Dicen por ahí que comenzaron las campañas electorales de cara al 5 de julio del 2009. Dicen por decir, pues los inicio formales siempre son avasallados cada que quieren los directamente interesados.
No se sabe cuando empiezan las campañas, ni cuando acaban, es el legado de Vicente Fox, aunque a este infausto personaje se le quiera incinerar por otro legado, por las malas cuentas que le dejó al país.
El ventilador está a modo, hay mierda suficiente, hasta donde los contendientes decidan hacer uso de ese material. Que no se quiera embijar en el estercolero a la libertad de expresión, no confundirla con la agresión. Hipotéticamente, en esta competición que no es deportiva, ni empresarial, ni corporativa, cualquier resultado si es limpio dará satisfación a la mayor parte de los ciudadanos. La realidad es que donde manda plutocracia no gobierna democracia.
Como están las cosas no hay ánimos para elegir, entre el pasado y el presente no hay lugar para el futuro. Nos ha robado el futuro el tsunami económico, de la mano con la violencia del crimen organizado. Como salido de los escombros de otro sismo, el de la ineptitud, un presidente devaluado nos vuelve a decir que México sigue en pie (un clásico proferido en 1985).
Para los ciudadanos que decidan emitir su voto y que al mismo tiempo no se identifican con ningún partido, su definición estará marcada por dos temas: el de la economía y el de la seguridad. El de la economía entendido en términos de fuentes de empleo y rendimiento de los ingresos frente al demonio de la inflación, entendido que no se aviene con las deshumanizadas cifras de la macroeconomía.
Respecto a la seguridad, la ciudadanía sólo pide instituciones que funcionen, pues está comprobado por las noticias que se difunden, que las autoridades de todos los niveles son amilanadas por el crimen organizado.
Debido a la polarización que ha propiciado el dirigente de Acción Nacional se está empujando la elección hacia un referéndum del actual gobierno federal. Así dispuesto, los resultados difícilmente aplacarán los enconos. El día después será prueba para la concordia de una sociedad dolida por los abusos de la oligarquía. Es la misma estrategia de 2003 y no le resultó al PAN, fue el santo y seña para preparar la imposición del 2006.
Los partidos están en campaña ¿Lo estará la sociedad?
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