miércoles, 13 de marzo de 2013

El mito de la presidencia democrática


El interesante artículo de José Carreño Carlón aparecido en El Universal,  “103 días de Peña: ¿contar su historia es hacer su historia? http://www.eluniversalmas.com.mx/editoriales/2013/03/63502.php conviene considerarlo para hacer un planteamiento alternativo. Los primeros días o los trabajos para construir el mito de la presidencia democrática.

Dicho así, amerita dos acotaciones: Primero, no considero al mito en el significado vulgar y de uso corriente que lo iguala con la mentira o el embuste. Para mí no tiene ese significado, digamos peyorativo. Se trata de un valor simbólico que se imprime en la conciencia de una comunidad, pueblo o nación. Siguiendo disertaciones del Círculo de Eranos, el mito es una historia, una narración, un relato, que se expone para dar cuenta del origen del mundo, la acción de las divinidades, la vida trágica de los héroes, la invención de las actividades primarias, hasta la lección que nos guardan los cuentos de hadas.

La segunda acotación es una convicción personal, en la cual considero el mito como un elemento del ejercicio del poder. Algunos gobernantes lo intentan, no todos logran su realización mítica. No todo gobernante lo ve así y no digo que así lo vea Enrique Peña Nieto. Lo que aquí sugiero es una mirada externa, fuera del poder, que apunta la construcción mítica que se contiene en la propia elaboración discursiva del Presidente.

Peña Nieto ha nombrado a su saga como la presidencia democrática. De la que él es su propio poeta (narrador) Su relato está urdido de diálogo con las principales fuerzas políticas, en tanto partidos y con su expresión parlamentaria. Diálogo que va dando forma a la formulación de reformas encaminadas a la transformación del país. En este camino se encuentra el Pacto por México, la reforma educativa, la de telecomunicaciones, a la administración pública federal, la nueva ley de amparo, todas ellas avanzadas con inusitada velocidad. Un menú de reformas que posiblemente se concluya en dos años, el primer tercio de la gestión, de seguir a ese ritmo.

Si se logran los propósitos de restablecer la paz (tema de la inseguridad) reducir la exclusión (principalmente la que se expresa como desigualdad social) elevar la calidad educativa (adquisición de habilidades y formación de valores) entre otros propósitos, entonces para el 30 de noviembre de 2018 el mito efectivamente hará historia o de lo contrario se agregará un eslabón más a la cadena de decepciones.

Benito Juárez y Lázaro Cárdenas son ejemplo de presidentes míticos. Uno del Estado laico y la restauración de la república, el otro del nacionalismo económico y la justicia social.

No hay comentarios.:

Powered By Blogger