El gobierno de López Obrador
tiene un objetivo distributivo, disminuir las desigualdades sociales. Por eso la
orientación de los recursos públicos, servicios y subvenciones. El presupuesto
federal se reordena y hay una reacción para defender la desigualdad. Las
decisiones como la Ley de Austeridad Republicana, la cancelación de la condonación
de impuestos a grandes contribuyentes como potestad del Ejecutivo, el fin de
contrataciones amañadas en las que el funcionario se lleva una buena tajada,
entre otras decisiones, generan malestar que se expresan en estrategias de
desestabilización para que el gobierno recule, y si cae, mucho mejor.
El año pasado, la estrategia más
destacada de desestabilización fue el movimiento en contra de la cancelación
del aeropuerto en Texcoco. Protagonistas de esta reacción fue el empresario
Claudio X. González y su ONG, el sindicato patronal Coparmex y el respaldo del actual
director editorial del diario Reforma. El aeropuerto en Santa Lucía va.
Este mes de enero del año en
curso se visibilizó ampliamente otra estrategia, ahora gestada en las entrañas
del sector salud. Demandantes de servicio médico obstruyen actividades del
Aeropuerto de la Ciudad de México. No se trató de una movilización espontánea.
Ya desde el año pasado la demanda de pacientes por atender -lo que lleva años
agravándose en el sector público de salud- se dio en la confluencia de las
negociaciones para la compra de medicamento con el propósito de evitar precios
inflados. En el impulso de esta nueva estrategia desestabilizadora se agregan
otros componentes que no tienen que ver directamente con la compra de
medicamentos. La disminución de salarios a los funcionarios del sector. También
la reducción de la partida presupuestal aplicada a la publicidad gubernamental.
Hay algo distinto en el ensayo desestabilizador
de enero. Si bien muchos medios se dejaron sorprender por la estrategia,
destaca el protagonismo de Grupo Imagen (Prensa, radio y TV). Ya no hubo una
asociación civil con la bandera anticorrupción. Ya no estuvo al frente la
familia X. González. Cambiaron actores, pero no los fines. Cabe tener en mente
que Grupo Imagen se reconfigura bajo el mando de una rama de la familia Vázquez
Raña durante la presidencia de Vicente Fox. Familia que entre otros negocios
dirige la cadena Hospital Ángeles, donde prestan servicios los médicos que
también son funcionarios del Hospital Infantil Federico Gómez: Jaime Nieto
Zermeño y Luis Enrique Juárez Villegas. Médicos que el día de la movilización
del miércoles 22 de enero ya tenían los medicamentos y fueron una nulidad para
informar a los padres de los niños con cáncer de ese abastecimiento. Sin
advertir, supongo, que esos padres se quedaron a la intemperie, siendo fácil
presa de provocadores que los condujeron hacia el aeropuerto a protestar,
poniendo en riesgo a sus propios hijos.
En este país que se dice democrático,
dispuesto siempre a las mejores causas, también hay defensores acérrimos de la
desigualdad social.
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