He comentado que en el actual
despliegue de campañas por la presidencia se reeditan guías ya experimentadas
en la orientación del voto. Una es la excitativa a ejercer el voto útil, con
ello se logró la alternancia y se perdió la capacidad de la administración
pública federal como factor igualador que contrarresta las diferencias
sociales. El otro punto es la campaña negra en contra de un candidato, el
resultado ya lo sabemos, se dividió a la sociedad y se incrementó la violencia
del crimen organizado.
Al correr los días, después del
11 de mayo, sugerí que a algunos les resultaría favorable extender el efecto de
la protesta anti-Peña hasta el día de las elecciones. No veía capacidad de los
estudiantes para extender la protesta. Y vaya que han sorprendido a todos.
Obliga a no quedarnos con la sorpresa y analizar el fenómeno que ha desatado:
un clima expresivamente adverso a la candidatura de Peña Nieto.
La última vez que vi un clima
adverso entorno a una candidatura fue durante la campaña presidencial de Luis
Donaldo Colosio en 1994. Era una adversidad soterrada, en parte, que procedía
de adentro de la clase política priísta. El desenlace fue fatídico: el
asesinato del candidato. La adversidad que aqueja a la campaña de Peña Nieto
tiene un actor visible, un sector de los jóvenes. Con claridad hay que decirlo,
muchos jóvenes también están con el candidato priísta.
Los actos del candidato priísta
ya tienen un patrón de acoso. No sería mejor agregarse abiertamente por
cualquiera de los otros candidatos y sumarse a sus campañas. Qué no tienen
derecho en el PRI, como los demás partidos, a desarrollar sus eventos sin
piquetes reventadores. Hay una fiebre de linchamiento que excita mórbidamente. Y
si pasa una desgracia, quién se hará responsable: nadie. Los más cínicos dirán
¡Fuente Ovejuna! Socarronamente el presidente Calderón y el encargado de
Gobernación alientan la protesta estudiantil en contra de Peña Nieto. No menos
socarrón, López Obrador tripula la protesta con disimulo. Josefina Vázquez Mota
también se sube al carro de los protestantes.
Qué tal si en este ambiente
aparece un asesino solitario y victima a cualquiera de los candidatos ¿Se
podrían realizar elecciones con normalidad? Acaso se está calculando que en el
20 por ciento de las casillas se den las irregularidades suficientes,
considerando desde su no instalación, para cancelar todo el proceso electoral.
Los riesgos de un proceso
electoral frustrado aumentan. En buen momento Televisa ha declarado transmitir en
cadena nacional el próximo debate de junio. No será suficiente sino se adoptan
otras medidas, no precisamente relacionadas con las elecciones. Es el momento
de que el sector de las telecomunicaciones deje de actuar como actor político,
que no se olviden que son concesionarios del Estado, que usufructúan un
servicio público que no les otorga derecho a sustituir a los partidos. Que se
limiten a informar y ya.
Las
campañas requieren que los candidatos, todos, sean cuestionados pero no
acosados. Es saludable que se expongan y expongan en un terreno parejo. El
ejercicio de este día, en el que los candidatos pasaron como patitos de feria
en Chapultepec ante el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad es prueba a sus
capacidades para aceptar la crítica, para humanizarse. Para dar cuenta de su
humildad y de su soberbia, de su verdad y su mentira. Para que sepan que son
del mismo costal.
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