, pero con alto costo. Se fracturó la todavía invicta familia revolucionaria, su escisión adquirió forma en el Frente Democrático (Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez).

Vayamos a la línea del tiempo.

En 1993 el mecanismo fue inoperante, pues el ungido fue asesinado antes de las elecciones de 1994. Desde entonces el tapado y el dedazo han hecho el ridículo. Lo que no quiere decir que el presidente de turno abdique de la facultad metaconstitucional de operar como el fiel de la balanza. En ese año el costo fue altísimo y así se sorteó el relevo favorable al candidato sustituto del PRI, se inventó el video destape, Ernesto Zedillo candidato. Remplazo con la cartuchera agotada.



En el año 2000, el destapado por el errático dedazo fue Francisco Labastida, quien perdió la presidencia para el PRI. Unas elecciones muy sucias. De haberse actuado con rigor de parte del IFE, el ganador de la elección hubiera sido otro. Para disgusto de los priístas y el anonadamiento de los consejeros electorales, el entonces presidente Zedillo salió a anunciar los dudosos resultados y levantarle la mano a Vicente Fox. Desde esa elección los tecnócratas se convirtieron en el vaso comunicante entre el PRI y el PAN.

Para el 2006, el tapado y el dedazo tuvo como beneficiario a Santiago Creel. Los grupos al interior del PAN atascaron el mecanismo y Felipe Calderón fue su candidato. Con la ayuda del PRI y la complacencia del IFE, el fraude hizo presidente a Felipe Calderón.

En el 2012 ya ni siquiera se acordaron del dedazo y el tapado. El acuerdo entre el PRI y el PAN, con el beneplácito presidencial, hizo transitar con tranquilidad la candidatura de Enrique Peña Nieto para llegar a la presidencia. La tecnocracia tenía tomado el pulso a la sucesión, siempre caía bien parada. Según ella, nada nuevo nos deparaba la historia.

Y llegó el 2018, otra vez, el tapado y el dedazo naufragaron. En los hechos, la tecnocracia no pudo generar una candidatura de unidad y una rebelión ciudadana decidió el rumbo de la elección a favor de Andrés Manuel López Obrador.

Está demostrado que el dedazo y el tapado dejaron de rendir servicios óptimos a la sucesión presidencial ¿Podemos decir lo mismo del fiel de la balanza? Creo que no.

Sin que sea visible la operación del cuerpo directivo de MORENA (está de florero, diría el clásico) todos sabemos que la candidatura presidencial de ese partido se lleva desde Palacio Nacional. La mañanera es el medio para captar los humores sucesorios del presidente al respecto. Encomios, guiños, golpes bajos, se emiten desde el Salón de la Tesorería. No lo tiene que decir el presidente, pero se entiende: mi candidata es Claudia Sheinbaum. Al menos eso concluyen los seguidores de la jefa de gobierno en las redes.

En esta disputa por la candidatura morenista, el tiempo de duración de esta acrecienta el desgaste y fácilmente, por el momento, se puede mitigar con la popularidad del presidente ¿Quién está arbitrando? Al parecer el presidente, el fiel de la balanza. Hasta dónde, ya es otro asunto.

Está el caso de la difusión de comunicaciones privadas a las que se ha hecho adicta la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, quien le tiene tomada la medida a Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI. Ella es una mandataria, con un poder legítimo ¿Por qué recurrir al espionaje? Que le filtraron las conversaciones, no importa, su alternativa fue denunciar el espionaje. Tomó otro camino, el de la politiquería. Layda lo sabe, sólo por mandamiento judicial se puede espiar, lo cual no incluye difundir el contenido de lo espiado.

No cabe duda, lo viejo no termina de irse y lo nuevo no acaba de llegar. Corría el sexenio de Ernesto Zedillo, tan en boga el personaje con sus declaraciones desde Madrid, cuando se filtró a los medios -creo que al Reforma- una conversación entre los hermanos Adriana y Raúl Salinas de Gortari. Se supuso filtración del CISEN y el medio respondió con la argucia, que no justificación, alegando mantener la secrecía de las fuentes.

Lo mismo hace Layda Sansores en perjuicio de Ricardo Monreal, pero ella no es periodista, es una autoridad y está obligada a la transparencia. Más allá de la legalidad, proverbialmente mañosa, hay imperativos éticos a los que se ha comprometido la 4T, por lo que resulta incongruente valerse de información obtenida mediante espionaje. Sería bueno conocer la opinión de la CNDH, de la Subsecretaría de Derechos Humanos, mejor la del presidente de la Corte, Arturo Zaldívar. Ojalá lo hicieran pronto, sin doblez partidista.

No mentir, o robar, no traicionar, no espiar. Suena redundante el agregado porque al espiar se miente sobre la honestidad proclamada, se roba información protegida como datos privados y se traicionan principios.

Todo un caso para hacer valer aquello de cero impunidades. Pero si la libró Florencia Serranía, la vecina influyente.

viernes, 21 de octubre de 2022

Cautela

Durante el año, Andrés Manuel López Obrador ha insistido: acabado mi mandato me retiro de la política. Qué seguirá, es convocatoria por leer en clave sucesoria. Con clarividencia se puede anticipar un traslado de poder a través de un gabinete que ya está operando a favor de Claudia Sheinbaum. No hay dedazo, sólo acomodos. Mal pensados.

Bien, si podemos abstraernos del futuro y sujetarnos al perfil de cuatro años de gobierno de AMLO, de ninguna manera una evaluación, debería quedar claro lo siguiente.

Estamos viviendo la experiencia de un gobierno reformista, uno más como ha habido en el mundo. Esto es, se propone la reforma del sistema. Por sobre la retórica antineoliberal que caracteriza al gobierno, no hay indicios de que se trate de un gobierno anticapitalista. El talante reformador pacifista, parecido al político laborista Clement Attlee (1883-1967), es distinto al de la izquierda revolucionaria que se pronuncia por los medios violentos para realizar cambios. Abran los ojos y guarden sus estampitas de Lenin, Stalin y Trotsky.



Algo que parece tan sencillo no lo es por varias razones.

Primero, la natural ambición de los partidos de oposición por recuperar posiciones perdidas en los estados y en los congresos. Léase negocios.

Añádase.

Existen grupos empresariales como el de Monterrey y el corporativo Bimbo, hiperideologizados. Conciben el absoluto del libre comercio que desde que se implantó en el siglo XIX ha enfrentado rechazos, primero de parte de los gremios artesanos, después por las organizaciones de asalariados. En el siglo XX, el libre comercio desató confrontaciones entre estados nacionales, dos guerras mundiales. Al final de la segunda guerra, el capitalismo atenuó la filosofía librecambista, alcanzó una era dorada cuando aceptó que la economía no se sostenía por la sola operación de la oferta y la demanda. Ese aprendizaje fue cancelado por la retórica monetarista.

Existen grupos de estatus como los intelectuales y asimilados, para quienes el Estado operó como Ogro filantrópico. No les ha gustado que el gobierno priorice a sectores de la población por su condición de edad, por su actividad en el campo o por alguna discapacidad. Para ellos se trata de populismo, lo que en sentido estricto es reformismo.

Existe el grupo de los políticos y sus cuates, acostumbrados a beneficiar su acumulación de riqueza desde la ubre pública, obviando la rudeza de la competencia. Empresas dedicadas a la infraestructura, a la proveeduría de medicamentos o cualesquier bien o servicio apalancado por las influencias, el caso de las empresas de las tecnologías de la información. La incontinencia de la corrupción.

Desde este conglomerado de grupos se difunde la inminencia del comunismo. Viven una experiencia apocalíptica que quisieran contagiar, lo logran hasta cierto punto. No se sienten integrados, de ahí que perciban vehementemente la polarización en carne propia.

Por su parte, el movimiento de la 4T en su versión fundacional o de parteaguas, tiende a difundir la especie de que los cambios son irreversibles, sin detenerse a considerar que apenas se ha iniciado un largo camino de transformación. Sin precaverse de que las anteriores transformaciones, pese a sus altos ideales, no cambiaron la estructura desigual de la sociedad. Por eso es importante destacar los universales que deben prevalecer independientemente de las siglas partidistas. Educación pública y gratuita, sistema de salud universal, justicia sin discriminación y una ética basada en la alteridad.

Al final del sexenio, llegará el momento de evaluar la educación, la salud, el sistema de justicia y la constitución moral, al margen de los mantras que proclaman el alfabetismo político, la revolución de las conciencias y el pueblo bueno.

 

martes, 11 de octubre de 2022

El gabinete, cuatro años después

 Cuatro años ya son historia. Parte de esa historia son los cambios que han sucedido en el gabinete presidencial. Gabinete al que no pertenece ni el fiscal general de la república, ni la jefa de gobierno. Las secretarías son encargos designados por el titular del ejecutivo. En este gobierno, ningún designado corresponde a una distribución correlacionada con los partidos aliados a MORENA. Por ejemplo, Medio Ambiente reclamado por el Partido Verde fue concedido a una rancia familia priísta, no al PRI. La designada renuncio a los meses y al relevo entró un académico con prestigio de ecologista crítico. Tal vez por eso Víctor Toledo no duró mucho y fue sustituido por una activista que no aguantó el trote en la secretaría del Bienestar. Cayó para arriba pese a que mantiene un bajo perfil o a lo mejor es por eso.



Precisamente Bienestar cuenta con la sucesión de tres nombramientos, aparentemente debido a enroques. Una secretaría muy estructurada a los programas sociales insignia del gobierno, del presidente López Obrador. Sus titulares siguen el esquema, mantenerse en perfil bajo.

La SEP también cuenta con su desfile de responsables. El primero sacó adelante el proceso para desactivar la contra reforma educativa. La segunda llegó con la orden de aplicar la nueva reforma para después emigrar al partido. La tercera, otra vez, fue sacada de la inmensa reserva de activistas, aunque con años de ser colaboradora cercana de Andrés Manuel. Se repite el esquema, distancia con la exposición mediática.

Hacienda ha representado un cargo cargado de polémica, donde se supone que la técnica se sitúa por encima de la política. Ese fue el mantra que vendieron los tecnócratas. Ese despacho lleva tres nombramientos y Rogelio Ramírez de la O parece haber colmado la expectativa presidencial: acuerdo en la estabilidad macroeconómica con soberanía.

Economía también cuenta con la serie de tres titulares, las tres mujeres. La primera fue reubicada en un organismo autónomo (INGI) preponderantemente colonizado por los tecnócratas. Llegó Tatiana Clouthier, en parte como una deferencia a los empresarios regiomontanos. La semana pasada renunció, sin ser específica, por incomodidad en el equipo. La nueva titular tiene como encomienda operar como escudo contra negociaciones económicas que potencialmente menoscaben la soberanía.

Comunicaciones ha tenido dos responsables. El primero renunció por no aceptar la cesión de responsabilidades al Ejército y la Armada. El sustituto se aviene a la condición y trabaja casi de incógnito.

Función Pública tiene otro relato. Su primera titular Irma Eréndira Sandoval, de trato de familia con el presidente, le pidieron las llaves y no quedó claro por qué y para qué. Sería por exceso de protagonismo. Quien la sustituyó parece tener la consigna de no hacer olas.

En materia de seguridad pública el titular de inicio pidió su relevo, el político dejó el cargo para competir por la gubernatura de Sonora. Alfonso Durazo fue sustituido por Rosa Icela Rodríguez, profesional del periodismo. Su visibilidad se encuentra en la lectura de resúmenes acompañados de cuadros estadísticos, sus funciones están operativamente a cargo de las fuerzas armadas. En esas condiciones la nueva titular se da tiempo para la política partidista.

Gobernación, encargado de las costuras políticas, tuvo por tres años a Olga Sánchez Cordero como responsable. Con todo y su haz de relaciones en el manejo de la política mexicana, las elecciones de mitad de sexenio marcaron su ciclo y regresó al senado. Se llamó al entonces gobernador en funciones de Tabasco, Adán Augusto López, de todas las confianzas de López Obrador. Es prospecto como candidato de MORENA a la presidencia. Esa es su dificultad como titular de SG, chiflar y comer pinole, repicar campanas y andar en la procesión.

Los demás despachos mantienen el elenco de inicio. Con el responsable de Agricultura no se ha complementado el esquema agroexportador con la autosuficiencia alimentaria; En SEDATU la dedicación de su secretario a la arquitectura urbana es su distintivo; Energía ha sido puntal del proyecto energético de la 4T; Trabajo y Previsión Social, bajo fuego amigo, ha mantenido la paz laboral; SALUD respondió con todo a la emergencia epidemiológica en medio de una decadencia del sector. Un logro enorme; SEDENA y SEMAR han multiplicado sus funciones, son el respaldo más firme del gobierno hasta ahora. El protagonismo de las fuerzas armadas se ha dado, en parte, por la carencia de un aparato burocrático eficiente (la metáfora del elefante echado); Relaciones Exteriores ha reconstruido la relación de México con América Latina, de nuevo el pueblo hermano que se reintegra a su familia tras la noche globalizadora. El rescate de Evo Morales. Al tiempo que se mantiene el fortalecimiento de la región económica de América del Norte. Lo extraordinario o extracurricular, el apoyo al sector salud en coordinación con otras dependencias, para atender la emergencia del Covid. La compra de vacunas. A su desempeño, la SRE afronta la circunstancia de que su titular Marcelo Ebrard quiere ser presidente.

Independientemente de las filtraciones y los escándalos, la sucesión está en medio de la sala nacional, poniendo a prueba una vez más al gabinete. Marcelo a contrarrestar la tendencia de los últimos años, la cual indica que ser parte del gabinete no es garantía automática de la presidencia; la realidad de que, sin dedazo, ni tapado, López Obrador no es ajeno al proceso sucesorio, al menos en el proceso de planchado. Colaboradores del gabinete y desde la misma dirección de comunicación social, se plancha para quitarle las arrugas a la eventual candidatura de Claudia Sheinbaum. Las turbulencias están avisadas, nadie se dé por engañado.

lunes, 3 de octubre de 2022

La carrera comenzó

La lucha por el poder no tiene calendario, discurre por su propio cauce. La disputa política no sigue el calendario electoral, aunque por temporadas coincide con el para llegar a una resolución legal y pacífica respecto a la distribución del poder político en el Ejecutivo y el Legislativo. Analizarlo no es fácil cuando la información es ensombrecida por las noticias falsas, los montajes o cualquier otra forma que adquiera el periodismo, como podría ser la propaganda o las filtraciones. La sucesión presidencial cobra visibilidad mediática y lo qué falta por ver. Entre los actores políticos, sean partidos o personajes de la política, nadie espera el anuncio oficial del año electoral que por ley se hará en el otoño del 2023.


La medida, pieza didáctica de Bertolt Brecht que enseña lo que sucede a un partido que se hace dominante.

La alianza política que prosperó de 1988 a 2018, el tándem PRI-PAN, quiere recuperar posiciones perdidas ¿Podrán armar un sólido bloque opositor? Eso está por verse. Primero tienen que consolidar, lo que los publicistas llaman la marca Va por México, a la que está agregada el PRD y podría sumarse MC. Mantener entre sus cercanos a poderosos grupos empresariales, así como mantener el apoyo de la mayoría de los medios de comunicación convencionales (Prensa, Radio y Televisión) y la red de instituciones autónomas que se crearon durante cinco sexenios, encargadas de lavar la dilapidación de los recursos públicos y tolerar el fraude electoral. Esta alianza sin línea de futuro quiere regresar al pasado inmediato, el que fue su zona de confort. Podrán estimular aspiraciones de estatus entre la población, así como el miedo. Además, cuentan con la colonización del Poder Judicial, por lo menos parcialmente. No importa que por el momento carezcan de figuras contendientes. A grandes rasgos ese es su capital político.

Por su parte, el bloque gobernante tendrá que aguantar vara, la vara alta de la moralidad autoimpuesta tiene que resistir los embates que irán escalando y no se limitarán al fin de semana. Con eso se aceleran las disputas internas por la sucesión, más ante la ausencia u omisión de una dirección política que conduzca el proceso sucesorio. No han podido aislar al presidente López Obrador o él no ha querido, pero la lucha por la candidatura presidencial de MORENA lo está desgastando. Todavía no encuentro al bobo que le crea su desapego al proceso, sobre todo cuando en el entorno de Palacio se han desatado las simpatías y el gabinete sangra. La oposición depredadora huele la sangre y disfruta los navajazos que se infligen sus adversarios.

El problema de MORENA, ya lo diagnóstico Pablo Gómez respecto a las elecciones de mitad de sexenio, es la soberbia, lo cual es natural en un partido que se hace dominante y cree fácil abandonar el esquema de frente amplio que parecidamente adoptó en 2018, el cual le abrió posibilidades de acceso al poder insospechadas.

La carrera comenzó y muchas cosas sucederán de aquí a un año, cuando el proceso sucesorio se abra formalmente.

miércoles, 21 de septiembre de 2022

Pragmáticos

 “Sois demasiado jóvenes, no habéis comprendido todavía de qué cosas se trata en política”.

Kolarov

Echo de menos una buena crónica del evento de MORENA del fin de semana pasado. Las notas sobre el III Congreso se acercaron en apariencia a las de una asamblea priísta ¿Lo organizaría Alfonso Durazo?

No bien explicada la aparición de gobernadores, así como de titulares del gabinete. En calidad de invitados especiales o de oficiantes de la nomenklatura. Con tan distinguidos personajes parte de los congresistas exhibieron su correa, es lo común es estos saraos de partido. Para los más entusiastas significó el destape de Claudia Sheinbaum. Para estos adelantados, espero que no tengan que recurrir al “redestape”. Que el destape haya sido en firme, con toda la carga pragmática que ello implica: subordinar los principios a los objetivos.



El momento más álgido, creo yo, sucedió en la discusión de documentos. La exposición de Rafael Barajas, responsable de la formación política de los militantes del partido, fue confrontada por los principistas (léase, los congresistas sin correa). El argumento del ideólogo ponía en una escala de valores, escoger entre la continuidad de la 4T y los estatutos. Estos últimos merecían una remozada. El planteamiento fue respondido con una descarga de abucheos. Exabruptos, dirán.

El momento sentimental, la aclamación dedicada a la diputada Andrea Chávez.

Lo concreto de los resultados del Tercer Congreso fue la prórroga del mandato de Mario Delgado y Citlalli Hernández al frente de MORENA, así como la revalidación de la encuesta como método definitorio de candidaturas por venir. Ahora sí, los directivos ratificados y dirigencias renovadas son los responsables de cuidar el recurso del método evitando subrogar su responsabilidad, recuerden que el presidente López Obrador está de licencia en el partido.

Lo primero es iniciar bien y no proceder por exclusiones. Hasta el día de hoy son cinco los que quieren la postulación por MORENA a la presidencia de la república. Con esos cinco, más los que se pudieran agregar, se contarán como los participantes de la encuesta. Nada de que quedan tres. Por el camino de la exclusión se abre la puerta a que sólo queden el hermano y la hija que no tuve. Muy en familia la jugada. El extremo del fracaso del método sería adoptar la candidatura de unidad. Evítense la pena, aún es tiempo.

Todo es posible en el pragmatismo, hasta las piedras cambian diría Enrique Ramírez y Ramírez, comunista que se pasó al PRI. Por eso tampoco deben sorprender las alianzas, o que se deshagan. Por eso cuando uno escucha al senador panista Zepeda de que su partido nunca se ha aliado al PRI, se está escuchando la declaración de un tonto. Cuando los tecnócratas se hicieron del PRI hirieron los principios de ese partido, lo fracturaron, pero se aliaron con el PAN.

El que crea en fantasmas que no salga de noche. La magnesia es algo distinto a la gimnasia, como la hinchazón de la gordura. Sobre todo, no confundan el análisis con la propaganda. Para ganar en el 2024 con amplitud no hay que echar mierda a los correligionarios. Los partidos opositores a MORENA están en el piso ¿Para qué darles municiones?

martes, 13 de septiembre de 2022

¡Bang!

El viernes 9 de septiembre, recién, el presidente López Obrador y el gabinete de seguridad realizaron la conferencia mañanera en Fresnillo, Zacatecas. En el mero feudo de la familia Monreal. Como es común, la información sobre la seguridad pública en el estado visitado es el platillo principal. En ese tenor, le correspondió al gobernador David Monreal iniciar el bloque informativo. Sensiblemente nervioso se vio y con razón, Zacatecas ha sido escenario de la operación letal entre bandas del crimen organizado en los últimos meses. Así, el gobernador se puso en el extremo de concluir con una rogatoria impregnada de angustia, “Que Dios nos ayude.”

Continuó el serial informativo y siguieron las preguntas. Llegó el turno de Miguel Arzate de Canal Catorce -perteneciente al Servicio Público de Radiodifusión. Directo al presidente preguntó ¿Qué pex con el senador Monreal? Ante la falta de repuesta el reportero reiteró la pregunta, la respuesta se le concedió:

“Es libre” “No estoy de acuerdo” “Está avalando la falsedad, la hipocresía y la politiquería del conservadurismo de México.” ¡Bang! Y el hermano al lado, presenciando el abatimiento virtual.




El presidente jaló del gatillo, como se dice vulgarmente. En un doble contexto, uno nacional y otro partidista. 

El primero, el proceso legislativo para autorizar la continuidad de las Fuerzas Armadas en el combate a la inseguridad, la Guardia Nacional a las órdenes de SEDENA. Ricardo Monreal consideró, desde su posición en el Senado, que podía contener el avance la propuesta. Pero ya se le había adelantado el secretario de gobernación, Adán Augusto, al conseguir el apoyo a la iniciativa presidencial de la bancada priísta en la Cámara de Diputados (recordemos que una de las tareas de la SG es dialogar y acordar con legisladores) De manera tal que, al llegar la iniciativa a la otra Cámara, donde MORENA y sus aliados son mayoría, catorce horas de debate fueron suficientes para aprobar una propuesta ya modificada. El trámite legislativo se había cumplido favorablemente. La partida la había ganado el presidente y sus aliados. La abstención del senador Monreal fue inocua, un pataleo. El objetivo se había alcanzado, se prorrogó la tutela de la SEDENA sobre la GN.

El segundo contexto es partidista, la disputa de la candidatura presidencial de MORENA con miras al 2024. Es obvio que el método de la encuesta no mata pasiones. El beneficio de una resolución tranquila parece inalcanzable. La directiva de MORENA en modo de gallito de Badminton. En esta disrupción, Andrés Manuel aparece a los ojos de militantes y simpatizantes, como el primer morenista del país que es. Él se ha comprometido a no enviar señal alguna de favoritismo, se ha reservado implícitamente su facultad de vetar (“mi pecho no es bodega”) Por eso, en el ámbito de los militantes y simpatizantes de MORENA la señal es: con Monreal no.

¿Se quemó el método de la encuesta?

jueves, 8 de septiembre de 2022

El odio, la división

Quien considere que la transformación en curso ya está resuelta se engaña. Esto apenas ha comenzado. Es así porque hay estructuras intactas que le restan fluidez al cambio, como el continente judicial y el archipiélago de las autonomías, además de la natural y entendible condición de la oposición partidista. La resistencia al cambio también ocurre por intereses muy específicos o de grupo de estatus. Esto se amplifica cuando las diferencias en el campo de la política -el del acceso o influencia a las decisiones del poder político- sin discernirlas del todo se trasladan a la sociedad dando origen a la espiral de odio. Aparte de la contribución de segmentos de la prensa, la radio y la televisión para transmitir el sentimiento de odio, esto tiene un efecto multiplicador hormiga en esquemas de interacción como el WhatsApp, entonces la transmisión del odio se hace contagiosa y casi invisible pues no se trata de una red abierta sino de círculos cerrados, de vecinos o familiares principalmente. Allí la información deja de tener valor o sólo lo tiene si convierte en el vehículo del odio.

(En la modernidad temprana destaca el odio por motivos religiosos, posteriormente la colonización generó el odio racial. Ya en pleno siglo XX, el nazismo promovió el odio hacia los judíos, el fascismo hacia los comunistas)



Sería un exceso autocomplaciente decir que la identidad de izquierda es inmune al virus del odio. De manera recalcitrante hacia los propios grupos o partidos que se afirman dentro de algunas variantes de la mencionada identidad. Es más, es un lugar común la apreciación de que la izquierda es el peor enemigo de la izquierda. Por eso ha sido un milagro el hecho de que MORENA hay unido a la izquierda y atraído identidades que se deslindaron de la derecha, para sobre esa base cosechar triunfos electorales sustentados en una plataforma sencilla:

Educación, salud y seguridad como responsabilidad ineludible del Estado. Nada novedoso, por cierto, la cual ha logrado captar el apoyo popular frente a otra plataforma que se impuso desde al año de 1983, fincada en la privatización y en la diversificación de los poderes constitucionales más allá de los conocidos -Ejecutivo, Legislativo y Judicial- como lo son las autonomías sin representación popular directa y dispuestas para acotar al Ejecutivo sustrayéndole atribuciones, al servicio de monopolios y otros grupos de interés económico, partidista y de estatus.

Con todo lo avanzado por la 4T, mucho e insuficiente, en MORENA una vez abierto el juego del palenque sucesorio, éste ha traído posicionamiento desbordados con expresiones de encono en redes y medios digitales afines al movimiento: “lo odio”, “no lo soporto”, “me choca”, al grado de amenazar con negar el voto a su propio partido si no resulta agraciada por la encuesta la candidatura de sus simpatías. No les ha complacido el compás de espera de la encuesta, les parece una eternidad. Insisten en meter al presidente López Obrador en la sucesión y él les reitera: no daré señal de favoritismo. En contrario, no faltan morenistas que se la pasan en vela buscando una señal presidencial que suelte la “bufalada”.

Falta mucho por hacer, la reforma al poder judicial, por ejemplo, que ya no fue en este sexenio. Por delante están las contiendas de Coahuila y el Estado de México, después las elecciones federales que disputan la presidencia y el congreso sin caer en la zanja del gobierno dividido, así como las locales que se empaten con la anterior. El bloque conservador no ha desaparecido, ni desaparecerá. La serie de intereses afectados se mantienen alineados para seguir alentando la espiral del odio, a la espera de desatar la barbarie a la primera oportunidad.

 


jueves, 1 de septiembre de 2022

Éramos muchos

Una fotografía reciente, la remodelación o restauración del recinto parlamentario de los Constituyentes del 57 ¿Cuál es el espíritu ausente?
 

Las guerras de religión europeas fueron guerras fratricidas. En México, la sucesión presidencial para el partido en el poder es una guerra fratricida, de baja o alta intensidad (nada más a manera de muestra revisar la sucesión de Lázaro Cárdenas y de Carlos Salinas sin recurrir a analogías).

MORENA ha adquirido el mal sucesorio y el negacionismo no es la cura. A pesar de sus diferencias conquistaron el poder y en ellas está la vía para refrendar el mandato popular. El detalle está en el cómo.

Las orientaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador han sido claras: dejar hacer, no intervenir y atenerse al método de la encuesta. Esa guía debería mantener los ánimos sin caldear, pero no es así. Militantes y simpatizantes se sienten compelidos a manifestar sus preferencias, lo cual es francamente irreprimible, consustancial a la democracia. Ello no implica necesariamente ofenderse entre sí y faltarse al respeto, salvo que acepten las consecuencias deplorables que pudieran resultar. A un movimiento tan amplio como el de MORENA le es contradictorio expedir certificados de autenticidad morenista, a menos de que se disfrute de un hábitat irrespirable entre los contaminados y los puros.

Lo sucedido esta semana en el seno de la fracción parlamentaria de MORENA en el senado amerita observarlo con lupa. La invitación de los senadores de MORENA a miembros del gabinete no fue atendida por algunos, se justificó motivos de agenda. El hecho causo regocijo en el senador Cravioto y lo festejó en redes sociales. Lo consideró un vacío al senador Monreal, puede ser. Hasta donde se sabe las ausencias se justificaron. Sería ignominioso que las justificaciones fueran falsas ¿A quién creerle?

La beligerancia no cesó. Al día siguiente vino la deliberación de la mencionada fracción parlamentaria para definir su propuesta para ocupar la presidencia del Senado. El beneficiado fue Alejandro Armenta. En ese debate los votos resultantes no agradaron al senador Cravioto, pero se podría pensar que la definición por votación sería suficiente para cerrar filas. No fue así. Lo que hubiera cursado como mero trámite contó con la oposición de miembros de la bancada morenista. El arte de la política es también la formación de correlación de fuerzas en virtud de que la competencia política entre iguales es más bien una falacia del mercado (falacia que por cierto se ha extendido a otras áreas) En toda competencia hay ventajas y vulnerabilidades, difícilmente igualdades. El senador Cravioto debería aceptar humildemente su derrota y reconocer que fue incapaz de construir una correlación de fuerzas favorable a su grupo. Jugar al putsch no es una decisión afortunada, al menos no para la democracia.

Éramos muchos… y parió la abuela.

sábado, 27 de agosto de 2022

El origen

“Estas cosas y las semejantes antes tienen que ser hechas que pensadas.”

Hernán Cortés

“Pero las cuentas claras nunca le gustaron y prefirió distribuir los bienes conforme a su propio y variable arbitrio, lo que le causaría frecuentes inconformidades”

José Luis Martínez



Si la corrupción no está enraizada en los pueblos originarios, de algún lugar tuvo que salir, hasta convertirse su combate en prioridad de la 4T. Cómo es que los actos de corrupción se incrustaron en el aparato público y se hizo habito entre los servidores públicos. Desde cuándo se viene sucediendo y si se puede datar aproximadamente un antes y un después.

El antes de sociedades donde la agricultura y demás actividades económicas, el gobierno y la guerra, se encontraban subsumidos en una superestructura religiosa. El México prehispánico.

El después, la Mesoamérica conquistada que dio lugar al desastre normativo. Usos y costumbres originarios transgredidos por el santo oficio y ordenanzas reales. Ninguna garantía de normalidad institucional y a su desabrigo, la compulsión por el saqueo español. Unos contando riquezas desmesuradas, endulzando la ambición del monarca y éste sin darse por satisfecho. Ignorando que ya se habían echado a andar los ciclos económicos de acumulación de capital.

La inflexión en la figura de Hernán Cortés, escribano y leguleyo. El astuto conquistador convertido en el adelantado de la corrupción, el patrono de los corruptos. Adaptaba o desobedecía órdenes de sus superiores, incluido el rey Carlos V, a su conveniencia. Para su fuero interno, Cortés cumplía la sentencia: acátese, pero no se cumpla. La remuneración y concesiones de tierras e indígenas no le parecieron suficientes. A su parecer, el merecía más abundancia. Ese extra de riqueza sustraído por la vía de los hechos. Este comportamiento le trajo conflictos y deserciones con su propio grupo de expedicionarios, también le enemistó con sus superiores. Cortés fue sujeto a proceso, un largo juicio de residencia -procedimiento para revisar la administración de las autoridades impuestas y bajo control del monarca. Formalmente no se llegó a una deliberación condenatoria, ni exculpatoria. En los hechos el conquistador vio disminuida la riqueza amasada y perdido su prestigio a los ojos de sus coetáneos. Dicho sea de paso, el eclipse total de Cortés terminó después de que México logrará su independencia del imperio español. Lucas Alamán lo hizo héroe de los conservadores.

Pasemos a proponer el marco de comprensión en el que se realiza el acto de corrupción desprendido de la figura de Cortés.

El corrupto conoce los alcances y los agujeros de la ley. Para el caso esos agujeros eran amplísimos. En esta consideración, el corrupto invariablemente argumentará que sus actos son legales.

El corrupto está insatisfecho con los estipendios y otras prestaciones que le otorga el cargo. Por esa insatisfacción considera de su potestad apañarse de cuantiosos recursos que no le han sido asignados a su cargo conforme a la ley. La riqueza amasada es desproporcional a los ingresos.

Si la norma es demasiado laxa la normalización de la corrupción está a salvo.

Este marco comprensivo, hábitus consignaría el sociólogo, encaja clarividentemente en el caso de la economista Rosario Robles, por mencionar un caso de actualidad pues recientemente se le concedió la excarcelación para continuar su proceso judicial fuera del reclusorio. Este proceso no se desprende directamente del affaire Ahumada. El juicio contra Rosario, por si alguien ya lo olvidó, lo detonó Claudio X, González Guajardo y su membrete. El susodicho, fue empleado y es amigo de los tecnócratas, accedió a información relevante de los manejos de Robles. Acto seguido, Claudio X. alquiló a unos periodistas para que le dieran formato de reportaje a la información previamente recabada. Se publicó la “Estafa Maestra”. El reportaje no se dirigió contra la corrupción, más bien se dirigió a desprestigiar per se cualquier política social. Eso se imaginaron.

Lo que pasó después es del dominio público. El bloque tecno-empresarial dejó de mangonear el poder.

miércoles, 17 de agosto de 2022

Sin aliento

Fotografía de @alitomorenoc Desencajados y sin Claudio X, ni Gustavo de Hoyos

Es increíble como los líderes del PAN, PRI y PRD se mantienen en sus cargos. La implosión de sus aparatos que han provocado, inhabilitando capacidades para realmente disputar el poder. Sin asambleas, ni congresos a la vista con la mira de cambiar de dirigentes. Se dan cuenta que el esquema de apropiarse indebidamente de recursos del Estado está roto, salvo donde todavía gobiernan. Bajo el síndrome de los Romanov, están fuera del poder y se siguen sintiendo con el poder. Dónde están sus militantes, sus simpatizantes, sus fuerzas vivas -no se incluyen grupos de choque- en disposición de sacudir estructuras inoperantes. Lo único que han hecho los dirigentes es unir sus miserias políticas y hacerse compañeros de viaje de los magnates antiAMLO, sin programa de por medio. Lo que quieren, parece, es regresar el reloj de la historia para volver a esquilmar las arcas públicas. No tienen cara para convocar al pueblo, por eso se van al rincón y desde allí lanzan campañas mediáticas. Pese a su inutilidad demostrada, vuelven a la carga semana con semana. Plenos de vulgaridad y faltos de imaginación. El caso de Alejandro Moreno es ejemplo de lo que no se debe hacer. Cierto, reclutar medios y periodistas al margen de la ley siempre se ha hecho (sin respetar afamadas autonomías) y les funcionaba de maravillas. El detalle es que ya no tienen el poder presidencial protector de sus fechorías. Ahora les cuidan las espaldas el INE y el Trife, piden y se someten a empresarios sin escrúpulos. Ingenuamente ambas partes confían en la ayuda mutua que se puedan ofrecer ¡Mal negocio! Entre depredadores la ganancia es absoluta pérdida para una de las partes. Distribuyen información falsa como su mayor logro de “construcción” política. Desean la catástrofe económica, del sistema de salud, también el de educación. Hicieron de la seguridad un privilegio de pocos, pactando con bandas delictivas para mantener a la población en la zozobra. Por eso no son extraños los actos criminales de alto impacto. Se les olvida que esos crímenes iniciaron desde el sexenio de Miguel de la Madrid y con Felipe Calderón se hicieron mácula del gobierno (Una hermana aliada de un capo, un secretario de seguridad aliado del cártel de Sinaloa) Ahora saltan a horrorizarse por los acontecimientos de la semana pasada -en Guanajuato, Jalisco y Zacatecas, en Ciudad Juárez y Tijuana- cuando se sabe que esos desmanes son su herencia maldita. En su condición desesperada, la oposición concluye de manera contradictoria. Los hechos violentos se dieron por la incapacidad del gobierno federal para disminuir al crimen organizado. Ah no, se indujeron desde Palacio Nacional. Pónganse de acuerdo, mínimo. Al menos, como hipótesis deberían plantearse lo siguiente: el actual gobierno no tiene alianza con el crimen. Las bandas delictivas están desconcertadas y dispuestas resueltamente a propiciar la catástrofe, a seguir intentándolo de aquí hasta el año 2024. Sigan así Alito, Markito y Chuchito, nunca cambien. 

viernes, 12 de agosto de 2022

Reconstruir al Estado

México está en un proceso de recuperación de la estatalidad perdida. Pérdida que significó una redistribución de poder en perjuicio de millones de mexicanos y para satisfacción de una minoría. Se recreó un sistema a la medida de pocos, excluyente por definición.

Recuperar la estatalidad en salud y educación, en energía y seguridad, requiere de un esfuerzo sostenido y de largo tiempo. Esto es así porque las reformas para diluir al Estado no tomaron en cuenta el alto costo que traería para la población la explosión continua de la corrupción y de la violencia criminal. Por omisión, silencio o voluntad, se normalizó el expolio omnímodo desde la cúspide pues habíamos llegado a la arcadia del mercado, en la que los corruptos y violentos estaban integrados, pues se untaban con el ungüento utilizado en las diversas transacciones comerciales: el dinero.



Esta destrucción de la estatalidad no sólo se dio en el campo de la economía, de la llamada economía mixta.

Se crearon lo que los estudiosos del Derecho e ideólogos de la derecha han etiquetado como “constelación de autonomías”. El propósito de eso aparatos es el de desmontar las mentadas por Jorge Carpizo, facultades metaconstitucionales de la institución presidencial, para montarlas en organismos constitucionales autónomos y así dejar, la presidencia de la república, como al rey de Francia quien reinaba, pero no gobernaba.

Estos organismos autónomos tienen frágil o nula representatividad ¿A quién representan? Antes bien, tienen tendencia a ser colonizados y terminan por representar a poderes fácticos si de regulación económica se trata, de negociadores serviles a los partidos que los designan desde el legislativo. Los órganos autónomos son muelles para la operación óptima de la oligarquía, antes que activo de la república y la democracia.

Qué tipo de representatividad puede tener un consejero electoral, quien después de recibir a dirigentes indígenas, lo primero que hace al concluir el encuentro es tomar el teléfono y comunicarse con un colaborador. Ello para mofarse, denigrar a un ciudadano.

Qué se puede esperar de un INAI que permanece como convidado de piedra ante denuncias que exhiben a políticos, supuestamente entregados de tiempo completo a la cosa pública, los cuales se sirven de su posición para realizarse como mercaderes de medicinas, de inmuebles y de lo que les plazca. Ese instituto no me sirve.

No es casualidad que la apertura indiscriminada del mercado y la acotación de la institución presidencial condujera al país a la pendiente de corrupción y violencia, frente a la cual estas autonomías son incompetentes, cuando no cómplices.

Por ello no hay que esperar al 2024 para continuar la reconstrucción del Estado no sólo a nivel normativo, sino expresado de manera efectiva en actos de solidaridad nacionales. Que se demuestre, desde las instituciones como desde la sociedad, que los corruptos y los violentos no tienen aliados.

viernes, 5 de agosto de 2022

La enfermedad

Hay una enfermedad cíclica de la política mexicana que, a lo largo del tiempo, yo y cuántos más, hemos percibido y padecido. Se llama la sucesión presidencial. Una enfermedad que ataca con mayor virulencia al partido en el poder. Esto es así porque los que están, han accedido a puestos que no quieren dejar, sólo si caen para arriba. MORENA no es inmune a esta enfermedad, sus integrantes desoyen la conseja presidencial: confíen en la taumaturgia de las encuestas, de ahí saldrá el bueno a postular por el partido. Se trata de una enfermedad estacional cuya fecha de terminación está asociada a la nominación, las más de las veces. Sin dejar de considerar que deja secuelas y traumatismos.



Pero la enfermedad que requiere atención continua por ser crónica es de muy documentada razón epidemiológica-histórica, el canibalismo tan recurrente en la izquierda (Bakunin-Marx, Stalin-Trotsky, Durruti-Largo Caballero). Cierto es, la sucesión es ahora percutor de esta enfermedad. No es casual que el presidente López Obrador últimamente salga a responder preguntas dirigidas a la vida interna de su partido. No hace mucho, hasta el año pasado, esas preguntas las bateaba.

Para no ir tan lejos, este año se promovió una rebelión convencionista en contra de los dirigentes de MORENA. MORENA v.s. MORENA. Al parecer la presión surtió efecto. Al correr de los días se convocó a la elección de consejeros a congreso y a una jornada de afiliación masiva. Afiliación y elección ocurrieron el fin de semana recién. Se eligieron tres mil consejeros (10 por distrito electoral de trescientos). Se afiliaron tres millones (un paradigma que deja en la intemperie a la oposición de salón)

Todo esto no cura la enfermedad del canibalismo, muy expuesta en redes y algunos artículos. La detracción, el sarcasmo, zaherir al camarada es lo habitual. Por eso habrá que clarificar cuántos de esos consejeros se sustrajeron del pueblo raso o la mayoría se trata de apparátchik conocido. Más aún, cuántos ya tienen identidad de grupo. La iluminación con fuegos fatuos es engañosa. Esos tres mil consejeros tienen que pronunciarse a la brevedad en dos sentidos complementarios.

Uno es garantizar públicamente que todos los interesados a la postulación presidencial tienen reconocida su participación. Evitar la exclusión fast track.

A manera de corolario. Llamar a la conducción ética en los procesos internos. Erradicar la enfermedad del canibalismo.

Lean la historia y el presente a un mismo tiempo. No hay modelo a seguir. Inaugurar la novedad de una aurora inédita.

jueves, 28 de julio de 2022

Distractores

Lo que espero de la información periodística, verdad de Perogrullo, es información veraz. Cuando se habla más del periodista que de lo que informa, entonces la audiencia pierde con ese cambio. El alma del periodista es su fuente y lo peor que le puede pasar es perderla. Si así lo decide, el profesional puede exhibir su fuente, aunque preferiría no hacerlo, sobre todo si está en medio de la disputa política. Bajo esa circunstancia ocurre la frase salvífica, “sé de buena fuente”. Lo que si tiene que evitar es la abyección. Recuerdo a una periodista que para salvar el trabajo le imploró a su jefe “dígame pendeja, pero no traidora”. Se nos olvida que son mensajeros y de ningún modo sustituto de la sustancia noticiosa, tampoco protagonistas. Si hay periodistas que consideran que desnudar al poder es su propósito, pues comiencen por desnudar al llamado Cuarto Poder.

Foto de José Carlo González (sobre imagen de abril de 2009) La Jornada 01-11-2012

Al final del día estos temas son distractores del análisis. Cómo no destacar el hallazgo de mañaneras recientes. El decoro presidencial de no hablar de los partidos y de su partido está algo vapuleado. La cuestión es que más allá de los desfiguros de la oposición conservadora, de las diferencias con potentados y jueces, la sucesión se ha colocado en el centro de la ocupación presidencial. Otra vez AMLO sale a exponer perfilamientos del proceso de selección de candidatos. El asunto debería estar claro para la militancia del movimiento y en manos de Mario Delgado y Citlalli Hernández, junto con la clarividencia de los estatutos. Pero parece no estar claro y el presidente da su cátedra sobre la elección de congresistas de MORENA, tal vez porque hay otra onda que habla de convencionistas.

En verdad el cambio en trance es trascendental. Lograr que el partido en el poder decida desde la ajenidad del presidente es un atrevimiento superlativo. El presidente se negó la opción de utilizar al secretario de gobernación para calmar las aguas morenas, quien además es suspirante, pues no son tiempos del partido único. Ni siquiera Jesús Cuevas Ramírez podría jugar un papel conductor, aunque algunos lo vean así.

El caso es realizar un proceso robusto de selección sin la patraña del dedazo o de la línea. Eso quiere decir no adoptar la descalificación como método y ya van dos. Porque no se trata sólo de mantener la presidencia de la república, sino de alcanzar la mayoría absoluta en el legislativo para operar cambios legales que quedarán pendientes.

Tener en perspectiva la actuación del INE y del TEPJF, su disposición para descarrilar cada paso de MORENA, “haiga sido como haiga sido”.

Tener en perspectiva que la llamada revolución de las conciencias no es un estallido, más bien un proceso que lleva décadas.

Y para que no se confundan, al terminar el actual sexenio ya está decretado el fin del obradorismo por el mismo AMLO, se jubila de la política.

jueves, 21 de julio de 2022

La oposición de peso

Es difícil asegurar que la oposición partidista al régimen de la 4T se encuentre en su mejor momento, mucho menos de que sea una opción real de poder. La serie de audios con la voz del dirigente del PRI Alejandro Moreno, dan la medida de la degradación en la que se encuentran los partidos que conforman la alianza Va por México.

Eso no quiere decir que la oposición esté liquidada. Fuera del sistema de partidos se dispone una oposición que noche y día libra su batalla contra Andrés Manuel López Obrador.

Una está fincada desde el poder económico y se sirve de los medios tradicionales y las redes para difundir su fanatismo conservador e iliberal. Un puñado de magnates mal acostumbrados a que el Estado les dé todo encarnan la figura del glotón egoísta. Cuando escribo todo me refiero a las condonaciones de impuestos, a los subsidios y a un acceso ilimitado a los recursos de la nación a cambio de nada. Convencidos de la premisa antidemocrática y excluyente de que el sector público debe estar a su servicio exclusivo. En esa línea, que es de abierta confrontación con el actual gobierno de la república, están González Laporte cuyo hijo orquesta a la oposición, el clan de los Servitje cuya firma del acuerdo para contener la inflación desconocieron de facto, José Antonio Fernández dispuesto a financiar a la oposición.



La otra oposición no partidista se ubica dentro de la entraña del gobierno o del Estado, específicamente en un sector del Poder Judicial, los que se opusieron a la reforma propuesta por el presidente de la SCJN, los que impulsaron su carrera judicial como lealtad al PRI y al PAN. Los que se benefician por servir a proyectos de particulares, más aún si se trata de oponerse al interés de la nación. Son los que avalan amparos y cancelan multas para dañar sin rubor el interés público.

Estos dos núcleos opositores forman la alianza Va contra México, tienen la divisa de un gobierno de empresarios para empresarios, pasando por encima de la representación de todos a que se obliga el Estado democrático. Por eso promueven cierto tipo de gobernantes que cumplan con esa máxima. El ejemplo actual más desastroso es el que se tiene en el estado de Nuevo León y su capital Monterrey. La oligarquía regia no tiene límites, dispone a su antojo del poder político, parafraseando a Margaret Thatcher bien pueden afirmar que lo público no existe. Gobernantes que con toda impunidad pueden manipular la investigación sobre el asesinato de una joven. Con total insensibilidad enfrentan la sequía estacional que padece la población bajo su gobierno, sin modificar sustancialmente las reglas de distribución del agua.

Lo que ha patentizado este núcleo opositor ha sido su fortaleza cruel para defender sus intenciones de acabar con la democracia, no se conforman con detenerla.

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