Se cayó

Después de una década, poco más, la expectativa de una gobernabilidad democrática producto de la alternancia en el ejercicio del Ejecutivo federal está por los suelos.

De Vicente Fox qué se puede decir, su ignorancia no daba para más. Eso sí, fue claridoso cuando afirmó que su gobierno sería de y para los empresarios. Fue consecuente con el sesgo con el que definió a su gestión. La democracia no era su proyecto.

De Felipe Calderón, vaya, el deterioro es mayor. De facto, sin exponerlo, gobierna para sus amigos y empresarios que le son adictos. Por algo las cosas han empeorado y la normalidad democrática no tiene lugar.

Por más que se presuma estabilidad macroeconómica, la economía sigue prendida de alfileres que saltarán al primer viento ciclónico que provenga de los Estados Unidos. No tenemos una economía autosostenible, la globalización nos quitó ese privilegio como país.

De la lucha en contra del crimen organizado sólo sangre derramada reporta, poco se dice acerca de que ese mercado prohibido esté en vías de extinción. No se esgrime experiencia internacional que demuestre la anulación del crimen organizado. Digo que no se esgrime porque a la mejor en algún país sí han podido imponerse en contra del crimen organizado (Reconozco mi falta de información)

Tan ineficaz ha sido esa estrategia que hoy existe una movilización social en contra de ella. Movilización que con el apoyo civil y sin partido que la aliente, está en caravana hacia Ciudad Juárez. No se trata de dejar impune al crimen, que quede claro. Lo que se exige es no utilizar la mentada estrategia para habituar conductas dictatoriales de parte del gobierno federal.

Otro problema que cabe anotar, es la retrograda intención de Felipe Calderón de querer imponer a su sucesor. Ya soltó la “cargada” a favor de Ernesto Cordero. La apuesta está de risa. Magú ya le cedió los trastos, Cordero se caricaturiza a sí mismo, no necesita de intermediarios. La audiencia debe tener algo muy claro, no es lo mismo la Actuaría que las Matemáticas. El actuario aplica fórmulas, el matemático hace demostraciones. Para decirlo breve, el actuario es un parásito de las Matemáticas.

Las cosas ya están complicadas, pero hay que complicarlas más, al menos eso es parte de la estrategia del grupo en posesión de Ejecutivo federal. Otro de los propósitos “constructivos” del actual sexenio es destruir al PRI. Ya circulan filtraciones que no merecen desmentido oficial, aunque lo merecerían. Si no se da el desmentido es porque Felipe Calderón ya se cayó de la silla y no quiere darse cuenta. Cuando uno lee las Serpientes y Escaleras de Salvador García Sotohttp://www.eluniversal.com.mx/columnas/90009.html, donde se platica una sobremesa de contertulios panistas a la que asistió Felipe Calderón y en la que dijo que no sería el Zedillo del PAN –esto es que no cedería el poder a la oposición- lo menos que se puede esperar del vocero de Los Pinos es negar la especie. No ocurre así.  La especie circula sin que haya vocero que la afirme o la desmienta. La cosa está de locos cuando se filtra que la elección del 2012 será un plebiscito entre el presente y el pasadohttp://columnas.ejecentral.com.mx/estrictamentepersonal/2011/06/06/culpas-del-pri/. Es una pendejada. El presente no ha demostrado ser mejor que el pasado. Peor aún, es un regreso al pasado del pasado.

Felipe Calderón no se ha dado cuenta que está en tránsito de revivir el pasado de otros presidentes. Como el “incomprendido” Gustavo Díaz Ordaz que no aceptó su calidad de asesino, como  el que negó sus responsabilidades (Luis Echeverría) o como el que navegó en una mar de corrupción (José López Portillo). Calderón es un presidente retro.