viernes, 8 de enero de 2016

Es un negociazo

A las 12:19 de éste viernes 8 de enero de 2016, la cuenta de twitter de Enrique Peña Nieto difundió: “Misión cumplida: lo tenemos, quiero informar a los mexicanos que Joaquín Guzmán Loera ha sido detenido”. La declaración confirma la narrativa para la segunda mitad del actual sexenio: el combate al crimen organizado.

Horas antes del twitter, la preparación de éste blog ya tenía como materia de exposición la renovada magnificación del tema de la seguridad sobre el pliego informativo que generaron los hechos violentos perpetrados por la delincuencia en distintos estados del país, destacando la entidad de Morelos, el homicidio de la presidenta municipal de Temixco y la entonces divergencia sobre el mando único policiaco, entre el gobernador Graco Ramírez y el presidente municipal de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco.

Para entender la gran dificultad que representa combatir a los cárteles delictivos, hay que empezar por destacar qué se cuece con el crimen organizado, afirmación de Perogrullo, un negocio que enriquece a sus emprendedores y a sus colaboradores. Las cantidades que maneja este tipo de empresa son multimillonarias, tanto como para ser reconocida por la revista sobre negocios Forbes. Y el motor de la codicia, como en toda empresa que se precie de serlo, no tiene límites. Este perfil empresarial en el desarrollo de actividades ilícitas con mucho dinero de por medio no se puede menospreciar. Por eso se da la morosidad y el juego de complicidades que evitan realmente reducir a la delincuencia de alto impacto, el dinero se impone.

Más allá de ser efectistas y parciales con la difusión de la información gubernamental, ésta tiene que ser lo más completa posible, dar cuenta del conjunto y no sólo del evento. Por ejemplo, cuántos cárteles ha reducido a mínima expresión la actividad de inteligencia de la Policía Federal; cuántas investigaciones de la inteligencia financiera de Hacienda han congelado la cuentas en banco de la delincuencia; cuántas concesionarias de autos han generado denuncias de compra ventas sospechosas; por el lado de los gobernadores y los presidentes municipales ¿Conocemos el número de denuncias documentados en contra de los cárteles ingresadas por los titulares de éstos niveles de gobierno? ¿Han llegado a conseguir aprehensiones y resoluciones punitivas?


La recaptura de Joaquín Guzmán Loera es oportunidad para hacer lo no hecho, solventar omisiones, darle orden a la maraña burocrática de organismos y dependencias, empezar a darle dignidad a la oficina de Estado diseñada para combatir a la delincuencia organizada (SEIDO) sacarla de la penumbra y hacerla portavoz oficial al respecto y dueña del proceso de persecución,  captura y consignación. O de plano, si se trata de un elefante blanco mejor encargar a la Secretaría de Marina, pero no más ficciones con esquemas de coordinación elusivos de responsabilidades.

No hay comentarios.:

Powered By Blogger