Supongo que el año pasado, cuando en el gobierno federal no encontraban logros con los cuales revalidar la precaria “victoria” del 6 de julio de 2006, después de que la estrategia de construir un ídolo se vino abajo en un jet en noviembre de 2008, el círculo del presidente Calderón se reunió para definir lo que convenía hacer al respecto sobre una base negativa de realidad: no podemos vender el fracaso a los electores.
Inició 2009 y la recesión económica ya no se pudo ocultar más. El fracaso tenía ya un propagandista adverso a la revalidación del gobierno: la economía. Sin darle muchas vueltas este año el PAN gobierno recurrió a las fórmulas de Antonio Sola: vender el miedo apoyándose en la inequidad de la contienda electoral a favor del partido en el gobierno. Restablecer el escenario de la farsa electoral. Esto ha sido suficiente para alimentar el razonamiento y la propaganda a favor de la abstención.
A quién beneficia está orientación de la opinión pública del no voto, del voto anulado o voto en blanco. Beneficia precisamente a los fracasados que han montado la campaña de miedo acompañada de la campaña anticrimen del gobierno: beneficia al PAN.
A como dé lugar, Felipe Calderón y sus validos hacen lo que se les ocurre para ocultar el fracaso ¿Lo lograrán? Lástima que en el país la democracia electoral haya quedado frágil y sometida frente a la oligarquía. Esa oligarquía sobre la que se sostiene el actual grupo que tiene en sus manos el aparato del gobierno federal. En el ocultamiento del fracaso participan de manera decisiva la radio y la televisión. ¿Por cuánto tiempo se podrá mantener esta operación?
En qué se cifra el fracaso del PAN gobierno. José Antonio Crespo lo sugiere (Excélsior 05-06-2009): la confianza en las instituciones políticas junto con un país en crecimiento económico han sido dilapidados. Eso no es todo, los encargados del gobierno federal en los últimos nueve años han sido incapaces de administrar los recursos públicos. Ayer todos los diarios consignaron datos proporcionados por la Auditoría Superior de la Federación y La Jornada lo cabeceó así: “En el aire, 120 mil millones del gasto 2007”. Esto sin sumar el subejercicio de los tiempos de la pareja presidencial. Cuántas cosas se dejaron de hacer o se hicieron mal. Un buen ejercicio hubiera redundado en el desarrollo social y hoy no hablaríamos de La Familia michoacana, que evolucionó de ser un grupo delictivo en incipiente movimiento social.
Ahora el PAN gobierno pretende que la sociedad ignore su fracaso como gobernantes con una media verdad: la criminalidad la heredamos de los gobiernos del PRI. Bajo ese argumento llaman a votar para que la delincuencia no nos gobierne. Ocultan el hecho de que con el PAN el crimen organizado se diversificó más allá del narcotráfico, al grado de recaudar dinero para que gente dedicada a sus empresas pudiera trabajar. La industria de la extorsión se fortaleció. Y México se hizo más violento, nada más 12 mil ejecuciones en lo que va este gobierno.
Qué grande es el miedo a rectificar, para ello se requiere un atributo: grandeza.
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