“Ojalá la confianza pudiera ser
la base de nuestras relaciones, el mundo sería infinitamente más barato en
sufrimiento y también en dinero.”
Adela Cortina
Se ha completado el mes de
campaña presidencial. Las encuestas, las menciones en redes y toda aquella
información que nos hable de la popularidad de los candidatos, tienen que ser abstraídos
para llegar al núcleo cualitativo de la campaña. Bajo este enfoque, la campaña
se ha centrado en una conversación entre los empresarios y Andrés Manuel López Obrador.
Las cúpulas empresariales han manifestado reiteradamente su temor a todo lo que
signifique tocar o modificar los arreglos a la ley realizados en las últimas décadas.
Por eso, cuando alguien cuestiona y propone revisar las reformas, esas cúpulas
exhiben cero tolerancias. Es por eso por lo que esta conversación intensa ha
puesto todos los reflectores sobre AMLO, dejando en la penumbra a los otros
presidenciables. La crema y nata de la representación de los empresarios, para
beneficio de sus intereses corporativos, sabe sumamente dóciles a José Antonio
Meade, Ricardo Anaya Cortés y Margarita Zavala de Calderón. Como diría Carlos
Miloc*, a ellos se les podría manejar hasta por teléfono.
El asunto es no entrar en pánico,
ni alentar campañas de miedo. Tampoco se trata de imitar a los tiburones, como
instruye el yerno de Carlos Slim sobre el manejo de la mejor práctica
empresarial. Se trata más bien de correr una invitación a los connotados
hombres de negocios para que reflexionen sobre las reformas que ellos han
impulsado, no desde la exclusiva razón técnica como ha sido proveída por los
especialistas. Una reflexión que ilumine sobre las consecuencias de las
reformas.
Se han puesto a pensar que con la
reforma al Artículo 27 constitucional no sólo se quitó el “paternalismo”
estatal sobre los productores del campo, también se abrieron de par en par las
puertas al crimen organizado en la sociedad rural.
Se han puesto a pensar que con
las reformas, operadas con el objetivo de realizar una economía competitiva, ha
hecho más difícil para los jóvenes encontrar empleo bien pagado y estable.
Componentes indispensables para alcanzar una pensión con bienestar.
En la base del proyecto
reformador que impulsaron está el vacío ético. Se ignoró el valor del cuidado, devaluándolo
peyorativamente como proteccionismo; se ignoró la cooperación, el ego se
convirtió en el motor de la competitividad; se ignoró la compasión, se
encomió la depredación; se ignoró la reciprocidad, se impuso el exclusivismo de
un orden de privilegios.
Ahora se
espantan de la corrupción, de la delincuencia, de la impunidad y de la mala
educación.
*Carlos Miloc (1932-1917) director
técnico, que al referirse al Club América dijo: “A ese equipo lo manejo por
teléfono.”
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