El desperdicio

En el entendido de: “Residuo de lo que no se puede o no es fácil aprovechar o se deja de utilizar por descuido”

Así queda homogeneizada la información de los matutinos impresos. Es inevitable escuchar el comentario que dice y es ya lugar común: “no hay nada en los periódicos” (nada en el sentido de información política relevante) La trivialización de lo público o el escándalo parecen agotarse como vehículo privilegiado para dar cuenta, si es que alguna vez lo han hecho, con precisión de la realidad política nacional. La política, los políticos tienen más dificultad para comunicarse y hacer efectivos sus mensajes en un ambiente abierto pues la incertidumbre los invade y temen decir una cosa por otra. En imágenes se aprecia como los políticos no dan una.

La reunión para formular una agenda común para Michoacán y explorar las posibilidades de una candidatura apoyada por todos los partidos. El pretexto, las condiciones de violencia que se viven en ese estado, que se exacerbaron desde que Felipe Calderón asumió la presidencia constitucional de México y es un hecho omitido en dicha reunión. De buenas a primeras, la competición electoral y el pluripartidismo son convocados a dimitir ¿Quién los convoca? Precisamente quienes deberían ser los más entusiastas defensores de las contiendas electorales, los líderes de los partidos. Para eso les pagan del erario.

Otra reunión, que coincide con el objetivo de la agenda común, pero esta la concita el obispo de Tlalnepantla y se refiere al Estado de México. Tiene como objetivo no dicho levantar las alicaídas campañas del PAN y del PRD en ese estado. Que asista Bravo Mena es un acto consecuente de un personaje que está a favor del integrismo católico. Pero qué hace ahí Alejandro Encinas. Tan mal está su campaña como para atender sumiso el llamado de un poder fáctico. Tonto y retonto resulta Encinas. Ya veremos si sobre esto escribe Arnaldo Córdova.

Es un páramo la política entendida como el arte de elaborada esgrima verbal. Y si por casualidad se encuentra uno con una flor, el sofocón imperante es tan grande que impide verla. Es el caso de la declaratoria de interlocutor no válido que hizo el vocero del PRI, David Penchyna, sobre la persona de Javier Lozano, lenguaraz secretario del Trabajo y Previsión Social, de súbita furibundez panista. El vocero lo hizo públicamente, sin el rodeo de la filtración, dio la cara. El inter-pelado no ha dicho nada y el eco en los medios casi ha sido nulo. Gracias a Martha Anaya http://columnas.ejecentral.com.mx/cronicadepolitica/2011/05/26/golpiza-a-javier-lozano/ se pudo uno enterar de las líneas que contienen paralizante declaratoria.

Eso sí, los medios se aplican ante el escuálido destape de Ernesto Cordero (lo bueno es ya hay democracia, que no hay destapes, ja-ja) Cierto es que muchos no le ven perfil como para ceñirse la banda presidencial, como si sólo se tratara del perfil. Para eso están ejemplos de imbéciles encumbrados hasta la más alta responsabilidad nacional: Vicente Fox y Felipe Calderón.

La neta es que estamos ante la puesta en marcha de un retroceso político de alcance nacional cuyo laboratorio es el Estado de México, lo de Michoacán será continuación. Eruviel Ávila es el candidato a vencer porque sencillamente se ha mostrado como lo que es: mexiquense, lo que les falta a sus adversarios. Y como desde la presidencia no pueden admitir un resultado a favor del PRI y no pudieron construir una alianza firme y creíble en contra del PRI, ahora están organizando los recursos disponibles para vencer, a la mala, a Eruviel: por la vía del escándalo que lleve a la judicialización del proceso electoral. No se dan cuenta, los opositores al PRI, que están creando el ambiente propicio para atentados para cualquiera de los candidatos y así justificar la cancelación de las elecciones en el Estado de México.