No puedo hablar de lo sucedido en
los debates que organizó el PAN entre sus candidatos pues no los vi. Nada más
estoy informado de lo que ha salido en la prensa. La opinión generalizada se
muestra decepcionada por el espectáculo ofrecido. Y no es que se trate de un
asunto de interés muy popular. Se trata de eventos que debieron conmover a
quienes siguen el curso de la política nacional. Lo que se dice de este
singular intercambio es que no representaron un debate con ideas atractivas, que
lo atoró el interés del presidente Calderón por imponerse. O sea que el debate
estaba intervenido desde Los Pinos.
Lo que se diga no atina a la nuez
de un debate, la personalidad de los debatientes. Es muy difícil armar un
debate cuyos animadores son una beata, un fatuo y un sociópata (Vázquez Mota,
Creel y Cordero) Un trío de espanto para la elocuencia: la que implora a Dios
su viudez, el que engola su verbo a falta de razones y el chaparrito antisocial
que amenaza con más sopa de macroeconomía. Es imposible. Lo que aclara el
debate es la pérdida de sustancia en Acción Nacional, incluso del activo que se
han jactado poseer: la decencia. Pero todo eso se acabó con Fox. De ahí en
adelante la vulgaridad, la impostura y el maquillaje son las constantes del
partido de la derecha.
Ya veremos la noche del 5 de
febrero, si es efectiva la operación, el manotazo, la orden: No se hagan bolas,
el bueno es Felipe Cordero.
En este momento, para no perder
más el tiempo en el seudodebate, lo que está para conmocionar es el
reforzamiento del operativo militar en Michoacán. Leo en la página cinco de La Jornada: “Llegan 4 mil militares a
Michoacán para reforzar el combate al crimen” “Uno de los objetivos del
Ejército es detener a miembros de Los
caballeros templarios” Ya suman 10 mil soldados de comisión en Michoacán.
Una vez más es evidente la ausencia de la Procuraduría General de la República,
de la SIEDO en específico. Bueno, es que tiene otras ocupaciones, perseguir a
los priístas.
Esta avalancha militar no canta
mal las rancheras. Téngase presente que en este mes toma posesión Fausto
Vallejo como gobernador constitucional de Michoacán. Acaso se le prepara un
comité de recepción verde olivo, de mantenerlo encorsetado por la milicia o de
plano que no llegue a tomar posesión del cargo que ganó en las urnas. Las
fuerzas políticas de oposición, los medios y la sociedad en general deberán
estar muy atentos. Ya sabemos cómo se las gasta Calderón y créanme que no es
contrario a su naturaleza fraguar otro michoacanazo. Lo escrito aquí, más que
una exageración, es el seguimiento previo del patrón conductual autoritario que
le caracteriza al Presidente.
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