Recurrente es la información
periodística que nos habla de la debilidad del Estado de derecho, de su
impotencia para hacer de la justicia el fiel de la balanza en la convivencia
social. Leer a constitucionalistas, juristas y, hasta magistrados, azorados por
no encontrar la cuadratura al círculo para la formación de un Estado capaz de
dictar lo justo. Dar por irremediables las deficiencias del Estado de derecho
(en México), está desahuciado.
Asumir al mercado como la norma
imperante y totalizadora de toda relación social. Tan dominante como para hacer
del delito una comisión que se purifica por el influjo o participación del
mercado. La maravilla por medio de la cual el crimen organizado, la evasión
fiscal y la corrupción (de los políticos-funcionarios) se encastra a la
economía de mercado*.
Sin hacer un análisis económico,
más bien una perspectiva semiótica -referente a los signos- se puede atisbar
como se da el encastramiento del delito en el mercado.
Si el torrente monetario que
forma el mercado se representa con el signo de $. Si existe una masa monetaria
formada por el crimen organizado y se representa con el signo $, además se
conforma otra masa monetaria procedente de la evasión fiscal representada por
el mismo signo de $, y finalmente, otra masa monetaria formada vía la
corrupción del alto funcionario se mimetiza en el mismo signo $.
Se entiende como el dinero sucio
representado bajo el mismo signo se integra/identifica con el torrente
monetario del mercado. El mercado por sí mismo, salvo por obligación de la ley
cuando es efectiva, no discrimina entre el dinero “sucio” del “limpio”. La
supuesta antena parabólica en la que el mercado recibe y emite señales de dónde
y cuándo invertir es una cuestión esotérica para la mayoría de los mortales,
como yo. Sólo las casas calificadoras que actúan como médiums o madamas, se
arrogan la capacidad para decodificar las señales que se trasmiten en la
parabólica del mercado, informando donde invertir y donde no. Ese pase mágico no
alcanza para identificar el delito.
Es inexistente un mecanismo de mercado que
todos los días detecte y margine, de manera natural, el dinero proveniente del
crimen organizado, de la evasión fiscal o de la corrupción. Por el contrario, hay mecanismo financieros y de empresa que sirven para blanquear el dinero de procedencia ilícita.
Pero algo
podrido hay en Elsinor cuando agencias como el Banco Mundial, el Fondo
Monetario Internacional o la misma OCDE, se ponen a calificar la calidad del
mercado.
*Una disculpa por mentar de nuevo
el encastramiento. Remito al lector al ensayo de Karl Polanyi La economía como proceso instituido (1957).
En él se expone cómo dentro de la historia de la economía, esta tiene
modalidades de integración (reciprocidad, redistribución, intercambio) según se
trate de una sociedad primitiva basada en la simetría del parentesco, arcaica
con administración centralizada o de mercado con formación de precios. En esa
variación, el ritual, el Estado o el mercado se convierten en el elemento que
ensambla toda la vida social. Respecto al mercado Karl Marx tuvo la visión, que
se hizo dogma, de que la estructura económica determina toda la superestructura
jurídica, política, ideológica (cito de memoria) Esa es una descripción de
encastramiento.
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