Hay nuevo aeropuerto, el cual ha
servido de motivo para exhibir a la oposición en su mendacidad. Se prometió
echar abajo el proyecto de Texcoco durante la campaña de Andrés Manuel López
Obrador en 2018 y se ratificó mediante consulta popular ese mismo año. Quedó
inaugurado el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles el lunes 21 de marzo
recién. El hecho fue acompañado de noticias falsas de parte de la oposición al
proyecto, negando o desestimando las razones que llevaron a cancelar el
proyecto planeado sobre el Lago Nabor Carrillo ubicado en el ex Vaso de Texcoco.
De manera puntual el anterior
proyecto -NAIM- se esbozo en un esquema pervertido de negocios muy
característicos del PRIAN: usar recursos públicos para fondear la privatización
al margen del libre comercio. Este esquema se aplicó en la reprivatización bancaria
y su consecuente rescate mediante el FOBAPROA. También se mostró el esquema en
la privatización del sector salud. Y no se diga en la privatización de los
energéticos, de PEMEX y la CFE. Ese camino seguía el NAIM, un barril sin fondo.
Mucha inversión pública directa a la acumulación privada. Las consideraciones
ambientales, aeroportuarias y el servicio a los usuarios eran lo de menos. El
propósito abusivo era obtener beneficios desde antes de concluir la obra ¿Cómo?
Exprimiendo los recursos públicos de lo recaudado a los contribuyentes o endeudando
al país. Por eso daban largas a la construcción, como en el Tren México-Toluca
que finalmente dejó inconcluso la administración de Peña Nieto. Una construcción
transexenal en el modelo de extracción de recursos públicos sin fin. Ése fue el
cuestionamiento de la 4T rechazado por la oposición. Lo entendieron muy bien,
el AIFA contravenía las prácticas consentidas de políticos y empresarios muy
duchos en defender el libre comercio con cargo al erario.
Tampoco demos crédito al cuento
de que se trata de un asunto local, de esto sólo ocurre en México. En el mundo
los aeropuertos agregaron una serie de amenidades o parafernalias para que el
usuario estuviera más tiempo del debido. Mantener de rehenes a los usuarios se
extendió, adicionalmente, a resultas del atentado a las Torres Gemelas de Nueva
York el 11 de septiembre de 2001. Entonces se hizo obligatorio llegar hasta con
cuatro horas de anticipación, tiempo perdido en deambular, consumir, chatear.
Cuando visto con mayor funcionalidad, el usuario debería estar el tiempo
necesario para documentar, abordar y despegar, como era en los inicios de la
aviación comercial (Con el pretexto del terrorismo, en Estado Unidos las
autoridades migratorias retienen a pasajeros inofensivos si por extraña razón
están incluidos como sospechosos en su base de datos. No importan derechos
civiles, libertades, el Estado te apaña por unas horas sin importarles si arruinan
una conexión o unas vacaciones)
Como con el AIFA y otros temas
promovidos por la 4T, la oposición está desorientada, perdida en la
transformación. Se nota en los partidos que no se hayan sin el moche, en una
ajenidad absoluta de lo nacional, compartiendo con un comité de léperos que se
dicen de la sociedad civil porque no logran enraizar su liderazgo en el Pueblo.
Acostumbrados a operar en corto desde restoranes o haciendo proclamas desde
algún salón de hotel.
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