martes, 27 de agosto de 2013

La tozudez de la destrucción


Con pertinaz pseudociencia dogmática se demuelen instituciones para dar paso a instituciones porosas, cimentadas en la fragilidad del dejad hacer, dejad pasar. Luego entonces, no hay tejido social que se adhiera a las instituciones. La cultura es mi yo, que sólo habla de mi y fuera de esos términos no hay conversación posible. Mónadas enloquecidas que se ufanan de la actitud como guía sin prestar atención a los contenidos. Para entender lo que significa actitud sin adscripción a valores definidos.

En esas estamos, con un movimiento magisterial ninguneado y respondón que toma por asalto las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México. Ahora que los maestros disidentes son visibles se les aposta en clave fascista, en aras de la calidad educativa.

No se cuestionan si la calidad educativa es estructural o en qué momento se perdió, lo cierto es que la educación ha sido rehén de políticos, líderes gremiales y partidos políticos. Nada se ha movido en ése ámbito sin interés político. La salida construida hace años a partir de la descentralización educativa fue un fiasco. Los gobernadores no pudieron con la responsabilidad de hacerse cargo de la educación y recurrieron al expediente  manido de hacer de los profesores base de apoyo. A la mano están los actuales gobernadores de Guerrero y Oaxaca, no son los únicos, ni serán los últimos.

¿Se puede hacer una reforma educativa sin hacer una reforma de la sociedad? Es decir, mejorar la educación sin mover la socialización que promueve el modelo económico imperante, el cual puede prescindir de la educación pública pues en su lógica la educación que vale es la privada. Que a unos les toque educación, que a los demás se les adiestre en la capacitación, que hagan algo con las manos (Gabriel Zaid) Todavía más salvaje, interesarse sólo por hacer negocios (José Manuel Romero Coello)

Hacernos a la idea del mundo que se ha creado es el principio de una buena reforma educativa. De otra manera lo ganado en el aula se pierde en la tele comercial. Porque en ese mundo están inmersos, no precisamente coludidos, tus hijos, mis hijos, nuestros hijos.

Ese mundo que adquiere los trazos de un cuadro de horror es muestra espantosa revelada por el hallazgo de una fosa clandestina con doce cadáveres descuartizados, de los que se supone ahora corresponden a las identidades de los jóvenes secuestrados hace tres meses en un bar de la Zona Rosa en la Ciudad de México.

Fuera de la nota roja y lo meramente policíaco, esta desgracia es la oportunidad para conocer de lo que están hechos los sueños del mundo real. Hacer historias de familia de cada uno de estos jóvenes y en ellas encontraremos que la educación, el sistema escolarizado por extensión, no les mereció el mayor de los intereses. Y mucho se encontrará en el perfil de estos jóvenes la marca de una sociedad del entretenimiento y el consumo, que los refundió en el calabozo del egocentrismo, con aversión al compromiso con su entorno social.  

El bar heaven como metáfora del capitalismo salvaje, aún sin descifrar por un oficio político decadente.

No hay comentarios.:

Powered By Blogger