viernes, 5 de agosto de 2022

La enfermedad

Hay una enfermedad cíclica de la política mexicana que, a lo largo del tiempo, yo y cuántos más, hemos percibido y padecido. Se llama la sucesión presidencial. Una enfermedad que ataca con mayor virulencia al partido en el poder. Esto es así porque los que están, han accedido a puestos que no quieren dejar, sólo si caen para arriba. MORENA no es inmune a esta enfermedad, sus integrantes desoyen la conseja presidencial: confíen en la taumaturgia de las encuestas, de ahí saldrá el bueno a postular por el partido. Se trata de una enfermedad estacional cuya fecha de terminación está asociada a la nominación, las más de las veces. Sin dejar de considerar que deja secuelas y traumatismos.



Pero la enfermedad que requiere atención continua por ser crónica es de muy documentada razón epidemiológica-histórica, el canibalismo tan recurrente en la izquierda (Bakunin-Marx, Stalin-Trotsky, Durruti-Largo Caballero). Cierto es, la sucesión es ahora percutor de esta enfermedad. No es casual que el presidente López Obrador últimamente salga a responder preguntas dirigidas a la vida interna de su partido. No hace mucho, hasta el año pasado, esas preguntas las bateaba.

Para no ir tan lejos, este año se promovió una rebelión convencionista en contra de los dirigentes de MORENA. MORENA v.s. MORENA. Al parecer la presión surtió efecto. Al correr de los días se convocó a la elección de consejeros a congreso y a una jornada de afiliación masiva. Afiliación y elección ocurrieron el fin de semana recién. Se eligieron tres mil consejeros (10 por distrito electoral de trescientos). Se afiliaron tres millones (un paradigma que deja en la intemperie a la oposición de salón)

Todo esto no cura la enfermedad del canibalismo, muy expuesta en redes y algunos artículos. La detracción, el sarcasmo, zaherir al camarada es lo habitual. Por eso habrá que clarificar cuántos de esos consejeros se sustrajeron del pueblo raso o la mayoría se trata de apparátchik conocido. Más aún, cuántos ya tienen identidad de grupo. La iluminación con fuegos fatuos es engañosa. Esos tres mil consejeros tienen que pronunciarse a la brevedad en dos sentidos complementarios.

Uno es garantizar públicamente que todos los interesados a la postulación presidencial tienen reconocida su participación. Evitar la exclusión fast track.

A manera de corolario. Llamar a la conducción ética en los procesos internos. Erradicar la enfermedad del canibalismo.

Lean la historia y el presente a un mismo tiempo. No hay modelo a seguir. Inaugurar la novedad de una aurora inédita.

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