“No siempre hay que esperar lo
peor.”
“Desgraciado de aquel que mira
para sí.”
Paul Claudel
Declarada está la emergencia
sanitaria en México. Lo que sabemos del COVID-19 se encuentra a disposición de
todos, si no, hay que retransmitir la información que la autoridad sanitaria
proporciona a nuestros familiares, en nuestras redes. El propósito es disminuir
las afectaciones a la salud que causa el virus.
El virus no tiene, por ahora, una
cura específica -como ocurrió con el AH1N1 y el antiviral Tamiflu. Su
tratamiento médico es semejante al de otras gripes. Ante los síntomas,
reclusión en casa, ante el agravamiento hospitalización. Todos los que no estén
dentro del cuadro sintomático de la enfermedad, a practicar la sana distancia y
el aislamiento domiciliario. Solo salir por lo indispensable y de manera
programada.
Una parte de la sociedad y del
gobierno, unidos, tendrá sobre sus espaldas actividades imprescindibles para
que todos, como colectivo, sorteemos la curva epidémica que ha iniciado la ruta
exponencial, como ha ocurrido en otros países. El Jefe de Estado y los
gabinetes de salud, seguridad y de economía están activos. Los que se dedican a
la producción y distribución de alimentos constituyen una cadena que mantiene
su operación, salvo los individuos que representan un riesgo por enfermedad o
edad avanzada. La distribución del agua, de energía eléctrica y combustibles,
la recolección municipal de la basura, son servicios que no se detienen. Si no
se tiene función alguna en actividades esenciales, a quedarse en casa.
En una pandemia, todos los países
están expuestos. Grandes ciudades y ciudades medias son lugares propicios para desarrollar
la propagación comunitaria de la enfermedad. El efecto económico mundial está
en curso, el parón recesivo.
En países con desigualdades
sociales y una economía informal extendidas, como lo es México, se tiene ese
riesgo adicional y no se sabe con precisión hasta dónde puede golpear la
enfermedad a los más desprotegidos. Por eso los programas sociales tampoco se
pueden detener y deben ejecutarse con las prescripciones que obligan la sana
distancia y el aislamiento de los enfermos.
Esta información resumida debería
ser clara para todos, no dar lugar a la propagación de las noticias falsas,
como la que surgió el domingo 29 y se propaló por todo el lunes. Hasta
sugirieron un pacto del gobierno con el crimen organizado. Una señora mayor de
noventa años solicitó ver al presidente López Obrador -de gira por Badiraguato,
Sinaloa- para pedirle ayuda. La señora, madre de Joaquín Guzmán Loera
-narcotraficante que purga condena en los Estados Unidos- buscó la intercesión
presidencial para poder visitar a su hijo ya que necesita la autorización de la
embajada norteamericana (visado). Ese fue el hecho.
Pero qué bueno que recuerdan al
famoso criminal, quien llegó a ingresar al club de los millonarios de la
revista Forbes. Bueno para refrescar algunos datos de su trayectoria. Su
padre sembraba amapola (opio). A los 15 años, Joaquín se inició en el cultivo
de la marihuana. Estuvo bajo las órdenes del traficante Miguel Ángel Félix
Gallardo en la década de los ochentas, mismo que dirigía el cártel de
Guadalajara, quien posteriormente organizó la federación de cárteles de la
república mexicana. En 1989 es apresado Félix Gallardo y cada grupo delictivo tomó
su propia jefatura. Guzmán Loera se encargó de dirigir el cártel de Sinaloa en
medio de una sangrienta lucha con sus rivales. En 1993 es apresado y remitido a
la prisión de Puente Grande en Jalisco. En el año del 2001, apenas iniciado el
gobierno de la alternancia que se le concedió al PAN en la persona de Vicente
Fox, el terrorífico narcotraficante se fugó y se mantuvo prófugo durante dos
administraciones panistas. En la de Felipe Calderón alcanzó acuerdos de alto
nivel con el secretario de seguridad, Genaro García Luna, quien se encuentra
preso actualmente en Brooklyn, Nueva York. En febrero de 2014 fue de nuevo
detenido y remitido al penal del Altiplano en el Estado de México. No duro mucho,
en julio del 2015 se volvió a fugar. Para enero del 2016 fue recapturado, en
parte, por la fuerte presión del gobierno de los Estados Unidos. En 1917 fue
extraditado al vecino país, donde fue enjuiciado y condenado el año del 2019
¿Cuántas autoridades se plegaron a Joaquín durante su carrera delictiva?
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