Son más de 72 horas y los sucesos
de la mañana del viernes 24 de agosto en la carretera libre México-Cuernavaca
siguen sin ser aclarados. En el municipio de Huitzilac, Morelos, muy cerca del
Distrito Federal, policías federales, dos agentes de la embajada estadounidense
y un miembro de la Marina se enredaron por falta de comunicación. Persecución,
agresión, retén desobedecido o de plano confusión, no se tiene claro que pasó
más allá de lo inocultable: doce policías bajo investigación, dos personas
heridas (los norteamericanos) y una camioneta blindada agujereada por las
balas.
Extraño caso que amenaza dar
cauce cierto a la desestabilización o lo que he llamado aquí, el juego de
socavar el proceso electoral 2012. No se nos olvide que el proceso concluye
técnicamente con la declaratoria de presidente electo por parte del tribunal
electoral. No sólo el Movimiento Progresista está interesado en echar abajo la
elección, el actual gobierno y su partido tampoco dan muestras contundentes de
aceptar su derrota.
Dónde está la voz de Alejandra Sota,
vocera de la presidencia. Dónde está la voz de Alejandro Poirè, secretario de
gobernación. Dónde está la voz de Marisela Morales, procuradora general de la
república. Dónde está la voz de Genaro García Luna, secretario de seguridad
pública federal. Dónde está la voz de Francisco Saynez, secretario de la
marina. Dónde está la voz del presidente Felipe Calderón que no ha solicitado
una cadena nacional para atajar la desinformación. Por qué el hermetismo de Washington
y de su embajada en México, por el contrario, es inusual su actitud.
Bajo otras circunstancias, el
maltrato a vehículo y personal de la embajada sería pretexto para desencadenar
la ira del Tío Sam. Un evento que se parece al ocurrido el mes de febrero de
2011, en la carretera de Querétaro a San Luis Potosí, la historia de un falso
retén y un agente del Instituto de Inmigración y Aduanas, Jaime Zapata, abatido en una persecución por
evadir el “retén”. Y si nos remontamos a 1985, al oscuro asesinato del agente
Enrique Camarena Salazar y el origen de la intervención del gobierno de Estados
Unidos para incidir en el combate al narcotráfico.
Los mexicanos estamos sin
información, será porque el fracaso rotundo no tiene voz, es un silencio
ensordecedor que no encuentra el vocero oficial adecuado. El fracaso de la
coordinación del gabinete de seguridad para enfrentar al crimen organizado
redobla la inseguridad. Esto salió de
control. O así está planeado, con todo y el recrudecimiento de la violencia, para
complicar el regreso del PRI y el arribo de Enrique Peña Nieto. Quién más,
además de López Obrador y sus seguidores, está en el plan anti-Peña.
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