martes, 29 de octubre de 2013

Lo que todo joven revolucionario ...


Hay palabras que se usan con un total desentendimiento de su significado. Palabras que han quedado degradadas a condición de cliché. Martín Alonso, en su Enciclopedia del Idioma nos dice acerca de este galicismo, acerca de cliché: “Expresión estereotipada, trivial y escasamente significativa, a fuerza de ser repetida”

Es el caso de revolucionario, que muchas organizaciones utilizan sin preocuparse por ponerse a tono con sus interpelados. Organizaciones formales como el Partido Revolucionario Institucional, organizaciones clandestinas como el Ejército Popular Revolucionario, invocan la palabra revolucionario. En medio de estos extremos una multitud de organizaciones, característicamente juveniles. Es claro que ambas organizaciones no representan lo mismo ¿O sí?

Esperar sacrificada exposición filológica no está a la mano, por el momento, este medio es un tirano. Visto lo cual, se propone un atajo con su simplificación a disculpar.

Hubo una vez, un médico llamado Georg Büchner, quien acreditó sus méritos con una exposición sobre los nervios craneales (1836) Su corta vida (1813-1837, octubre 17 es su bicentenario) no le impidió ser un crítico social y militante humanista, según Knut Forssmann y Jordi Jané. Como su vida, su obra es breve, un volumen reúne su obra completa (Editorial Trotta, 1992) de vibrante interés. Por ejemplo, su narración en torno a la biografía de Lenz, obra fundamental para el estudio de la esquizofrenia juvenil.

Büchner interpretó el imaginario de la Revolución Francesa en textos y piezas dramáticas de utilidad actual para redescubrir lo revolucionario, algunos contenidos, por supuesto. A considerar:

La muerte heroica de cuatrocientos ciudadanos de Pforzheim. Es una proclama con la cual se puede identificar lo revolucionario en su veta nacionalista.

El mensajero de Hesse. Es otra proclama en la que se encuentra otro significado de revolucionario, el antigobiernismo.
 
Nuestro autor tomó otro camino, la autoridad lo perseguía y el drama fue la salida.
 
La muerte de Danton. Pieza dramática delirante y sensual de principio a fin, que nos enseña que lo revolucionario es libertario, la libertad emplazada en contra de la desigualdad social.

Leonce y Lena. Comedia, sátira, en donde podemos encontrar lo revolucionario en oposición a lo aristocrático, a lo plutocrático, por extensión.

Woyzeck. Drama inconcluso, en la envoltura de un crimen pasional, no regatea otro empeño que significa lo revolucionario, su disposición a combatir la injusticia que se ensaña con los marginados, con los pobres.

Joven revolucionario, eres o te haces. Importa definirse, unos milímetros, más/menos, y encontramos a un joven fascista.

Brevedad y sustancia.

 

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