No veo al candidato presidencial con
la fórmula de revertir, no estoy usando la palabra acabar, de reducir la
corrupción, el uso ilegal de los recursos públicos para beneficio del servidor público y sus allegados, destacadamente
sus parientes. Leo la de ocho en El
Universal: “Se dispara fortuna de mando de Semar”. http://www.eluniversal.com.mx/impreso/wportada_20120409.pdf
El jefe de ayudantes del responsable del
despacho de la Secretaría de Marina, encargado de la seguridad del Secretario y
de su familia, quien guarda sus secretos, adquiere bienes que no son
proporcionales a sus ingresos como servidor público. Francisco Gerardo Martínez
Pastelín le ha sacado buena tajada al pastel. No vaya a creer que el susodicho
roba, resulta nada más que también es bueno para los negocios, según él (El
caso se puede multiplicar por cientos y de todos los colores) No checa que
teniendo actividades tan delicadas y de tiempo completo se tenga tiempo para
hacer negocios, y en el caso que se presenta, hasta sobra tiempo para dedicarse
al golf.
Pero así es, la concurrencia entre
el manejo de presupuesto, charola y biznes. Conjunción trinitaria de la
corrupción que es de lo más común, que funciona aquí y allá, con la seguridad
de que no pasa nada. Uno de los beneficios agregados a la política, no sólo es
el poder por el poder ¿Pues por qué será que se pelean? Tengo la certeza de que
con los recursos que se roban, tanto en el presupuesto de seguridad, en
programas como Procampo y organismos de vivienda como el FOVISSSTE, tendríamos
la posibilidad real de Vivir Mejor. Pensar que cada uno de los candidatos
podría ofrecer una lista de los raterazos que están adulándoles a su alrededor.
Ni Gabriel Quadri se escapa, tiene a su lado a Elba Esther & Co.
Pero no acaba ahí el espeso
potaje que aviva la desigualdad. No veo al candidato presidencial que proponga
medidas para inhibir el fraude, la estafa. Difícil es, pues el marco legal tan
desregulado y sin el convencimiento de la autoridad para actuar al respecto de
manera punitiva. Está el rutilante caso de quien fuera dueño de Mexicana de
Aviación, la pone al borde de la quiebra, colapsa a la empresa, aniquila una fuente de trabajo y no pasa
nada. Gastón Azcárraga goza de cabal
salud en sus finanzas personales. Hay un segmento de encumbrados capitalistas
donde la palabra riesgo no existe. No sé, pero en este momento me acuerdo del
mega fraude del Fobaproa y uno de los actuales candidatos le atizaba duro a ese
mal que tanto nos ha costado. Hoy, Andrés Manuel López Obrador prefiere no
abrir ese frente de campaña. Quiero ver qué acciones se proponen para someter
al fraude mercantil o financiero, a la estafa vil. Que se les impongan penas
como al crimen organizado.
Tenemos pues que la transparencia
apenas es una ley, queremos que sea realidad. Estar ciertos que cada peso que
se destina a la seguridad o a la educación se evidencie en un aumento de la
seguridad o en una mejor educación. Más recursos se destinan y sin embargo no
se obtienen los mejores resultados. La transparencia también debería ser una
obligación de las empresas, no una doctrina a instruir para los que se inician
en la actividad empresarial. Estará dispuesto Enrique Peña Nieto a mover el
tapete y poner el piso firme de la transparencia, firmar este compromiso y
cumplirlo.
De Josefina, qué se puede decir,
ella es diferente. Está en otro planeta. Si quiere regresar a la Tierra tendrá
que ser valiente y denunciar a Felipe Calderón y a sus correligionarios. Dudo
que lo haga.
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