Sistema

Qué se puede esperar de las reuniones del Consejo Nacional de Seguridad Pública. Si se atiende a los antecedentes son pobres las expectativas. Por qué razón, pues porque no se quiere llegar a la raíz del problema y las autoridades –de cualquier nivel y color partidista- se conforman con el voluntarismo de los buenos deseos.

Si los gobernantes cuentan con liderazgo suscrito en el mandato de las urnas, si disponen de aparatos y presupuesto (recursos) ¿Dónde se encuentra el nudo de la incapacidad? En la anterior entrega señalamos uno, la mutación sistémica que llevó a “la subsumisión perversa de lo público en lo privado”.

Paradójicamente, ahora son los representantes de lo privado los que exigen a los representantes públicos se apliquen en sus funciones. María Elena Morera, cuyo empresario marido fue secuestrado, mutilado y liberado tras el pago del rescate, y el empresario Alejandro Martí, cuyo hijo fue secuestrado y asesinado pese al cumplimiento del pago por su liberación, conminan a las autoridades a que se coordinen y su llamado suena por todos los medios. Ni las muertas de Cd. Juárez, ni los mineros de Pasta de Conchos atrapados mortalmente en su centro de trabajo, han provocado tanta influencia mediática.

De manera sincrónica, uno de los cambios esperados por el arribo de la virtual democracia electoral no se ha consumado. La demanda de la clara separación respecto a que las funciones gubernativas-administrativas de la función pública adquirieran autonomía relativa de las funciones político-partidistas. Demanda no cumplida, por el contrario, se ha multiplicado de acuerdo con el pluripartidismo trayendo consigo la descoordinación institucional. La queja ciudadana respecto a la subordinación de la administración pública para aprovechamiento de un solo partido ahora se complica, pues cada partido con posiciones de poder hace lo propio a favor de sus intereses.

De este desencuentro un largo capítulo han escrito el gobierno de la Cd. de México y los sucesivos gobiernos federales panistas. Desencuentro del que ahora es continuación el regateo por definir cual es el marco idóneo para convocar a una reunión sobre seguridad pública. El sistema no ha cambiado, nada más le ha dado juego a otros participantes políticos que, contrariamente a lo que postulaban, han venido redoblando esfuerzos para mantener un sistema creado en el marco lógico de un partido hegemónico.

México queda expuesto a transitar, pues es deseable esperar que no permanezca ahí, por un territorio inhóspito de un Estado con menos atribuciones que no han sido sustituidas a plenitud y en positivo por las leyes del mercado. Territorio en el que el paisaje sigue presentando la utilización de los programas sociales con fines electorales, sin importar que las autoridades publiquen lo contrario y declaren que eso ya no ocurre ¡Ajá!

Poco a poco desaparece la noción de lo público, las parcialidades, lo particular o privado se imponen. México se ve cada vez más descompuesto. Con la expansión del crimen organizado, echando raíces aquí y allá, la balcanización ha dejado de ser una mera hipótesis. Es proceso en marcha.