Después del segundo debate entre
los presidenciables no se movieron las posiciones respecto a las preferencias
electorales para elegir presidente. Enrique Peña Nieto sigue encabezando las encuestas en
calidad de favorito. El asunto a dilucidar es por cuánto margen se alzará con
la victoria. Por el bien de todos, su margen de votos a favor tendrá que estar
por el encima del cuatro por ciento arriba de Andrés Manuel López Obrador.
Menos que eso el conflicto poselectoral es de esperarse. Sólo así, con una
victoria contundente se tendría que dar el siguiente paso, acordar con la
izquierda, pues la derecha ya jugó con una candidata que no dio el ancho.
La cuestión es hacia dónde se
moverá el voto útil. En el 2000 la izquierda ofrendó el voto útil a favor de
Vicente Fox. En el 2006, el PRI aportó la cuota de voto útil para que ganara
Felipe Calderón. En el 2012 el voto útil será del PAN hacia el PRI. Lo que
puede cambiar ese escenario es la continua intervención desde el gobierno
federal para voltear el orden de las preferencias. También lo puede cambiar el
ímpetu del movimiento juvenil para orientar indecisos y a los abstencionistas
y/o anulistas. Estamos en el terreno de la especulación.
Lo verdaderamente importante del
nuevo gobierno será modificar las pautas que ha seguido la docena del PAN en el
poder, sacar a la administración pública federal del desastre en el que se ha
estancado el ejercicio gubernamental. Sin ello cualquier propósito será nonato.
Es lamentable que gobiernos que
han contado con grandes recursos presupuestales los hayan desperdiciado de
manera tan escandalosa. En la política social y agropecuaria la corrupción ha
dado lugar a los nuevos ricos de extracción blanquiazul. En materia de salud,
los reflectores sobre el seguro popular han sido penumbra para el Instituto
Mexicano del Seguro Social y para el Instituto de Seguridad Social al Servicio
de los Trabajadores del Estado. La política de vivienda ha producido casa
habitación abandonada, desocupada y con una cartera vencida de la que no se
quiere hablar oficialmente. De la educación se ha insistido en la tendencia de
fortalecer y enaltecer a la educación privada por sobre la pública. En materia
laboral la política es debilitar los derechos laborales de los trabajadores e
incorporar a las nuevas generaciones al margen del derecho laboral y de manera
clara en el sector informal. En materia de seguridad pública los números están
escritos con sangre. Por lo que a las relaciones con el exterior se refiere el
concepto soberanía ha desaparecido y con el va la seguridad nacional.
Los panistas no supieron gobernar
por su aversión a la administración pública. Con recursos del erario la alta
burocracia se vio en el espejo del empresario, dos mundos que se conectan pero
no se comparten.
¿Qué va a hacer Peña Nieto con
esta realidad? Lo que decida es importante para cualquier tipo de proyecto que
quiera realizar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario