La estrategia anticrimen, en contra
del crimen bien armado y de actividad diversificada –drogas, extorsión y secuestro-
ha integrado el día de hoy el componente de la prevención social del delito y
la violencia. Bien por el gobierno. Desde el estado de Aguascalientes el
presidente Enrique Peña Nieto anuncia el programa ídem y su correspondiente
comisión intersecretarial conducida por la Secretaría de Gobernación. Atacar las
causas estructurales, no se mencionan, que se encuentran, eso quiero entender,
en la marginación y la desigualdad social. Es un paso que tarde o temprano
tendrá que poner atención en la economía.
Para esta línea no se requiere
tanto de la fuerza pública, del uso de las fuerzas armadas, el Ejército y la
Marina, así como de la Policía Federal que se mantendrán en el eje represivo,
coercitivo, de sometimiento por la fuerza al crimen organizado. Tampoco se
menciona a la Procuraduría General de la República, encargada de investigar y perseguir
el delito, la otra pinza. De tal manera, con este tridente se tiene en el papel
una estrategia completa. No me queda claro a qué viene la convocatoria asociada
a las organizaciones de la sociedad civil. Es una responsabilidad de los tres
niveles de gobierno indelegable, para eso son gobierno. De qué se trata esa
convocatoria ¿De adoptar el modelo de las policías comunitarias que son
expresión de la sociedad civil organizada?
Mucho cuidado se habrá en
observar dentro del programa la no estigmatización de los pobres como
portadores de la violencia por sus condiciones de vida precaria. Tampoco se
puede omitir que desde la opulencia se tienen condiciones de mayor impunidad
para participar en el crimen organizado, poco se ha avanzado en la investigación
del sistema bancario, especulativo y financiero. Los delitos
de cuello blanco pues.
Quiero creer que la investigación
se está haciendo de manera consistente, sin intención política de grupo,
facción o partido. Una manera de demostrarle a la sociedad de que la conducción
de los asuntos públicos ha tomado un rumbo promisorio sería dejar plenamente
esclarecido el teatro de desmanes que presenciamos el día primero de diciembre
pasado. Con la misma expectativa esperamos la investigación del estallido en el
complejo de PEMEX, edificio B2, del 31 de enero recién. Ya el secretario de
gobernación ha sido claro al respecto según lo que se trascribe de Milenio.com:
“Pueden pasar una o dos semanas
para determinar las causas de la explosión en el edificio B2 de Petróleos
Mexicanos, pero aún no se puede determinar qué tipo de gas la detonó y lo que
se diga hasta el momento son solo especulaciones, aseguró el titular de la
Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.”
“La experiencia internacional es
que puede pasar una semana, dos semanas, varios días, hasta determinar
exactamente el porqué, el tipo de gas que ocasionó esta tragedia y los otros
factores”
“Se está revisando a fondo, se está revisando
toda la tubería que pasa para dar una explicación lo más cercana a la realidad.
Es muy técnico lo que tiene y tiene que ser con gran certeza de que lo que
ahora se informe sea estrictamente, al final, la conclusión de lo que ahí
sucedió”.
“Osorio Chong dijo que los
expertos de la UNAM, del Instituto Politécnico Nacional, de la Policía Federal,
de la Procuraduría General de la República continúan sus indagatorias, por lo
que será el propio procurador quien dará a conocer en su momento el avance de
la investigación y en su caso fincar las posibles responsabilidades.”
Un gobierno legítimo no puede
subrogar su voz por la de un ente privado, como mal hizo del director de PEMEX.
De incurrir en dicha aberración sería como dinamitar el Estado de derecho. Por
eso se espera que pronto la PGR dé los resultados fidedignos de la
investigación y disponga lo conveniente en el convencimiento de cero impunidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario